Hola amigos foristas. He ideado un plan para subvertir la Iglesia Postconciliar del "Dios es amor y te ama, y da igual lo que peques porque te va a perdonar de todas formas, así que no hagas penitencias porque eso es de trogloditas" y devolverla a como ha sido siempre durante 2000 años.
Resumiendo el plan en una línea sería esto: hacer lo mismo que hicieron los masones para subvertir la Iglesia, pero en sentido contrario.
Esto sería de la siguiente manera: infiltrar tradicionalistas (en sentido amplio) en los seminarios para que, poco a poco, asciendan puestos y puedan "tradicionalizar" la Iglesia. El primer problema que se nos viene a la mente es que nosotros no somos masones retorcidos y asquerosos que ocultamos nuestro rostro como mefistofeles para hacer cosas de tapadillo. Los tradicionalistas damos la cara y luchamos de frente, no nos escondemos. Es por esto que el plan chirria un poco. Pero si pensamos en que lo hacemos por el bien de la Iglesia y por servir a Dios, quizás si que pudiéramos llevar a buen puerto el plan.
Otro problema que se presenta es la exposición modernista a la cual el infiltrado católico se vería expuesto en el seminario. Un modernismo envuelto de catolicismo es muy peligroso y podría modernizarlo sin querer..
Es por esto que he esbozado unos puntos para tener en cuenta:
1- El católico infiltrado debe tener más de 20 años y tener muy claro cual ha sido siempre la verdadera Iglesia.
2- Debe sentir la llamada de Dios a ser sacerdote. Muchos no valdríamos para ser sacerdotes, aunque sí para ser caballeros en defensa de la Iglesia.
3- Debe estudiar el doble: lo que enseñen en el seminario así como la verdadera doctrina católica. Si no hace esto puede verse modernizado sin quererlo.
4- Debe estudiar latín (rezar en latín, por supuesto) y tener una clara visión histórica del mundo, desde la creación de Adan y Eva hasta la llegada de Cristo, así como hasta nuestros días; debe ser muy consciente de la lucha interminable que el maligno (usando tanto demonios como humanos) pugna contra la Iglesia para derribarla.
5- Deberá seguir la siguiente máxima: adonde fueres haz lo que vieres. Es decir, según el nivel de modernismo del seminario en el que esté y del sacerdote que lo guíe deberá adecuarse a ese nivel. De esto se desprende el punto 6.
6- Elegir sacerdotes que sean lo menos modernos dentro de lo posible, así no nos será tan difícil fingir que somos católicos "anticuados".
7- Volver a leer el punto 2. IMPORTANTE
8- Si el católico seminarista infiltrado consiguiera hacerse sacerdote (si no le echaran del seminario por medieval) entonces podría comenzar a "tradicionalizar" la Iglesia.
9- Aunque haga el Novus Ordo puede transmitir un fuego ignífugo y un aire "tridentario" en su forma de hablar y de conmover a la gente. Que tome como ejemplo al gran padre Loring, que falleció el 25 de Diciembre (en el cumpleaños de Jesus, seguro que Dios lo tendrá en su gloria). El padre Loring, sin ser tradicionalista es un ejemplo para admirar e imitar. Por supuesto, debe imitarlo paulatinamente sin levantar sospechas ni de los superiores ni de sus fieles, que son los que pueden quejarse de sus practicas).
10- Por ejemplo, una vez instalado en una parroquia, podría proponer hacer misa tridentina un día a la semana (entre semana). Repartir folletos explicando el misal tridentino, como se ha hecho toda la vida de Dios, (hacer lo mismo con el misal Novus Ordo, para no levantar sospechas). Cuando la gente comience a gustarle la misa, porque les va a gustar (es la mejor), le pedirán hacerlo más días. Finalmente, le pedirán hacerlo también en domingo, y ya habrá "tradicionalizado" su parroquia.
11- Volver a leer el punto 7. IMPORTANTE.
12- No olvidarnos de infiltrarnos en las ordenes religiosas (jesuitas, dominicos, franciscanos, etc), quizás más faciles de conquistar.
Estos son de momento los puntos que se me ocurren. Podríamos ir ampliando entre todos, pero creo que la idea está clara.
¿Quién se apunta?
Última edición por tintaverde; 29/12/2013 a las 15:09
Se me han ocurrido varios puntos más que son importantes:
13- Los que decidan infiltrarse deberán evitar establecer cualquier tipo de congregación o reunión en el que a través de consenso o mandato se llegue a decidir el proceder de cualquiera de ellos. Cada cual actuara según su propio parecer por el bien de la Iglesia Católica. Esto lleva al punto 14, que resumiría el espíritu del plan.
14- Quien sienta la llamada de Dios a ser sacerdote, que acepte la misión. Que la actual situación de la Iglesia no le haga vacilar. Es en estos momentos cuando más que nunca se necesitan verdaderos católicos que infiltren ideas católicas y tradicionales con el magisterio de la Fe en la Iglesia.
15- Que cada uno lo haga por motu propio, por su propia cuenta, sin reunirse. Cada uno en su casa y Dios en la de todos.
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