Tema: Si trabajas para Obama, cuidado con Facebook

Si trabajas para Obama, cuidado con Facebook

5 de diciembre de 2008.- Jon Favreau es el brillante escritor de discursos del futuro presidente de EEUU, Barack Obama. Jon Favreau tiene 27 años y, como cualquier joven de su edad, es un usuario activo de redes sociales al que le gusta salir con sus amigos de vez en cuando. Jon Favreau tiene

un problema por una foto que ha aparecido en Facebook.

En ella, Favreau aparece junto a un amigo burlándose de una imagen de cartón de tamaño natural de la futura secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. Por supuesto, Facebook ha descolgado rápidamente la imagen -Chris Hughes, uno de los fundadores, dejó la compañía para trabajar con Obama- pero los internautas siempre son más veloces y la instantánea circula por toda la Red.



Favreau, a la izquierda, con la mano en el pecho de Hillary.

Mientras el amigo intenta que la Hillary de cartón se beba una cerveza -¿cuántas se habría tomado él?-, el escritor de discursos le planta una manaza en el pecho. Me imagino la tensión el día que se crucen por los pasillos de la Casa Blanca: ¿Agachará la cabeza Favreau -quien por cierto ya ha pedido perdón- como un escolar abochornado? ¿Le mandará Obama a un rincón a reflexionar con unas orejas de burro?
Aunque los asesores de Clinton parece que se lo han tomado bastante bien y pese a que no es probable que el suceso vaya a suponer un problema para el nombramiento de Favreau, sí es un ejemplo de cómo las mismas redes sociales en las que Obama se apoya pueden jugarle una mala pasada.

Mientras el sitio web de la transición no deja de crecer, cuando ya muchos nos preguntamos cómo será en la Red la nueva Casa Blanca y en un momento en el que tanto se habla de si Obama debe o no utilizar su correo electrónico y su Blackberry, llega este pequeño escándalo. Y no es un mal momento para que el futuro presidente recuerde a sus colaboradores que son los primeros que deben dar ejemplo sobre la forma de comportarse en Internet.

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/1...228499764.html