Las banderas del período catalano-aragonés
La influencia de la Corona de Aragón en el Reino de Murcia, no por breve, dejó de ser intensa en muchos aspectos de los que hoy configuran nuestra personalidad: urbanismo, estructura de la propiedad (minifundismo frente al latifundismo de las conquistas castellanas), lengua, derecho, vivienda, agricultura, fiscalidad... Es por eso que el valor simbólico, como representativos de nuestra identidad, de los estandartes de ese período tienen una importancia mucho mayor que la que podría otorgarle la duración temporal estricta.
Pues bien. Existe un Portolano del cartógrafo mallorquín Angelino Dulcert en el que aparecen las enseñas de los reinos. Para el reino de Murcia aparece una bandera vertical de dos franjas, sin colorear, pero que hay que suponer amarilla con dos franjas rojas.
La concesión de pendón o bandera a los reinos no era costumbre catalana, sino castellana. Los reyes catalano-aragoneses sólo concedían sellos heráldicamente constituidos o bien ejemplares de los pendones o estandartes reales, muestra de honor y signo de soberanía, sin modificación alguna, y lo mismo concedidos a todo un reino que a una ciudad que a una humilde cofradía.
Es de suponer, basándose en el testimonio cartográfico aludido, que la primera bandera del reino de Murcia, tras la reconquista, sea la que aparece en la imagen.
«De ellos la tumba la virtud pregona; ¡héroes... dormid en paz...! para el que siente, vuestra tumba es mejor que su corona...!»
Bernardo López García
«Chamese Hispánia à peninsula, hispano ao seu habitante ondequer que demore, hispánico ao que lhe diez respeito.»
Ricardo Jorge
«Pregunta-ho al Ponent i a l'ona brava: tot ho perderes. -no tens ningú. Espanya, Espanya. - retorna en tu, arrenca el plor de mare!»
Joan Maragall
«Zuregatican emango nuke, pocic, bai, nere bicia; beti zuretzat, il arteraño, gorputz ta anima gucia.»
José María Iparraguirre
Estoy contigo Caballero español, lo de catalano-aragones es una formula inventada por la generalitat para agrandar el ego de los nazionalistas.
La corona de Aragon SI existió.
La confederación catalano-aragonesa NO.
Totalmente de acuerdo con Caballero español: basta ya de mentiras antihistóricas que solo quieren justificar lo injustificable.
En cuanto al tema de la lengua, es muy interesante. Las hablas murcianas, sobre todo las del noroeste, están llenas de aragonesismos; la mayoría léxicos, pero también algunos fonéticos. De hecho, filólogos de la talla de Menéndez Pidal o Enwistle, por ejemplo, afirman que el dominio lingüístico aragonés llegó hasta Murcia en la Edad Media
El mapa es de ENTWISTLE, William J.: "Las lenguas de España: castellano, catalán vasco y gallego-portugues". Madrid, Istmo, 1973.
Ejemplos de aragonesismos en las hablas murcianas serían: abonico (despacio; en voz baja), acachar, adivinalla (adivinanza), aljés (yeso), alandro (aragonés "aladro" arado), arna (colmena), bardomera (suciedad; del aragonés "bardo" barro), bofo (huero, vacío), bachoca (vaina de las legumbres), boira (niebla,nube) camal (rama), charrar (hablar) dica y diquia (hasta), embolicar (liar), encerrizarse (obstinarse), enrona (escombro), esclafar (chafar), garba (mies), luciar (forjar), manchar (soplar el fuelle), melsa (aragonés "mielsa" bazo), minchar (comer) pescatero, rafe (alero), remor (rumor), robín (óxido), rugiar (aragonés "ruxiar", rociar), tanimientres (mientras tanto) terratremo (aragonés "tierratremo", terremoto), trujal (lagar), zuro (corcho) etc.
EL tema del palabro "catalano-aragones" parece ser que viene de algo más atrás. Leyendo un ejemplar dela revista "Historia y Vida" (de 1972) , publicación editada en Barcelona, aparece la dichosa expresión en u n artículo. Se puede concluir que mucha d ela basura actual que padecemos tiene sus origenes en la época más decadente del franquismo.
Otro rasgo en común entre el habla de Aragón y la de Murcia son los diminutivos en ico, que también son frecuentes incluso en Andalucía Oriental.
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