Cita Iniciado por ReynoDeGranada Ver mensaje
No sé qué pensar, Valmadian, porque los liberales van con un retraso de dos siglos y ahí siguen, encaramados en la cima del poder. E Iglesias (desde luego, menudo apellido menos afortunado) no hará nada que no hayan hecho ya los liberales. A fin de cuentas, solo es un socialdemócrata, un trosko, un reformista, que pondrá tres o cuatro parches al sistema dándole un toque ligeramente más agresivo si se quiere, pero realmente solo viene a continuar la tarea de las marionetas que le preceden.

Con todo, Dios no quiera que tenga nunca la oportunidad de gobernar. Pero ni él, ni ninguno de los cipayos que reposa su trasero en cada uno de los escaños del Congreso, se sienten a la izquierda o a la derecha.

Saludos en Xto.
Por supuesto a los liberales no se les arranca del sitio ni con salfumán, pero no creo que le vayan a hacer el juego a este tipo. Mientras el liberalismo, por muy revolucionario que sea, cuenta con el apoyo -y el voto-, de los "bienpensados", los que viven bien en su "estado del bienestar", con sus hipotecas, sus viviendas nuevas, sus coches a estrenar, sus vacaciones, sus pagas extraordinarias, etc., etc., no van a apoyar a quien no les inspira no sólo desconfianza, sino casi la certeza de que todo en él es una ruina segura.

El fenómeno PODEMOS creció bajo unas determinadas condiciones sin las cuales no hubiese pasado de grupúsculo alborotador en la "Uni", como de hecho ha venido siendo en los últimos treinta o cuarenta años (existían bajo diversas denominaciones: KOZ, KAOS, etc., que son los que yo conocí en "Políticas"). Pero una generación que creció bajo el binomio P$OE-PP, en mitad de una crisis, sin perspectiva u horizonte alguno por delante, unos cuarentones -y más, también-, completamente fracasados y frustrados, una Prensa canalla de derechas (por ejemplo, "Intereconomía" y "La Gaceta" que veían en este trío de la bencina (Iglesias, Monedero, Errejón) a una especie de tres de la banda de Robín Hood, con apariencia de frescura mientras otros les hacían la cama en la Puerta del Sol, más una dosis de demagogia bien estudiada y aprendida, han dado estos frutos.

Pero una vez pasada la sorpresa, a la vista de lo que pasa en Venezuela en la que vendieron sus medidas, más lo del "amigo Alexis, espera que ya vamos" y la ruina de Grecia, la creciente presión del Islám -moderado, extremista o lo que sed quiera, pero Islám a la postre cuyos miembros son como los chinos, todos iguales-, que tanto en España como en Europa cada vez se muestra más peligroso, y a sabiendas de lo amiguetes que son éstos de aquéllos, van a acabar por darle la puntilla a los "podemeros". Si, además, están a partirse la cara cualquier día, aunque luego se líen en cambalaches, con un perrito faldero "Hundido-Unido", los nefastos escaparates de Madrid, Barcelona y Cádiz, especialmente, son todos ellos síntomas de descomposición.

Desde hace ya bastantes años, una de mis expresiones favoritas es ésta: "Arrancada de caballo andaluz, parada de borrica manchega". Y no falla, todo aquello que llega con la furia de las olas un día de aguas bravas, termina por subsumirse desapercibidamente entre las arenas de la playa. Más temo aquello que empieza sin ruido y acaba copándolo todo.