Los "andalucistas" quieren que un Ayuntamiento impida a los alumnos leer el libro
"La gesta española", de Esparza: léalo antes de que lo quemen
Uno creería que en una época en la que se puede despotricar contra la identidad colectiva y en la que hasta se utilizan cadáveres para hacer exposiciones (dicen que de "arte"), nadie se escandalizaría por un libro de historia. Pero no es así. El Partido Andalucista ha exigido en Los Molinos (Sevilla) que el Ayuntamiento impida a los niños que lo abran y lo lean, no sea que les entren en la cabeza ideas distintas a las del botellón del fin de semana y la Playstation.
La gesta española (siete ediciones) ha sido uno de los grandes éxitos de Ediciones Áltera. Su autor, José Javier Esparza, recopiló los programas dedicados a explicar la Historia de España en el programa de la COPE La tarde con Cristina durante la temporada 2006-2007. En él se describendistintos momentos fundacionales de nuestra historia, desde la época romana hasta la Guerra de la Independencia, así como figuras de la talla de Pelayo, los Reyes Católicos, Hernán Cortés y Agustina de Aragón.
El libro fue recomendado a los alumnos de Primaria del colegio Juan José Baquero de Los Palacios, al igual que en otros centros escolares. Pero el 11 de septiembre, el colegio se topó con una orden de censura. El concejal de Cultura del Ayuntamiento se fue al centro para comunicar formalmente una moción urgente que instaba a la concejalía de Educación a prohibir a los alumnos que leyesen el libro.
La mociónla habían presentado los concejales del Partido Andalucista y fue rechazada por el pleno de la Corporación. Según el portavoz de los nacionalistas, Pedro Amalio Moguer, el libro es “aberrante”. “Esperemos que no presenten otra moción para llevar a la hoguera al libro, a su autor y a los que lo pudieran recomendar”, comentó un profesordel centro.
El origen árabe de los andaluces: mentira política
¿Por qué el Partido Andalucista considera aberrante el libro de José Javier Esparza? La clavese encuentra en el filoislamismo del nacionalismo andaluz, de acuerdo con las teorías absurdas y antihistóricas pergeñadas por el notario Blas Infante, según las cuales los andaluces descienden de los árabes y son genética y culturalmente distintos de los castellanos invasores. Los andalucistas han decidido identificarse con el califato de Córdoba y la España musulmana como origen de la identidad andaluza. El PSOE, Izquierda Unida y, por tanto, la Junta de Andalucía practican el arabismo como doctrina oficial, aunque de manera más matizada. La gesta española desmonta, de manera tan sencilla como rotunda, el mito de Al-Ándalus (la convivencia entre las tres religiones, la superioridad cultural de los musulmanes…) y por eso es un libro que debe prohibirse a los jóvenes andaluces.
No es éste el primer libro del catálogo de Áltera que sufre las iras de la casta política. Hace cinco años, el nacionalismo vasco arremetió contra el Bokabulario para hablar con nazionalistas baskos, de Pedro Fernández Barbadillo.
¡Léalos antes de que los censores los quemen!
(Si aún no lo tiene, puede obtener aquí, antes de que sea demasiado tarde…, La gesta española, de José Javier Esparza.)
¿Ordóñez, y cuando sale tu libro?
¿ Mande ?
Hombre, ¿ tan rápido te llegó el dinero Josean ?
Hablando en serio, muchas gracias. El problema es que dada mi falta de talento y mi " barroquismo ", nunca logro concretar sobre un tema para prosa. Sobre poesía sí que quiero publicar, y de hecho lo tengo preparado, a ver si las negociaciones fructifican en un futuro no muy lejano.
Pues aquí no te da dificultad escribir en prosa sobre el tema de Andalucía y su falsa identidad arabe-musulmana.
PREPARANDO UN 28 F 2010 ESPAÑOL
En la foto, el masón y musulmán a escondidas, Blas Infante
BLAS INFANTE: NO TE QUEREMOS
Ese tío, el de la foto, es un tal Blas Infante. Por su aspecto se le puede confundir con un cretino integral, pero no, no lo es: es peor. Por sus conexiones con los musulmanes del norte de África, siempre afanosos de invadir España, por su apología de la invasión norteafricana de España en 711, así como la defensa que hizo de la ocupación represiva y sangrienta que sobre los andaluces perpetraron sus amados musulmanes africanos, podemos decir que Blas Infante es el enemigo público número 1 de los andaluces. La verdadera Historia así lo confirma.
En cambio, las cúpulas políticorrectales -y sus tontos útiles de las bases- lo celebran como lo que no es: padre de la presunta patria andaluza. Los andaluces sabemos cuál es nuestra Patria: España.
El 28 de febrero de 1980, tras una campaña de estafa demagógica, la población de los gloriosos Reinos de Andalucía era llevada, como rebaño humano, a un referéndum por el cual se aprobaría la concesión de una "Autonomía" para Andalucía. Ese chollo de la Autonomía se lograba para gamberros vividores, a pesar de lo poco significativo de la participación y los resultados del escrutinio: con un poquillo más del 50% de votos a favor (ni las tres cuartas partes) una pandilla de malhechores conseguía un gobierno autonómico para vivir y enchufar por su cuenta a sus lacayos clientelares.
Almería no se dejó engañar, pero se la doblegó a la voluntad de los que preparaban esta porquería que tenemos. En Jaén tampoco se obtuvo una mayoría.
A los de Jaén se nos apedreaba los coches en otras provincias. Suponemos que a los de Almería también (por aquel entonces las matrículas tenían la inicial de la provincia.) Aquel año de 1980 mi coche (con una ostensible "J" de matrícula de Jaén) fue víctima de los atentados perpetrados por maricones radicales y fanáticos que portaban trapos verdiblancos (todavía sigo cagándome en sus putas madres). En mi coche llevábamos la bandera rojigualda española, lo cual desató la ira de esos delincuentes que fingen ser pacíficos y pacifistas. Recibimos pedradas de esa chusma que, después, pasados los años, tiene la hipocresía de hacer minutos de silencio cuando ETA asesina. Sufrimos aquel atentado en una ciudad de otra provincia andaluza (cuyo nombre no voy a decir, por respeto a los verdaderos españoles de esa provincia).
Estudiando aquel "referéndum" llegamos a una conclusión: aquel espectáculo del referéndum andaluz fue un abracadabra para cipayos, cuando no un "pucherazo". Sus defensores -una minoría de andaluces pervertidos- actuaron como terroristas -apedreando coches- y sus beneficiarios fueron una pandilla de politicuchos con chaqueta y corbata que, sin saber hacer la O con un canuto, viven a costa de los andaluces, vendiéndolos a la morisma.
El 28 de febrero de 2010 que está por venir, la más variopinta chusma políticorrectal (PP incluido, pues ha perdido la vergüenza si es que alguna vez la tuvo) celebrará el día en que estos golfos que chupan nuestra sangre triunfaron. Se han llegado a creer que los andaluces, por imbecilizados por su propaganda asquerosa, somos "hijos de una supuesta patria", patria inexistente con la que alucinó ese tío que está ahí arriba: Blas Infante, de infausta memoria.
Los andaluces somos españoles. El 28 de febrero habrá que demostrar que Andalucía es España. Y que no queremos a Blas Infante... Ni en pintura.
Andaluces: vuestra imaginación es aquí fundamental. Reivindiquemos nuestra españolidad neta.
¡Jaén, levántate brava!
Publicado por Maestro Gelimer en 15:19 2 comentarios
El 28-F los andaluces no tenemos nada que celebrar, pero como van a estar dándonos la lata con esta puñetera mentira blasinfantina, no se nos olvide: quedan semanas para pensar lo que hacer en cada provincia para demostrarles que su rollo se lo creerán ellos. Ellos fastidian el 2 de Enero: pues habrá que pensar algo para que no se lo pasen bien el 28-F
28-F: NADA QUE CELEBRAR
28-F... Nada que celebrar.
Queremos una Plataforma por una Andalucía sin el menor vestigio de Blas Infante.
SANTO REINO TRADICIONALISTA
Pensamos que habría que hacer entre todos los andaluces españoles algo para impedir esta aberración del 28-F, por ejemplo:
¡¡¡PASEMOS EL DÍA DE ANDALUCÍA AL 31 DE FEBRERO!!!
Última edición por tautalo; 17/01/2010 a las 17:05
Amén.
¡ Viva San Fernando !
