De hecho ese gesto induce a que los fieles se arrodillen y de político no tiene nada. El problema está en lo que tienen muchos debajo del pelo: ¡NADA! hace años conocí un tipo de lo más peculiar. Se definía comunista, aunque llevaba un gran medallón de oro con la advocación de la Virgen de su pueblo, que no recuerdo y una de sus costumbres era decir esto: "Cuando Dios repartió los cerebros, muchos no estaban." Cada día me convenzo más que tenía toda la razón.

Los mejores ejemplos de subnormalidad los encontramos a diario en los comentarios que se hacen a los artículos, noticias y reportajes de la Prensa en versión digital. Naturalmente hay excepciones, pero la mayoría es para echarles salfumán y salir corriendo después. Y, por supuesto, el no va más como muestra de la imperante lobotomía frontal es lo que se encuentra en Tweeter, Tuiter o Twiter, o como carajo se escriba ese pozo negro de inmundicia moral. En todos los casos se comprueba en qué se está desperdiciando el dinero a paletas llenas: en eso que llaman "educación", la gran mentira, la gran estafa de nuestro tiempo.