ACEITUNEROS ALTIVOS
Juan cuenta su particular historia de cómo se cayó al pozo teniendo apenas doce añitos, trabajando por los campos de Bollullos de la Mitación. En una mañana fresquilla, donde aún el astro rey no nos obsequia con su luminosidad, le escuchamos atentamente gentes de su bollullero pueblo, amén de Guillena, Castilblanco de los Arroyos y hasta un trianero recriado en Camas. Están Rafael, Justo, Claudio, Emilio, Fernando, Joaquín, Manuel….Algunos nombres, como el mío, también se repiten.
Comienza el tajo. Duro, pero de un modo o de otro, no dejando de ser algo querido. Son hombres que han conocido dificultades, que se han hecho a sí mismos. Hombres típicos de los que forman la Intrahistoria y luego muy pocos nos acordamos. Hombres que desde niños han estado familiarizados con cochiqueras, siegas, algodonales, viñas u olivares. Aquellos horarios y caminatas infames para llegar al tajo han hecho que muchos hayan aceptado la picaresca del Estado capitalista con engañosas subvenciones y trampas varias ( Trampas en las varias acepciones, pues ). Se suceden las conversaciones donde los chascarrillos, el Sevilla, el Betis, las hembras y poco más se van alternando. Hombres anónimos que igual, el que más y el que menos tiene un antepasado que puso una pica en Flandes, conservando aún esa mezcla de rudeza, sobriedad y austeridad que tantos eruditos ( Véase Menéndez Pidal ) han estudiado y remarcado como una de nuestras mejores señas de identidad como españoles. Así se hizo nuestro folklore de rimas cortas y constantes, y así llegó hasta el Gaucho Martín Fierro, por ejemplo. En este caso particular, hablo de españoles de las Andalucías Rurales. Hombres del calor, del frío, las llanuras y los cerros, los pinares, la gaita rociera y el gusto flamenco.
Es curioso. Manuel “ el Cachorro “, paisano y familiar mío, es un tipo que podría pasar por tradicional. Lástima que, como a muchos campesinos, la Religión se le haya escapado….Los pueblos parecen ser una barrera ante tanta basura que llaman “ modernidad “, pero hasta eso se está acabando, pues si bien perduran muchas y emotivas festividades religiosas, parecen destinadas a una suerte de “ mini-turismo “. Manuel me dice que antes pasaban muchas privaciones, que apenas si comían habas tostadas y poco más; pero que los valores de esta sociedad no le gustan. Que le gustaban más los valores de antes....Yo le digo que en esos “ valores de antes “ la Religión Católica, Apostólica y Romana jugaba un papel fundamental. Que a lo largo de la Historia de las Españas, ésta ha sido nuestro mejor factor de unidad, que la verdadera moral es la que nos ha guiado ante los embates diversos que hemos sufrido; que por eso, en esa moral, en esos valores, en esas costumbres, en esos apegos a la familia, que es la célula fundamental de la sociedad – Católica -, esos hombres han salido adelante, han podido juntar un dinero decente, han podido dar estudios y buena pitanza a sus hijos. Manuel me asiente, y en esto apenas duda. “ A ver si vas a tener razón Antonio...” , me dice. No lo culpo realmente. Él, como tantos otros, se ha dejado seducir por la farfolla ateísta. Esos hombres a los que el dinero no sobraba, a los que el garbanzo y el trigo se los comían ( En vez de comérselos ellos ) y eran los primeros en las cofradías y los oficios....Hasta eso la Revolución, ahorita con métodos harto sutiles, se ha encargado de eliminar. Pero aún hoy hombres que evocan ligeros recuerdos, por pocos que sean.
Canta algunos mochuelos que revolotean por los olivos. En la taberna de las quinielas un grillo se quiere adueñar del musiqueo. De Córdoba hasta Granada las aceitunas son para el molino; acá en el Aljarafe sevillano predomina para la mesa. Pronto, este cultivo cuasi desaparecerá, como casi ha pasado con la vid; recluida prácticamente al Condado de Niebla, patriarcado de las Canarias. Y pronto, es posible que este tipo de hombres, ya demasiado imperfectos, desaparezca. Aquellas generaciones aguerridas, laboriosas, de hombres varoniles y madres femeninas, de gentes que amaba lo suyo....Ahora no. Ahora tenemos porros, coches, cerveza y televisión; y el islamismo frotándose las manos….Algo falló. Y por desgracia, muchos de estos hombres fallaron, aun sin saberlo del todo, embaucados ante el terrorismo de la “ transición “, que se hizo ante una sociedad que venía desmovilizada desde el franquismo que nos devolvió a la dinastía bastarda y usurpadora….Y estos aceituneros altivos son, o bueno, somos, una especie en peligro de extinción, como los linces y los lobos ibéricos....Casualidades de la vida....
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