SEPULTEMOS A BLAS INFANTE
Infante en Marruecos
"Vientos del Norte que arrasaron, al fin nuestra Casa antigua, convirtiendo en desierto el vergel de nuestra Isla de luz, entre bárbaras oleadas tenebrosas que nos combatían del mundo medieval."(Del "Manifiesto "A todos los andaluces" de la Junta Liberalista", año 1936, "último y dramático documento escrito por Blas Infante", según J. L. Ortíz de Lanzagorta en su libro "Blas Infante. Vida y muerte de un hombre andaluz".)
Con este breve pasaje ya se puede suponer las dotes literarias que tenía este individuo que, bajo la chilaba escondía un mandil masónico. Ese de ahí arriba es un pasaje plagado de lugares comunes: "vientos del norte", dice, para referirse a los ejércitos cristianos que desde el norte reconquistaron Andalucía. "Casa antigua"... eufemismo para decir Al Andalus. "Isla de luz" le llama a la dominación islámica de España... "bárbaras oleadas tenebrosas"... Para este sujeto, lo vemos en la foto, es tenebroso todo lo que no huela a cuero y cuz cuz.
En definitiva, los andaluces tenemos que soportar que, por el capricho de políticos ignorantes y corruptos, este personaje sea el día 28-F llamado "Padre de la Patria Andaluza" (sic). La mayoría de centros docentes de toda Andalucía se aprestan para perpetrar, bajo forma de actividad cultural, actividades que magnifiquen a Blas Infante. Que ningún niño andaluz crezca sin saber quién es el primero que se adelantó a vender su Patria, para que el día de mañana esto sea una extensión de África. Blas Infante, el que nos quería vestir a todos con chilaba, el que nos hubiera entregado gustosamente a las cabilas rifeñas, a esos salvajes que degollaban y destripaban españoles; Blas Infante, el que deseaba con todo su corazón que Andalucía y España retrocedieran en el tiempo para ser otra vez Al Andalus. Este colaboracionista... ¿"Padre" de qué?
Comunicamos que trabajamos para que, muy en breve y con la ayuda de Dios, nuestros lectores tengan un estudio que revelará los canales a través de los cuales este personaje siniestro e infame -que tendría que estar olvidado- fue rescatado en la transición, implantado en Andalucía con calzador y hoy día prácticamente tan admitido como desconocido. Dicho estudio arrojará luz sobre los cómplices de la manipulación que, a cuenta del "mito Blas Infante", sufrimos los andaluces.
Los culpables de esta patraña no pueden quedar impunes. Hay que desenmascarar a Blas Infante y a los compinches de la transición en traición.
Publicado por Maestro Gelimer en 12:12 3 comentarios
Y encima, nos salió plagiador el muchacho. Y no sólo le faltó imaginación para escribir el Himno de Andalucía, sino que tuvo la irreverencia y la osadía de sustituir una oración por una arenga populista y sin gracia. Yo, natural del Reino de Sevilla, reconozco sin ninguna vergüenza que no sé cantar el llamado "Himno de Andalucía" ni lo he cantado en mi vida.
Blas Infante «copió» la música de un canto religioso titulado «Santo Dios» que entonaban segadores de Cantillana
ABC
Dibujo en tonos sepia del padre del andalucismo
Quizás sea una de las composiciones musicales más conocidas por parte de todos los andaluces, pero lo que muchos desconocen todavía es que el origen del himno de Andalucía está inspirado en un canto religioso del siglo anterior. Concretamente, en el «Santo Dios», una canción popular que se entonaba en muchas zonas campesinas de Andalucía y que llegó hasta Blas Infante, el padre del andalucismo, gracias a su periplo como notario del municipio sevillano de Cantillana en la primera década del siglo pasado.
Allí escuchó por primera vez cómo los segadores de este municipio, a la salida o puesta del sol, daban las gracias a Dios entonando una música que el propio Infante se hizo suya para componer el actual himno de Andalucía. Asimismo, este canto religioso se entonaba en honor de las Virgen de la Soledad de Cantillana como agradecimiento por la cosecha en la conocida como «misa de las espigas». No tanto la letra como así la armonía musical sirvió de «fuente de inspiración» más que notable a Blas Infante para darle forma a lo que hoy día es el actual himno de Andalucía, si bien él no fue el autor de la melodía que todos conocemos y que tantas veces llegó a escuchar en boca de los campesinos de Cantillana.
Concretamente, 23 años más tarde de haber llegado a Cantillana por primera vez, Blas Infante propuso en 1933 que la melodía que escuchó aquellas fechas en los campos de Cantillana fuera la base del actual himno. Pero no fue el padre de la patria andaluza el que compuso la música de una letra que nada tenía que ver ya con las del «Santo Dios», sino el maestro José del Castillo (director de la Banda Municipal de Sevilla), quien adaptó musicalmente la melodía original que en su día descubrió, y por qué no decirlo, copió, el propio Infante. Tres años más tarde, y una semana antes de estallar la Guerra Civil de España, se estrenó el himno en Sevilla tal como lo conocemos, con letra de Blas Infante y música del maestro Del Castillo.
Leyendo o escuchando las dos versiones (el «Santo Dios» y el actual himno andaluz) se percata de entrada cómo el himno de Blas Infante es casi idéntico musicalmente a este canto de origen religioso, cuya letra fue descubierta por el poeta marchenero Jesús Solano, aunque en las dos que reproducimos en esta página se muestra que nada tienen que ver entre ellas, no así desde el punto de visto musical. Mientras que en el actual himno aparecen reivindicaciones del pueblo andaluz al pedir «tierra» (se puede observar aquí una petición de reforma agraria) y «libertad» (sugerencia encaminada hacia el Estatuto de Autonomía), las peticiones que hacían los propios campesinos iban encaminadas más hacia el terreno religioso: «Los pecadores pedimos al Señor continuamente y por eso le decimos Santo Dios y Santo Fuerte, Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, líbranos Señor de todo mal», para insistir de nuevo «al Señor que seamos perdonados en el Tribunal de Dios».
Una semana antes de la Guerra Civil
El 7 de julio de 1936 ABC de Sevilla publicó una nota de José del Castillo en su propio nombre y en el de todos los que se interesan en el «movimiento liberalista» en la que anunciaba un concierto en la plaza de San Lorenzo de Sevilla el 10 de julio «dedicado a Andalucía y en el que se interpretará por primera vez el himno de nuestra región, editado y lanzado a la publicidad por la Junta Liberalista».
Las dos versiones
Letra original del «Santo Dios»
Santo Dios,
Santo fuerte,
Santo inmortal,
líbranos Señor
de todo mal.
Los pecadores pedimos
al Señor continuamente
y por eso le decimos
Santo Dios y Santo Fuerte,
Santo Dios,
Santo fuerte,
Santo inmortal,
líbranos Señor
de todo mal.
Con dolor de nuestro pecho
le pedimos al Señor
que seamos perdonados
en el Tribunal de Dios.
Santo Dios,
Santo fuerte,
Santo inmortal,
líbranos Señor
de todo mal.
Actual himno de Andalucía
La bandera blanca y verde
vuelve, tras siglos de guerra,
a decir paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
¿Es una copia el himno de Andalucía? - abcdesevilla.es
El artículo original de ABC de Sevilla contiene enlaces sonoros a ambas versiones, la original y la falseada por Blas Infame por si alguno las quiere escuchar para comprobar cómo coinciden, pero no sabía cómo copiar los enlaces.
BLAS INFANTE GOLPISTALOS SUCESOS REVOLUCIONARIOS DE SEVILLA Y EL COMPLOT DE TABLADA
De este modo llamó la prensa de aquel momento atodos los hechos ocurridos durante el largo verano de 1931 y que la mayoríade relatadores actuales pasan depuntilla y que considero el primer golpede estado contra la II República Española cuando aún estaba el gobiernoprovisional. Los Hechos ocurridos en el aeródromo de Tablada son paralelos en el tiempo y estánconcadenados a los denominados sucesos revolucionarios de Sevilla. Recordemos que durante el mes de junio se estaen plena campaña electoral para Cortes Constituyentes. En toda España seproducen sucesos alarmantes de todo tipo, que la autoridad trata de poner ordenen aquellos inicios de la Republica de la manera que puede, unas veces con másacierto y otra con menos. En Sevilla se acrecienta con la fuerte implantaciónde la izquierda radical, que controla lamayoría de las agrupaciones gremiales y sindicales de la ciudad, comunistas yanarquistas echan un pulso a lo que ellos consideran un Gobierno burgués.
Desde principios de mes se produce en Sevilla y suprovincia paros y huelgas en casi todos los sectores, sobresaliendo el de laconstrucción. Dichas acción generan en lo que se denomina en aquel tiempo enhuelgas revolucionarias. Se suceden todo tipos de actos y el ejército tiene quesalir a la calle de nuevo para ponerorden.
