Re: Respuesta: La extrema izquierda contra los comercios y etc. en Sevilla
¿Y cuántos taxis llenan éstos? El perfil de este tipo de grafiteros corresponde al de individuo joven, descerebrado y cegado por su propio fanatismo, miembro de alguna banda que mezcla alcohol, drogas, sexo barato y sin calidad, desarraigado de su entorno, con las "creencias" fundamentadas en la centrifugadora de la LOGSE --("Las ideas se tienen, en las creencias se está. Ortega y Gasset"--, incapaz de desarrollar una mínima facultad racional, crítica y de discernimiento, e imbuido de un paquete de consignas elaboradas.
El problema de su molestísima presencia permanente en la calle, de esa desagradable sensación de verlos, a ellos o a sus "obras" en cualquier esquina, en parte es nuestro. Si se les diese un toque oportuno, no de vez en cuando, sino con la debida frecuencia, se cuidarían mucho de ser tan osados. Esperar que las ¿autoridades? , controlen socialmente a los miembros de estas hordas de trogloditas, es absurdo, porque son ¡¡¡ sus cachorros !!!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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