SOCIALISMO SIN CARETAS
D. José Rodríguez de la Borbolla y Camoyán, presidente socialista de la Junta de Andalucía 1984-1990.
LA UTILIZACIÓN ALTERNATIVA DE LA CONSTITUCIÓN
Don José Rodríguez de la Borbolla (presidente de la Junta de Andalucía desde marzo de 1984 a julio de 1990), dijo lo que verdaderamente importaba -de la Constitución de 1978- a los socialistas: "que sea posible una utilización alternativa de la Constitución". Nos gusta, lo decimos sin ironía, tanta sinceridad.
Don José Rodríguez de la Borbolla, compaginaba su militancia socialista -y sin mayor problema- con ser un retoño del caciquismo más rancio, el genuino caciquismo del turnismo canovista y sagastiano. D. José es bisnieto de Don Pedro Rodríguez de la Borbolla Amozcótegui de Saavedra, un conspicuo cacique del sistema canovista. Del Partido Liberal de Sagasta, su ilustre antepasado fue diputado por Sevilla desde 1899 hasta 1920, Ministro de Instrucción Pública bajo el masón Segismundo Moret en 1906, Ministros de Justicia con el Conde de Romanones (en 1913) y Alcalde de Sevilla (en 1918). El hijo de Don Pedro I Rodríguez de la Borbolla fue Don Pedro II Rodríguez de la Borbolla Serrano, diputado a Cortes y presidente del Betis Balompié. Así que, por muy veterano que sea en el PSOE, el señor Rodríguez de la Borbolla, de descamisado, tiene muy muy poco. Llegó alto el bisnieto de Don Pedro I: fue presidente de la Junta de Andalucía por el PSOE.
De qué modo misterioso el acomodado hijo de una familia pudiente, tan linajuda como caciquil, se nos convierte en socialista es algo que, como ustedes comprenderán, necesitaría un Ovidio que le dedicara un libro en su "Metamorfosis", aunque -como vivimos tiempos bien prosaicos- podemos hacernos una ligera idea si leemos "El Gatopardo" de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
Pero veamos lo que pensaba este ilustre bisnieto de caciques hispalenses. Para él era importante que la Constitución de 1978 contenga, según escribe él: "preceptos susceptibles de ser interpretados y desarrollados de distinta manera, según cuál sea la matriz política de quienes tengan que interpretarlos y desarrollarlos (por ejemplo, el famoso artículo 25, sobre la enseñanza); que, por otra parte, contenga preceptos distintos, complementarios y, según algunos, casi contradictorios, que, aplicados prioritariamente unos u otros den origen a líneas de producción legislativa radicalmente diferentes (por ejemplo, la protección de la libre empresa en una economía social de mercado -art. 34- y el reconocimiento de la iniciativa pública económica, con la posibilidad de socialización y planificación en aras del interés general y las necesidades colectivas -arts. 122 y 125-); y, por último, que no se constitucionalice la regulación pormenorizada del ejercicio de ciertos derechos de contenido no igualitario, sino que dicha regulación sea otorgada a la legislación ordinaria. "Hay que contar, además, con el hecho de que nuestra Constitución contiene un precepto genérico corrector de desigualdades y posibilidades de una legislación progresista, como es el artículo 9, el cual, aplicado correctamente, pueda dar enorme impulso a una legislación de transformación social".
Una Constitución al gusto del pasteleo y de a ver quien mete la cuchara primero, como era la Constitución del bisabuelito, la de Cánovas de 1876. Resalta también, en esa glosa de Rodríguez de la Borbolla, ese tan socialista sentido que adquiere la ley, que -en sus manos- siempre cobra un uso a conveniencia de su parcialidad; sin escrúpulo alguno por desatender lo común, ni hacerse mayor cuestión por amparar a la sociedad: "Todo por el Partido", dicen los socialistas.
La Constitución de 1978, tal y como nos la describe D. José Rodríguez de la Borbolla, adolece de todos los defectos propios de algo que carece de constitución en sí misma. Contradictorio a simple vista.
Tan contradictorio, a simple vista, como ser miembro de la oligarquía y a la vez socialista. Aunque eso, ser socialista y oligarca, va siendo prácticamente una identidad total.
Las citas textuales de D. José Rodríguez de la Borbolla pertenecen a "Criterios previos para una valoración de la Constitución", artículo del ex-presidente de la Junta de Andalucía, publicado en la revista de pensamiento político socialista "LEVIATÁN", nº 1, tercer trimestre de 1978. También tiene publicados otros artículos muy interesantes en la otra revista socialista de pensamiento político "SISTEMA" (en nº 48, mayo de 1982).
Maestro Gelimer
http://librodehorasyhoradelibros.blogspot.com/
Buena apreciación, no es el único de saga "cacique" que sufrió metamorfosis, o cinismo en su vertiente más pura, hacer creer que representaban el socialismo prohibido en la etapa anterior para continuar en el poder y además enarbolar el miedo subyacente en la población por la represión vivida en su campaña, para muchos políticos ha sido un juego de niños, afortunadamente las hemerotecas están poniendo en evidencia estas artimañas y gracias a los ciudadanos de hoy en día como usted se están cuestionando y sacando a la luz para que no se vuelva a jugar con un pueblo.
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