El día 22 de junio el gobierno de nuevo por medio del general de la división Ruiz Trillo declara el estado de guerra enSevilla por conflictos
sociales. Mueren varios huelguistas (se acusó deaplicar la "ley de fugas).
Resultado final 20 muertos
El complot deTablada
El día 28 de junio es el día fijado para las elecciones a CortesConstituyentes y en medio de un clima de agitación, donde los militares tienenque garantizar el desarrollo pacífico de las elecciones .
En Sevilla se forma una chocante candidatura, con personajes tandispares como el comandante Ramón Franco (hermano del general Franco), BlasInfante (notario e impulsor del nacionalismo andaluz), JoséAntonio Balbontin (escritor y comunista) y Pedro Vallina (médico y anarquista).Solo tenían una cosa en común, todos eran masones.
En aquellos días el comandante Franco era Directorde la Aeronáutica y utilizó la Base militar sevillana de Tablada como si fuesesede electoral de la candidatura. De dicha base salieron aviones que volaron sobre Sevilla con la pancarta de”Andalucía Estado Libre” y arrojando proclamas. Aquí no queda la cosa, alministro Maura le llega información sobre un levantamiento en Tablada alentadopor Ramón Franco y manda al general Sanjurjo a pararlo. Son detenidos yencarcelados numerosos militares y civiles, abriéndose un largo proceso judicial. Elmecánico y activista Pablo Rada fueencarcelado y el doctor Vallina detenido en julio por estar implicados enel levantamiento de aquel verano. Maurasuprime la plaza de Director General de la Aeronáutica y cesa al capitán Rexach de la Aviación civil.
El PresidenteNiceto Alcalá Zamora y Maura habla conlos informadores el día 26 de junio de 1931 y lo recoge el ABC de Sevilla de27/06/1931 Maura declara lo siguiente:
“Estasobedecen al propósito inquebrantable del gobierno de que las elecciones secelebren con normalidad y sin perturbaciones. La campaña revolucionariaemprendida en Sevilla comprometía elorden y ponían en peligro las elecciones en aquella ciudad.
Elseñor Maura dijo también que esta tarde había volado nuevamente sobre Sevillaun avión, que arrojaba proclamas.
-Dela base de Tablada?
Síde la Base militar que es la única que allí existe. Estas cosas, con las que hay que acabar a todo trance, handecidido al Gobierno a intervenir rápidamente.”
Se celebran las elecciones y Franco saca acta porSevilla y Barcelona , prefiere poner tierra por medio y se va a la candidatura de Izquierda Republicana de Cataluña del independentista e igual que él militar ymasón Francesc Macià. Con todo esto, seolvida del independentismo andaluz y seconvierte en independentista catalán, para al final terminar en el bandonacional durante la guerra civil.
Blas Infante, un años más tarde, escribe unlibro donde da su versiónde los hechos
“La verdad sobre el complot deTablada y el Estado Libre de Andalucía”. En el mismo habla también de cosascomo la organización federal de Andalucía y la constitución de un estado :Cada una de ellas (de las provincias) debe constituir un Estado «incluyendo Marruecos». pág. 96
Las ideas de los implicados en el complot quedan demanifiesto en el discurso de Vallina, en el mitin de la CandidaturaRevolucionaria en el patio de la Venta Eritaña, en la noche del día 24 de junio de 1931 yrecogido por el ABC de Sevilla del día siguiente en la pág. 21 :
“antesdel advenimiento de la República recibió un mandato de Madrid para armar elpueblo. Estuvo en Sevilla escapado de la Policía, y durante cuatro días buscoun comité, que al volver él la espalda, no hizo nada. Así, al venir la República,el pueblo, sin armas no se posicionó”
Queda claro que esperaban la caída de laMonarquía para realizar la revolución ycuando llegó la República no pudieron hacerla por falta de armas. Pensaron quecon salir a la calle, igual que los días del 12 al 14 sería suficiente, pero seencontraron con una declaración delEstado de Guerra el día 15 que impidió sus propósitos y continúa:
“y vimos un señor Casas en la Diputación y un señor Egocheaga (uno del publicopronuncia una dura frase) en plan caudillo. ¿No es esto una vergüenzasevillanos?
Con estas palabras se refiere a la inactividad delos socialistas sevillanos, durante esos días. Hermenegildo Casas Jiménez, perteneciente alala moderada del Partido Socialista, era Secretario General de la Agrupación deSevilla y Presidente de la Diputación, en 1934 fue expulsado del PSOE. EladioFernández Egocheaga, aparte de ser destacado dirigente del Partido socialista,era el líder la UGT sevillana.
La actitud de colaboración del Partido Socialista con el nuevo Gobierno Provisional de laRepública y el deseo de celebrar con normalidad las Elecciones a CortesConstituyentes, encienden los ánimos de la izquierda más radical. Esto no seránmotivos para sus proyectos revolucionarios.
El doctor Vallina, remata el discurso con lasiguiente elocución:
“Yo no quiero votos, si no que esta sea la vezdefinitiva y yo a la cabeza de ustedes.”
En el mismo mitin Balbontín habla de la revolución yle da un gran protagonismo a Franco, de quien dice:
“Conlos pies rotos sabrá volar para traer larevolución”
En aquél momento se había informado, que en Lora delRío se había venido abajo el escenario, fracturándose el aviador una pierna.
En la misma línea que Vallina se mete con los socialistas, la derecharepublicana el ejército, la guardia civil y al gobierno entre otros.
Apostilla:
“Manifestóque las Cortes serán conservadoras, yque se producirá el choque entre ellas yel pueblo, que quiere la revolución”
Esa revolución ya estaba en marcha y Sevilla seríaun destacado escenario de la misma.
CONSULTA DEL TEMA ysaber más:
I N S T I T U TO D E H I S T O R I A Y C U L T U R A M I L I T A R
REVISTA DE HISTORIA MILITAR AñolV 2011 Núm. 110 Los sucesos de Tablada de junio de 1931 ysus consecuencias,por don Joaquín GIL HONDUVILLA, Comandante
del Cuerpo JurídicoMilitar, Doctor en Historia
¿El PP y el PSOE vuelven a homenajear a Blas Infante el Día de Andalucía [28-F]? El verdadero padre de Andalucía es Fernando III el Santo
Blas Infante, reconocido en el Estatuto Autonomía como el Padre de la Patria Andaluza, con el voto favorable del Partido Popular*, es un individuo que quería entregar Andalucía a la morisma.
Lo que equivale a someter a los andaluces y (en este caso si que es adecuado recalcarlo) las andaluzas, a la Sharía
El apóstata Blas Infante se hizo musulmán el 15 de septiembre de 1924, ante dos testigos que le regalaron una chilaba y una daga, que conservó durante toda su vida**
Blas Infante se acercaría a la tumba de Al-Mutamid (último dirigente musulmán de Sevilla antes de su liberación), en Agmhat (lugar cercano a Marrakech).
Y es allí cuando Blas Infante hace la Shahada ("testimonio", es el medio por el cual un musulmán se reconoce como tal en una comunidad de creyentes), en una pequeña mezquita de Agmhat, adoptando el nombre de Ahmad («el que pone en acto lo que estaba en potencia», según el parecer de Ibn Arabí).
Los testigos del acto por el que Ahmad Infante se reconocía musulmán fueron dos andalusíes nacidos en Marruecos, y descendientes de moriscos: Omar Dukali y otro de la kabila de Beni-Al-Ahmar.
Blas Infante en Agmhat, peregrinó a la tumba de Motamid, conoció a Omar Dukali, descendiente del último Rey moro de Sevilla y testigo de su Shahada, ceremonia pública de su reconocimiento como musulmán.
Blas Infante, pergeña una doctrina, como indican los textos que recoge Moa en Una historia chocante, que en nada desmerece de la de Arana o Prat. Blas Infante aspiraba a"vivir en andaluz, percibir en andaluz, ser en andaluz y escribir en andaluz"No llegó a escribir mucho en ese idioma, pero descubrió que
"el lenguaje andaluz tiene sonidos los cuales no pueden ser expresados en letras castellanas. Al alifato, mejor que al español, hay necesidad de acudir para poder encontrar una más exacta representación gráfica de aquellos sonidos".Estas peculiaridades
"influjos clásicos de una gran cultura pretérita"obligaban a estudiar la conveniencia de
"reconstruir (sic) un alfabeto andaluz"para separarlo del "español", aunque entre tanto fuera preciso
"valernos de los signos alfabéticos de Castilla".A juicio de Infante, la historia de la región había sido muy mal contada, debido a intereses bastardos que intentaban disimular su realidad nacional.
