Domingo, Setembro 02, 2007
Un joven dominico
El otro día me encontré con un joven Dominico. Me confesó que le gusta y le atrae la Misa Tridentina, pero me decía (¡es como para rasgarse las vestiduras!) que durante toda su formación jamás estudió Latín con los Dominicos. Apenas un año de Latín durante la Secundaria y lo que él, de manera autodidacta, ha estudiado. Como me consta que A Casa de Sarto es leída en Roma voy a soltar una maldad: ¿Y por qué no permitir en el interim que se diga la Misa Tridentina en lengua vernacular? Una medida provisional, 7 años digamos, hasta que muchos de estos Sacerdotes puedan dominar el Latín. Eso sí: Misa Tridentina bien traducida, sin aberraciones tipo “pro multis” traducidas como “por todos” o cosas por el estilo.
En el caso de nuestro joven Dominico su otro gran temor era las represalias a que se vería sometido por la Comunidad y su Superior, un hombre ciertamente hostil a la Tradición. De este caso también saca uno la conclusión de que hay mucho individuo tóxico por ahí (sí, también hay Curas y Obispos tóxicos) que van a hacer todo cuanto esté en sus manos para obstaculizar la Misa Tridentina.
Rafael Castela Santos
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
Sí, claro. Traducir la Santa Misa, ¿y qué más? Ya me suena a mí ese afán por la introducción de las lenguas vernáculas por doquier, que al final ha resultado en algo ligeramente más dramático, me parece a mí. Se trata de desarmar al enemigo, de defender la integridad de la Fe, no se hacer concesiones que, aparte de resultar del todo improcedentes, son muy peligrosas.
A este respecto resuenan las palabras de S.S. San Pío X, en el Decreto “Lamentabili sine exitu”, condenando la siguiente formulación: "63. La Iglesia se muestra incapacitada para defender con eficacia la moral evangélica al adherirse obstinadamente a doctrinas inmutables que no pueden estar en armonía con el progreso moderno”.
El latín se puede enseñar, este punto tiene solución. Sin embargo, borrar de las conciencias ciertas aberraciones con apariencia de veracidad es, de hecho, mucho más difícil.
Habría que ver si es mayor el temor del Dominico a sus superiores o su temor a Dios, a quien éstos últimos debieran servir.
Las doctrinas “tóxicas” y malsanas tienen ese poder de corrosión sobre las gentes, sobre todo cuando están orquestradas, y son difundidas, por el mayor Mal.
Última edición por Gens Domitorum; 12/09/2007 a las 13:18
"Praedica verbum, insta opportune, importune, argue, increpa, obsecra in omni longanimitate et doctrina. Erit enim tempus, cum sanam doctrinam non sustinebunt, sed ad sua desideria coacervabunt sibi magistros prurientes auribus, et a veritate quidem auditum avertent, ad fabulas autem convertentur. Tu vero vigila in omnibus, labora, opus fac evangelistae, ministerium tuum imple". (Tim. 4, 1-5)
"La civilización atea se apoya en la autonomía de la razón y conduce a la servidumbre.La civilización cristiana se apoya en la obediencia y termina en la libertad". (Vázquez de Mella)
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