Desde luego. En todas partes, no sólo en Europa. En cuanto la gente descubre la Misa Tradicional adquiere el gusto enseguida, y cada vez se extiende más. No son cuatro viejecitas nostálgicas. Las iglesias se llenan de gente de todas las edades, con cantidad de jóvenes que no han conocido nunca la Misa de verdad. En cambio, donde se celebra el rito ordinario (y tan ordinario) cada vez se vacían más las iglesias. Por eso hay tantos obispos celosos que ponen tantas dificultades al culto tradicional aunque no puedan prohibirlo.
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