Andalucía había sido nación en tres ocasiones: la protohistórica Tartessos, la Bética del imperio romano y la Al Ándalus musulmana.
Después habían llegado la miseria y la opresión españolas. De aquellos tres momentos, el más interesante para él era el tercero, por más reciente: en la "comprensión" del período andalusí debía descansar la recuperación de la "conciencia andaluza".
De modo parecido a Arana, diseñó para su "nación" un escudo y una bandera, verde y blanca, colores de los omeyas y los almohades respectivamente. Ante las burlas y quejas, Infante exclamó:
"¡Qué gobierno, qué país! ¡Llegan a sentir alarma ante el flamear de una bandera de inocentes colores, blanca y verde! Le hemos quitado el negro como el duelo después de las batallas y el rojo como el carmín de nuestros sables, y todavía se inquietan".¡Un inocente, el buen Infante!, y lo del "carmín de nuestros sables" está sin duda muy logrado.
Su fervor por Al Ándalus le llevó, además de a peregrinar a Marruecos en pos de la tumba del rey de la taifa sevillana Al Motamid, a escribir dramas en honor de él y de Almanzor, enalteciendo las glorias musulmanas.
De acuerdo con esas ideas, y remitiéndose al principio de autodeterminación, escribía en un manifiesto el 1 de enero de 1919:
"Sentimos llegar la hora suprema en que habrá de consumarse definitivamente el acabamiento de la vieja España. Declarémonos separatistas de este Estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de la justicia y del interés y, sobre todo, los sagrados fueros de la Libertad; de este Estado que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante la conciencia de los Pueblos extranjeros. Avergoncémonos de haberlo sufrido y condenémoslo al desprecio. Ya no vale resguardar sus miserables intereses con el escudo de la solidaridad o la unidad que dicen nacional"(Manifiesto andalucista de Córdoba)
Los escritos de Blas Infante son además de un disparate histórico una traición para los andaluces. Sus auténticos propósitos son entregar y someter los andaluces a Marruecos. Textos como éste son evidencias:“El pueblo andaluz fue arrojado de su Patria (…) por los reyes españoles y unos moran todavía en hermanos, pero extraños países y otros, los que quedaron y los que volvieron, los jornaleros moriscos que habitan el antiguo solar, son apartados inexorablemente de la tierra que enseñorean aún los conquistadores. Y es preciso unir a unos y otros. Los tiempos cada día serán más propicios. En este aspecto, hay un andalucismo como hay un sionismo. Nosotros tenemos, también, que reconstruir una Sión”**.Pero en lo que hay que tener cuidado y estar prevenido es la forma en que actúa el andalucismo, siguiendo la actitud engañosa y ocultista de Blas Infante, tal como recoge la web de la Liga Morisca de Al-Andalus***:
Incluso, en 1.931, las Juntas Liberalistas inician una campaña a favor de la construcción de una mezquita en Sevilla "no con ánimo de hacer profesión o confesión de una religión determinada, sino con el objeto de afirmar la libertad y pluralidad religiosas, elementos de síntesis de la Historia de Andalucía". Para ello, elaboran un cuestionario para los lectores: "¿Qué lugar de Sevilla seria el más a propósito (sic) para situar el templo musulmán?. ¿De cuáles medios pudiéramos valernos para allegar los necesarios recursos?". Evidentemente, Infante no podía hacer público su Din islámico por las consecuencias profesionales, políticas y familiares que ello le acarrearía, viviendo su Islam en “Taqiyya****”, practicándolo y viviéndolo en su intimidad, sin hacerlo público, -tal como lo hicieron cientos de miles de moriscos desde la conquista castellana-, excusando, no sin convencimiento, la construcción de la Mezquita de Sevilla por motivos de “libertad y pluralidad religiosa”.
Frente a semejante barbaridad antihistórica, el Partido Popular, junto el PSOE e IU, ha sido promocionado por como "Padre de la Patria Andaluza", yo quiero unirme, e invitar a unirse, a la iniciativa del manifiesto que quiere reconocer, respondiendo a la realidad, a Fernando III el Santo como el auténtico Padre de Andalucía, que liberó a los ciudadanos béticos de la tiranía de la Sharía, y que volvío a encauzar la historia andaluza en la civilización occidental de la que fue parte fundadora y preeminente desde los tiempos de Tartessos, Roma y San Isidoro, y a la que volvío en plenitud con los Reyes Católicos
28-F, CON “EFE” DE FERNANDONosotros, andaluces de las actuales provincias de Andalucía, orgullosos de nuestra tierra, de nuestra identidad y de nuestras raíces amamos a nuestra Patria y queremos celebrar nuestro Día de Andalucía ofreciendo este manifiesto a todas las asociaciones, de la naturaleza que sean (juveniles, culturales, deportivas, sociales,y cualquier otro tipo de colectivos establecidos en nuestra comunidad autónoma, etcétera…), con la sola condición de que sean asociaciones que arraiguen en Andalucía, para que las mismas puedan adherirse a este Manifiesto desde el momento en que lo hacemos público y sin que se clausure bajo ningún plazo establecido.
Redactamos este Manifiesto para expresar pública, libre y voluntariamente que:
1º. Reconocemos como Padre de Andalucía a Fernando III “el Santo”, Rey de Castilla, Toledo, León, Galicia, Sevilla, Córdoba, Murcia, Jaén.
Siéndolo, en primer lugar, por las cualidades humanas que concurrieron en su personalidad histórica, reconocidas por sus vasallos y enemigos; pues, tal y como reza su epitafio, Fernando III el Santo fue “el más leal, el más verdadero, el más franco, el más esforzado, el más apuesto, el más granado, el más sufrido, el más humilde”. En segundo lugar, es Padre de Andalucía por la proyección histórica de su labor reconquistadora, incuestionable causa de nuestra actual Andalucía (progenitor inmediato de los Reinos de Jaén, Córdoba y Sevilla cuando los reconquistó por su propio brazo; ancestro mediato del resto de provincias hermanas que si no lo tienen como Padre, bien lo podrían tener como Abuelo). La paternidad histórica de Fernando III el Santo no puede rechazarse por ningún andaluz bien nacido; sólo un ignorante podría abjurar de su verdadero origen.
2º. Bajo la égida de la regia figura de Fernando III el Santo fueron felizmente reintegrados a España los territorios españoles que sufrieron siglos de infeliz y terrible esclavitud, sometidos a una cultura extraña y fanática, brutal e invasora que reconocemos como hostil a nuestras libertades y ajena a nuestro propio ser andaluces.
3º. Por las felices victorias del Rey Fernando III se establecieron en nuestro amado suelo patrio nuestros antepasados; solar que les fue arrebatado mediante una invasión: por la fuerza bruta, cruel y sanguinaria, y por la traición de algunos. Siglos y siglos de tinieblas fueron los que sufrió Andalucía, bajo un poder extraño que la sumergió en la noche más lóbrega y sórdida de la barbarie. Fernando III trajo la luz.
4º. Nos vemos forzados a reclamar la paternidad histórica de Fernando III el Santo, tras haber sido puesta en cuestión por nuestro Parlamento de Andalucía cuando, en 1983, impuso -en el Preámbulo del Estatuto de Autonomía para Andalucía- como “Padre” de la misma a un personaje partidista, que ni representa ni puede representar legítimamente a la totalidad del pueblo andaluz, por mucho que sus partidarios le presupongan una paternidad que dicho personaje –cuyo nombre silenciamos a propósito- no puede tener.
5º. Reclamamos que las autoridades políticas de la Comunidad Autónoma Andaluza reconozcan a Fernando III el Santo como indiscutible y exclusivo Padre de Andalucía. Será así como podrán suturar el abismo que la clase política abrió entre ella y el auténtico pueblo andaluz que dice representar. Para que la distancia que cada vez separa más a la clase política del pensar, el querer y el sentir del pueblo no se agrande más.
Y, para que ello surta efecto, suscribimos este manifiesto, el cual se hará público todos los 28 de Febrero, Día de Andalucía, para que todos los 28 de Febrero, éste como los que estén por venir, se escriban con “F” de Fernando, y no con “F” de Falso.
Este tipo de actos no son cuestiones baladís, los arquetipos humanos de Blas Infante y Fernando III representan cosmovisiones opuestas, y son modelos de sociedades enfrentadas, unas someten a sus miembros y otros los liberan y les dan la oportunidad de alcanzar la plenitud humana y espiritual,
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Nota General: No confudir Andalucía con al-Ándalus ( árabe الأندلس ), el territorio de la Península Ibérica y de la Septimania bajo poder musulmán durante la Edad Media, entre los años 711 y 1492, y por lo tanto tampoco andaluz con andalusi
* El Partido Popular no solo vota favorablemente a que en el Estatuto Andaluz se ratifique en que el Parlamento de Andalucía reconozca a Blas infante "como Padre de la Patria Andaluza" (Preámbulo de la Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo) sino que le realiza homenajes:
ARENAS PRESIDE LA REUNIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PP-A EN HOMENAJE A LA MEMORIA DE BLAS INFANTE SERVIMEDIA MADRID/SEVILLA, 10-AGO-2008 El vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP y presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, presidirá esta mañana la reunión del Grupo Parlamentario Popular en el Parlamento andaluz en homenaje a la memoria de Blas Infante.** La apostasía de Blas Infante, sus formas de actuar, narradas hagiográficamente se pueden ver en la web de la YamaA Islámica de Al-Andalus (Liga Morisca)
*** Texto recogido en WebIslam
**** El principio llamado Taqiyya ( التقية ) es la dispensa que tiene el musulmán para mentir y engañar al Infiel acerca de las creencias, métodos y objetivos del Islam . El principio elimina toda posibilidad de diálogo entre el islam y otros sistemas de creencia. ¿Por qué¿ Porque el infiel (tú y yo) nunca sabremos si lo que nos dicen es la verdad o un paquete de mentiras. En el islam es perfectamente aceptable mentir y engañar al kafir (infiel) porque esta religión vive en un estado permanente de guerra contra los no musulmanes y el engaño es una táctica legítima para ellos. La palabra o la promesa de un musulmán a un kafir no vale nada ante los ojos de Alá, es decir, no acarrea consecuencias si es quebrantada.
Taqiyya es un recurso muy usado por los líderes del islam a nivel internacional en sus negociaciones con los gobiernos de occidente, y en el plano local cuando los musulmanes son minoría en una nación.
Anotaciones de Pensamiento y Critica
28 DE FEBRERO: NADA QUE CELEBRAR
Por Antonio Moreno Ruiz
Hasta donde yo sé, en mi árbol genealógico, por la parte materna hay Bollullos de la Mitación y algún ramalazo de Coria del Río, Écija y Almensilla. Por la parte paterna está muy repartida la cosa; no obstante, contamos con Morón de la Frontera y Coripe, con ramalazos de Montellano, Algodonales y Zahara de la Sierra (y todo eso asentado luego en Utrera), y por otro lado, Pilas, Coria del Río, y un ramalazo de Sierra Yeguas. Así que a mí, lecciones de andaluz, poquitas. Soy andaluz integral y a mucha honra, y soy el primero en saltar como un tagarro cuando nos ofenden. Por eso mismo, hoy no tengo nada que celebrar. Hoy no es el día de Andalucía. Hoy es el día de Blas Infante, un personaje cuyas ridículas teorías islamófilas, cargadas de odio a Castilla y al cristianismo, sin nada de Historia, jamás fueron aceptadas por el pueblo andaluz, el cual le dio la espalda, no pudiendo conseguir ni acta de diputado. No contentos con eso, la oligarquía que en los años 70 hizo este régimen corrupto, nacida de lo peor del franquismo y lo peor del antifranquismo junto y revuelto convocó un estatuto que la mayoría del pueblo andaluz no quiso, no llegando al 40% de votantes (en Galicia apenas se llegó al 30%...). A los años, sin embargo, un cacique comunista de Sevilla le quitó una calle a Manuel Fal-Conde en las 3000 Viviendas, un líder popular andaluz, votado y querido por su pueblo, que se enfrentó a Franco cuando estaba vivo. Y encima nos imponen a Blas Infante como un dios, mientras que el pueblo sigue sin conocer su teorías. Y prefieren que sea así, porque saben que de saberlo, generaría una reacción negativa ipso facto.
Puestos a reivindicar Historia y por eso del derecho a decidir, prefiero acordarme de los mozárabes, aquellos valientes cristianos que en Córdoba, capitaneados por Eulogio y Speraindeo, se negaron a someterse al poder musulmán que Blas Infante exaltaba como nuestra supuesta identidad diferencial, luchando y derramando su sangre como mártires frente a la tiranía.
Basta de mentiras. Los Reynos del Andaluzía (Sevilla, Córdoba y Jaén, con Algeciras y Gibraltar; Granada no entra en la geografía andaluza hasta la imposición del liberalismo del XIX) nacieron en el siglo XIII con San Fernando III, vencedor de los invasores almohades, y él es el padre de la patria, unificador del valle del Guadalquivir y ejecutor de las bases que a posteriori llevarían a reconquistar Granada. Antes habíamos tenido una Bética Romana y con la invasión musulmana no hay una "regionalidad meridional", puesto que Al Andalus era todo territorio del islam ibérico; siendo que "Hispania/España" existe como tal en lengua arábiga (seguramente copiado del bizantino Spania, como copiaron del griego "stuan" = zaguán, y tantas otras cosas), pero desde primera hora el islam quiso hacer otra cosa, pretendiendo borrar hasta el nombre del país. Y nosotros somos andaluces, y por ende españoles, no andalusíes.
¿Hablamos de señoritismo? Pues ya que Blas Infante lo era, vámonos antes a Mendizábal, descendiente de sefardíes que entraron por Gibraltar, el tirano liberal que utilizó Andalucía como cortijo para pagar la Guerra Carlista, ajusticiando y encarcelando a todo sospechoso de carlismo, y entregando las minas a los Rotschild. Él y sus respectivos sucesores crearon toda una casta de caciques, y al alimón de las Cortes de Cádiz, al quedar el trabajador y el campesino sin protección gremial, quedó a merced de ellos.
Pero qué cómodo es echarle las culpas a la Reconquista, ¿verdad? La realidad no gusta tanto, porque salpica directamente. Durante tres décadas hemos tenido primero a Manuel Chaves, un ceutí hijo de un militar que pasó de África a la Península con Franco, y luego a José Antonio Griñán, madrileño hijo de un escolta de Franco cuyo nombre fue puesto en honor al fundador de la Falange, cacique puesto a dedo desde Madrid y cuyo acento de Despeñaperros para arriba es más que notorio.... Y gracias a este régimen, miles de andaluces, entre ellos yo mismo, no hemos tenido más remedio que emigrar. Así que, como decía al principio: Lecciones de andaluz a mí, poquitas. Y menos por parte de este ganado. Dime de qué presumes y te diré de qué careces...
Y bueno, mi bandera no es esa recreación mahometana que el señorito de Casares se sacó de la manga, para acabar ensuciando el histórico y mítico escudo de Cádiz, amén de usurpar un himno eucarístico de unos campesinos a los que él siempre vio a distancia. Y ya puestos, antes portugués que moro. Blas Infante fue fusilado, sí, y no nos alegramos, como tampoco nos alegramos de los fusilamientos de José María Hinojosa y Pedro Muñoz-Seca, y tantos otros andaluces ilustres que el "andalucismo" oficial y subvencionado ignora premeditadamente.
Somos tierra de frontera y tenemos múltiples influencias, tanto antiguas como nuevas. Tenemos una identidad cultural propia, no "uniforme", así como unos caracteres geográficos parecidísimos. Pero si se trata del "morisquismo", lo morisco o mudéjar como tal tuvo más influencia en Aragón y Valencia que en Andalucía, y sin embargo allí no existen este tipo de paranoias, porque nada tiene que ver ni con la historia ni con la cultura, sino con las manipulaciones y las corruptelas. Que no renunciamos a parte de nuestra historia, reiteramos: Estamos en contra de la falsedad y el descaro. Nuestras verdaderas banderas estaban colmadas de castillos y leones, y en Jaén veían el Santo Rostro de Cristo, así como en Córdoba se enseñoreaba el león y en Sevilla, o bien los castillos o bien el propio San Fernando. El día de San Fernando es el día de nuestra patria chica, la misma que nos eleva a haber llevado por delante la universalidad de nuestra patria grande, en directa hermandad con Canarias e Hispanoamérica, relación que el "andalucismo" nunca ha reivindicado, porque de hecho le estorba.
A día de hoy, estamos arruinados por la oligarquía que profesa este falso credo. Empero, eso no durará siempre y nos levantaremos con honor, evocando que fuimos los primeros en derrotar a Napoleón.
¡¡VIVA FERNANDO TERCERO EL SANTO, EL PADRE DE LA PATRIA!!
¡¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE DEL "AL-ANDALUSISMO" DE LABORATORIOS PSEUDO-INTELECTUALES Y LADRONES!!
¡¡VIVA ESPAÑA!!
RAIGAMBRE
EL ANDALUCISMO, ¿QUINTA COLUMNA DEL ISLAM EN LA PENÍNSULA?
Por Manuel Fernández Espinosa
El andalucismo, fundado por Blas Infante, ha conocido a lo largo de su curso histórico diversas plasmaciones políticas. Pasa por ser un nacionalismo periférico de los más pacifistas y políticamente correctos, pero desde sus primeros pasos incuba en su seno gérmenes pro-islamistas harto inquietantes.
EL ANDALUCISMO.
El independentista catalán Ángel Colom venía a decir hace unos años que el andalucismo contemporáneo podía reconocerse como “un nacionalismo emergente”.
El andalucismo, en su versión nacionalista, es como no podía ser menos, una “…doctrina que exige e impone la absoluta y total homogeneidad cultural y consagra como uno de sus elementos definitorios la necesidad de que cada nación se dote de un Estado independiente”, tal como lo definió Aleix Vidal-Quadras. Si el andalucismo no reviste en la actualidad señales palpables de una vocación totalitaria es por hallarse a la fecha de hoy impotente para ello, pero no por falta de aspiraciones. Y así cabe interpretar la posición del Partido Andalucista que abandonó el proyecto del flamante Estatuto de Autonomía para Andalucía, aprobado recientemente por el PSOE y el PP, por entender como demasiado floja la fórmula de “realidad nacional” que en el texto admitió el PP.
Andalucía, ¿nación? Andalucía, ¿realidad nacional? El estado febril de nuestros nacionalistas puede conducirnos a todos no a una nación ni a una realidad nacional, sino más bien a una “surrealidad nacional” que es en la que estamos sumidos.
BREVE HISTORIA DEL NACIONALISMO ANDALUZ.
El andalucismo histórico no deja de ser un fenómeno político que, tal y como otros nacionalismos centrífugos de la periferia peninsular, se manifiesta en la historia reciente de España. Pero hablar de andalucismo es hablar de Blas Infante.
BLAS INFANTE, UN CRIPTOMUSULMÁN.
Blas Infante nació el 5 de julio de 1885 en Casares, provincia de Málaga, y muy posiblemente, siguiendo a sus hagiógrafos, tenía en las venas sangre morisca. Desde 1896 a 1900 fue alumno interno de los Escolapios de Archidona, abandonando sus estudios a los 15 años para trabajar de auxiliar en el juzgado de Casares. Hasta 1904 no reanudaría sus estudios en Granada, cursando Derecho y, como era la costumbre, Filosofía y Letras. Es en Granada donde toma contacto primero con los círculos intelectuales que están reanimando el estudio de Al-Andalus. Con 24 años es notario, ejerciendo en Cantillana. La conferencia de Mario Méndez Bejarano en el Ateneo de Sevilla que giraba alrededor de los residuos del federalismo decimonónico parece inspirar al que luego será alabado como padre de una presunta Patria Andaluza. Asiste en 1913 al Congreso Internacional Georgista que tiene lugar en Ronda. En 1917 cae en sus manos un “Proyecto de Constitución o Pacto Federal para los Cantones Andaluces…”, que data de 1883, un proyecto que en sus delirios nacionalistas interpretará como “Constitución de Antequera”. En Ronda, allá por 1918, el andalucismo hace acto de presencia, primero como regionalismo, pero después se transmuta en nacionalismo rampante cuando toca la hora de la Asamblea de Córdoba (1919), en la que se desenmascara como nacionalismo. A medida que envejece el Notario de Cantillana (a no confundir con el Barquero de Cantillana, el bandolero Curro Jiménez), sus posturas se radicalizan llegando a coquetear incluso con el anarquismo.
Se casa y se traslada a Sevilla, en donde funda la Editorial y biblioteca “AVANTE”. La dictadura de Primo de Rivera paraliza la actividad política del andalucismo (“Dale la espalda a la tormenta”, habían dicho como consigna en el PNV por aquellas calendas) y Blas Infante permuta su notaría de Cantillana por otra de Isla Cristina, instalándose en Huelva a finales de 1923.
En 1924 viaja a Marruecos y confraterniza con las cabilas rifeñas, las mismas que han asesinado brutalmente a miles de soldaditos españoles. Su viaje a Marruecos lo entiende como una peregrinación a Agmat, en donde visita la tumba de Al Motamid, rindiendo homenaje a ese último rey andalusí de Sevilla. Su interés por el Islam es cada vez más declarado y empieza a estudiar árabe. En 1928 viajará al Algarbe portugués para asistir a un homenaje que se le tributa a su admirado Al Mutamid. Al-Motamid dará título también a uno de sus libelos publicado en su propia imprenta. También dedicará un drama épico a Almanzor, uno de los modelos de intolerantismo más memorable de la historia, el mismo Almanzor que asesinaba españoles aterrorizando el norte cristiano con sus operaciones expansionistas parece ser una figura inspiradora de la demencia nacionalista infantesina.
Terminada la dictadura primorriverista se traslada Infante a Coria del Río, tras la proclamación de la II República, y no tarda en constituir las Juntas Liberalistas de Andalucía. Serán las mismas Juntas Liberalistas de Andalucía de Blas Infante las que en 1931 inicien una campaña a favor de construir una mezquita en Sevilla, captando fondos para levantarla. En el año 2006 el proyecto de la mezquita de Sevilla es toda una realidad que como vemos tiene sus precedentes en este musulmán clandestino.
Cuando estalla la guerra permanece en su casa de Coria del Río. El 2 de agosto de 1936 es detenido y confinado en la calle Trajano de Sevilla. 48 horas después se le lleva a una prisión provisional y la noche del 10 de agosto es conducido al km. 4 de la carretera de Carmona, donde es fusilado. Sus hagiógrafos dicen que no obraban cargos contra él, pero a la luz de su biografía podemos deducir que Blas Infante era, sin género de dudas, reo de alta traición a España.
LOS SÍMBOLOS DEL NACIONALISMO ANDALUZ.
Desde el momento y hora en que Blas Infante y sus secuaces ponen en marcha este despropósito del andalucismo, se pusieron a buscar los símbolos de esa “nación” que ellos concibieron. Para el escudo escogieron un Hércules figurado, dominando dos leones, enmarcado entre dos columnas que pueden ser tanto las míticas columnas de Hércules como las masónicas de Jakim y Boaz. Hércules, el héroe mítico, doma el león de Europa y el león de África. En el caso de la bandera, el simbolismo es todo un manifiesto programático.
Parece ser que la tonada del himno de Andalucía se basa en una idea musical de Blas Infante que fue trasladada al pentagrama por el maestro Castillo. Este himno se estrenó en un concierto ofrecido por la Banda Municipal de Sevilla el viernes 10 de julio de 1936. Su letra la compuso el mismo Blas Infante.
La bandera de Andalucía es, como todo el mundo sabe, la formada por tres franjas horizontales de igual anchura, color verde-blanco-verde. Fue aprobada en la Asamblea andalucista de Ronda en 1918 y una vez aprobado el Estatuto de Autonomía en plena transición democrática esta bandera, al igual que los otros símbolos (el escudo y el himno), fueron adoptados como insignias con las que se pretende que los andaluces nos identifiquemos.
En cuando a los colores de la bandera andaluza hay que decir que el estandarte verde ha sido tradicionalmente el estandarte de Mahoma. Allá por el siglo VIII este color era la bandera de la dinastía Omeya. La franja blanca se atribuye a los almohades que en 1146 invadieron la península y pusieron a todos los desavenidos reinos moros de Andalucía bajo su férula. En 1198 esa bandera ondeaba en la Giralda de Sevilla, celebrando el descalabro de nuestras tropas en la batalla de Alarcos. En los manuales de Historia que los niños andaluces manejan se dice que la bandera expresa un mensaje: “Llamada al parlamento”. Y un andalucista, Manuel Ruíz Romero, piensa que la bandera es “en cualquier caso ’símbolo de esperanza y paz’”; no sabemos a qué esperanza se puede referir como no sea a la de no ser invadidos y, de todas formas, atribuyéndosele a los almohades el color blanco, la paz que pudiera simbolizar sería una espada vigilada por alfanjes.
En 1930 esta infame bandera que recobraba los colores del enemigo secular había sido izada en la Casa de Andalucía, sita en la calle Alcalá de Madrid. Los españoles de la época, ingenuos intérpretes del fenómeno del andalucismo que confundían con un regionalismo inocuo, propusieron una reforma para esta enseña. Así D. Alfredo Ramírez Tomé pedía un color más para la bandera de Andalucía, el color azul; y D. Alfredo Cazabán Laguna pedía que se incluyera en ella: “En la parte superior del paño simbólico y en un ángulo de él, dos pequeñas franjas… Una franja amarilla y roja otra: los colores de la Bandera Española, que pone Andalucía sobre los colores de la Bandera Regional. De ese modo, llevará la enseña de la patria chica, el homenaje de la Patria grande.” Pero los nacionalistas andaluces, nada quisieron saber de la “Patria grande”, por lo que estas sugerencias cayeron en saco roto y actualmente los andaluces más incautos se identifican con un trapo moro que cifra en sus colores los ochocientos años de ignominia que duró la ocupación sarracena.
LA C.E.H.A: TENTÁCULO CULTURAL DEL PARTIDO ANDALUCISTA.
El X Congreso sobre Andalucismo Histórico, celebrado en octubre del año 2001, puso en evidencia para los andalucistas, en palabras del vicepresidente de la Fundación Blas Infante, que: “…la educación es el principal fin para mejorar el estado de la región”. No sin expresar que: “Uno de los grandes males de Andalucía para los baluartes de la causa de Infante es la falta de vertebración de la región.”
En efecto, lo que los andalucistas consideran defecto de vertebración regional, amén de los atávicos enfrentamientos provincianos (el “antisevillanismo” manifiesto que alimentan algunas provincias como Cádiz o Granada) es uno de los brotes más hostiles a cualquier idea de Andalucía como nación, lo que ha supuesto siempre un lastre para el andalucismo militante que ha chocado también con el escepticismo de la población andaluza, tan realista y sabia, como escribía D. José Ortega y Gasset, que poco o nada se interesa por las historias de Califatos esplendorosos y cuentos de María Castaña. Conscientes de este hiato entre las presuntas elites culturales andalucistas y el pueblo andaluz, irredento de su analfabetismo, el mismo X Congreso sobre Andalucismo Histórico del 2001 reclamaba la “educación” como medio, pero no vayamos a creer que lo hacían por altruísmo filantrópico: lo que esperan los andalucistas es decidir la política educativa, sobre todo en lo concerniente a la historia de Andalucía, para servirle a las futuras generaciones el delirante sueño de ese Al-Andalus que soñaba Blas Infante.
También se expresó en el mismo encuentro la necesidad de “una reorganización del territorio para llegar a un modelo comarcal y no provincial”. Este modelo que proponen ellos sería tanto más óptimo para alzar las columnas del andalucismo allí donde todavía no han podido erigirse debido a las particularidades que hemos comentado.
Pero con antelación a este importante Congreso, había sido resucitada una antigua asociación cultural que fue, y es, el verdadero y discreto motor de toda la actividad política del Partido Andalucista: el Centro de Estudios Históricos de Andalucía, la C.E.H.A.
Su historia es un tanto más vieja. Fundado por D. Alfonso Lasso de la Vega y Jiménez Placer en el Alcázar de Sevilla en 1932, la C.E.H.A. congregó a un grupo de profesionales y técnicos multidisciplinares con la finalidad de pensar el “ser andaluz” (?), estudiar la historia de Andalucía y, a la vez, difundir sus resultados entre los sectores más amplios de la población para de esta forma ir creando una conciencia nacional de la que carecemos los naturales de Andalucía.
La C.E.H.A. ha sido refundada nuevamente en las últimas décadas, y ha reanudado con vigor la misma labor metapolítica para divulgar una historia sesgada de Andalucía, relegando al ominoso olvido la herencia cristiana (tildada por los más conspicuos andalucistas con el mote peyorativo de “mesetaria”), y teniendo como objetivo explícito despertar el sentimiento nacionalista, que se basaba en los tres momentos que Blas Infante visionó como ápices de la historia andaluza, o sea las tres etapas en las que, según el padre del nacionalismo andaluz, Andalucía fue “nación independiente”: la Tartessos prerromana, la Bética senatorial y el Al-Andalus musulmán.
El resto de la historia andaluza: la presencia céltica verificada en muchos yacimientos y en la toponimia; los inicios del cristianismo; la obra compiladora de San Isidoro de Sevilla; el testimonio de San Eulogio o el ejemplo de virtud heroica de los Mártires de Córdoba que se inmolaban a la mayor gloria de Dios en una Córdoba musulmana que era todo antes que un oasis de tolerancia; las gestas de la Reconquista con Fernando III de Castilla, el Santo; el esplendor de la Sevilla que veía llegar por el Guadalquivir las riquezas del Nuevo Mundo contenidas en los galeones que escapaban a la piratería europea, el florecimiento de las Artes y las Letras en la Sevilla barroca, etcétera… no es para la C.E.H.A. otra cosa que la historia, amarga y vergonzosa para ellos, de la Andalucía que ellos quieren borrar de la memoria colectiva, la Andalucía que hubieran querido que nunca jamás hubiese sido en la Historia. La Andalucía genuina, la española, la europea.
Según los sectarios de Blas Infante la hegemonía de los visigodos “trinitarios”, como ellos nos denominan a los católicos, y el “imperialismo asimilacionista” de las dinastías de los Austria y los Borbones no son Historia que merezca contemplarse. Así piensan los talentos de la C.E.H.A.
EL ANDALUCISMO OCULTO: LOS COLABORACIONISTAS DEL ISLAM.
Blas Infante Pérez había escrito: “Yo, criado entre jornaleros e hijo de un pueblo jornalero por excelencia morisco o andaluz, había vivido la tragedia de la Andalucía secularmente martirizada, de un pueblo que soportaba con musulmana resignación y aristrócrata mansedumbre”. Lo que quiere decir que para Infante los andaluces somos “moriscos”; ¿qué haremos los andaluces que no lo somos? Pero la verdad era muy distinta, Blas Infante era hijo de acomodados labradores, estudió y no tuvo especiales problemas económicos, pudiéndose dedicar a fantasear con un Al-Andalus idílico. Tampoco nos tomaremos la molestia de averiguarle el árbol genealógico al malogrado ideólogo malagueño, pero, aunque sus antepasados fuesen cristianos viejos, lo cierto es que a lo largo de su vida intelectual fue decantándose cada vez más por el Islam hasta el punto de profesar encubiertamente la religión musulmana.
Muy pronto el mítico Tartessos y la clásica Bética de los senadores romanos serían olvidados por Blas Infante. El fundador del nacionalismo radicalizaba su postura nacionalista a medida que se fue concentrando en el estudio de Al-Andalus. “La comprensión de esta etapa marginada -escribe Manuel Ruiz Romero, secretario de la C.E.H.A.- será vía obligada en la recuperación de la conciencia del pueblo para el andaluz [léase Blas Infante].”
Blas Infante cultivaría, desde el descubrimiento de Al-Andalus, una febril devoción por todo lo musulmán que lo llevaría a declarar públicamente su cripto-mahometanismo: “Nosotros no podemos, no queremos, no llegaremos a ser jamás europeos. Externamente en el vestido o en ciertas costumbres ecuménicamente impuestas con inexorable rigor hemos venido pareciendo aquello que nuestros dominadores exigieron de nosotros. Pero jamás hemos dejado de ser lo que somos de verdad: esto es andaluces, euro-africanos, euro-orientales, hombres universalistas, síntesis armónicas de hombres.”
Para Infante: “Los moros andaluces (!) viven en el destierro desde hace cuatro siglos”.
La página islamista de Internet a la que hemos aludido más arriba reclama la publicación de las obras completas de Blas Infante que comprenden, según esta fuente, en este caso fidedigna, casi tres mil manuscritos y catorce obras literarias. Los mismos “musulmanes andaluces” se preguntan: “¿Por qué tanto secreto?”.
Es una de las pocas cosas en las que estamos plenamente de acuerdo con este grupúsculo formado por andaluces apóstatas y recién conversos al islam.
Nosotros también quisiéramos disponer de la obra completa de Blas Infante, siquiera para descubrir las memeces y payasadas de este visionario que a título póstumo todavía pasa por ser un hombre de buenas intenciones, cuando no era otra cosa que un renegado, y si todavía alguien nos lo cuestiona, leamos estas elocuentes palabras del “Sabino Arana” andalusí: “El rencor europeo o de animalidad europea que se ofreció a la historia con el nombre de fervor católico se ensañó contra esta cultura superior de Al-Andalus, no sólo por odio al nombre musulmán que la designaba sino por el temor de que su fuerza cautivante de las almas descubriese la verdadera naturaleza de la inspiración animal que rigió la conquista”. Al parecer, para Blas Infante no cuenta la barbarie islámica que inmoló a innumerables mártires de Cristo bajo las cimitarras y bajo suplicios horrorosos. Eso no cuenta para el amigo de Almanzor.
En efecto, nos preguntamos: Cuando la comunidad autónoma de Andalucía ha reconocido a Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza, cuando como bandera andaluza flamea en los ayuntamientos democráticos de toda Andalucía el trapo blanquiverde que Blas Infante pergeñó, cuando los políticos del PSOE y del PP cantan al alimón los versos del Himno que Blas Infante compuso, cuando se les obliga a los niños andaluces a celebrar el día de Andalucía con dibujitos que nos pintan lo bondadosísimo y estupendísimo que era este musulmán encubierto… ¿Por qué no se han divulgado las obras completas del devoto de la cimitarra de Almanzor?
Con los “musulmanes andaluces” -parece mentira que estemos de acuerdo en algo con ellos- nos hacemos esta pregunta: ¿Por qué tanto secreto?.
OTRO NACIONALISMO NACIDO EN LAS SACRISTÍAS DESVIADAS.
Los textos secretos de Blas Infante están por publicarse. Hasta la presente, el custodio de los manuscritos -que a juzgar por testigos oculares, entrañan no poca dificultad de descifrar, dada la pésima caligafía de Infante, es el Padre Enrique Iniesta Coullaut-Valera, un personaje que merece un parágrafo.
Nacido en Madrid en 1930, aunque de orígenes sevillanos (su familia era oriunda de Marchena), el padre escolapio Iniesta es una autoridad en materia infantesina. Biógrafo de Blas Infante, investigador de la obra del ‘profeta’ por el cual parece haber abandonado el interés que por su estado eclesiástico debiera sentir por la evangelización, Iniesta es un andalucista militante que actúa como gurú del andalucismo, casi sagrado oráculo de la C.E.H.A., de la que es vicepresidente del C.E.H.A., así como director de la Biblioteca de Temas Andaluces. También cuida de la exposición permantente “Blas Infante. Vida y Obra” que la Fundación Andalucía mantiene en el Colegio Escolapio de Granada.
Es uno de los muchos sacerdotes católicos de origen, lo sentimos por él, muy poco andalusí que ha desarrollado una labor entusiástica por recuperar y divulgar la obra de Blas Infante. Entre estos sacerdotes y religiosos destacan el televisivo y popular José María Javierre (nacido en Lanaja, provincia de Huesca, en 1924), Diamantino García Acosta (nacido en Ituero de Azaba, provincia de Salamanca, en el año 1943), o los jesuitas Pope Godoy (sic) y García Mauriño, todos ellos desarrollaron su tarea metapolítica al servicio de la causa andalucista en tiempos de la Transición.
Desde sus inicios, el andalucismo estuvo inspirado por católicos como el teólogo sevillano José María González Ruiz (nacido en 1916). Curioso, una vez que desplegamos el fenómeno andalucista y descubrimos su islamismo oculto. Aunque no nos parecerá extraño cuando encontramos un nexo común entre casi todos ellos: sus simpatías por la Teología de la Liberación. Recordemos, aunque parezca salirnos del asunto, que el marxista Roger Garaudy, convertido después al Islam, fue uno de los iniciadores del diálogo Iglesia Católica-Marxismo en connivencia con Helder Cámara, a ambos podemos reputarlos como padres de la Teología de la Liberación. Roger Garaudy, instalado en la Torre de la Calahorra de Córdoba, desde la que atalaya el mundo occidental, capitalista y cristiano de sus odios, está también al frente del Instituto de las Tres Culturas, siendo uno de los más celebérrimos musulmanes europeos. Quisiéramos hacer notar los eslabones de esta cadena: marxismo-teología de la liberación-andalucismo-islam. Sorprendente.
No obstante, volvamos a nuestros curas andalucistas. El factótum de la “inteligentsia” andalucista es, sin duda alguna, el escolapio P. Iniesta. Él mismo nos confiesa sabrosas anécdotas a la luz de la cuales nos extraña muy mucho que todavía pueda seguir cantando Misa. Sería interesante que la Sagrada Congregación de la Fe examinase el conjunto de su obra “intelectual” al servicio de causas muy ajenas a la Iglesia Católica y al mensaje salvífico de Jesucristo.
Vamos a contar un episodio de su vida que para nosotros es suficiente. No creemos que se pueda incomodar el escolapio, pues lo contó con todo desparpajo y sin sonrojo alguno él mismo, en un acto público, concretamente en una conferencia pronunciada ante un auditorio de nacionalistas catalanes. La conferencia se titulaba: “Blas Infante y Cataluña”.
En los años cincuenta -cuenta el P. Iniesta- se encontraba el sacerdote en la Colegiata del Real Sitio de la Granja, donde reposan los restos mortales de Felipe V de Borbón e Isabel de Farnesio, su esposa. Se le brindó la ocasión de acceder a la cripta mortuoria del monarca difunto, y junto con él también penetró en la cámara mortuoria el escolapio Ramón Castelltort. Ambos correligionarios pudieron contemplar lo que quedaba del primer monarca borbónico. Ramon Castelltort se comportó ante el cadáver de Felipe V, en honor de este poeta escolapio hay que decirlo, muy respetuoso a pesar de ser catalanista y no profesar simpatías por el rey centralista. Pero veamos lo que le pasó por la cabeza al P. Iniesta: “Y entonces, la tentación de un diablo humorista, me picó inesperadamente: di un leve codazo a Castelltort y canturreé mirando al regio cuerpo presente: ‘Bon cop de falç, bon cop de falç, defensors de la terra’”. Estos versos de Els Segadors, himno de Cataluña: “¡Buen golpe de hoz, buen golpe de hoz, defensores de la tierra!” no son que digamos una piadosa jaculatoria ante los restos mortales de un cristiano. El escolapio sucumbió a la tentación del demonio humorístico que, como no podía ser menos también se reveló como el demonio más macabro. Se trata, como por desgracia no podemos disimularlo, de algo muy parecido a una profanación. Y es que, por mucho que les pese a los nacionalistas, Felipe V de Borbón era un cristiano. La actitud del P. Iniesta, no sabe cuánto lo lamentamos, es asaz irreverente y sacrílega y muy poco edificante.
Acto seguido, en la misma conferencia, el sacerdote escolapio del que tratamos, declara adoptar el papel de una especie de mediúm espiritista, realizando una “ceremonia de evocación” [palabras suyas] por la que invoca a los espíritus de los padres de las patrias catalana y andaluza. Es lo que ocurre cuando ciertos clerizontes con la cabeza a pájaros se apasionan por la ideología nacionalista y dejan a un lado su apostolado y su misión ministerial.
Resulta curioso que Blas Infante, el Padre de la Patria Andaluza, que llegó a profesar tanto odio al cristianismo por haber acabado con Al-Andalus y haber desterrado a los “moros andaluces” al Magreb, se educara en un colegio de los Escolapios, concretamente en el de Archidona.
La vida suele gastar estas bromas a los aprendices de brujo. Antes de ser el “profeta” del andalucismo, reinventando el pueblo ‘andalusí’ de sus andanzas e indigestiones intelectuales, Blas Infante no fue otra cosa que un niño de familia bien que podía permitirse el lujo de estudiar en una escuela dirigida por los Padres Escolapios. No parece que aprendiera mucha vida piadosa en este centro educativo y, no obstante, haremos bien en pensar que en los tiempos colegiales de Blas Infante, los escolapios estarían mejor formados espiritualmente que el P. Iniesta. De todas formas, lo que es de temer son las promociones de jóvenes del colegio escolapio de Granada que han sido (de-)formadas por sectarios del andalucismo como el mismo P. Iniesta, que muestran una vida de piedad que tanto deja que desear y a los que no les falta su ramalazo de espiritistas.
EL ANDALUCISMO PUDO PASAR A LA LUCHA TERRORISTA.
No nos lo inventamos. Nos lo cuenta un iniciado, un miembro histórico del Partido Andalucista que hoy forma parte de los cuadros de mando de la C.E.H.A.: se trata de D. Manuel Medina Casado, y lo narra en su ponencia intitulada “Una visión de la transición andaluza a la autonomía, (1976-1984)”, publicada por la Cámara de Comercio e Industria de la Provincia de Jaén en el cuaderno titulado TRANSICIÓN Y AUTONOMÍA DE ANDALUCÍA, año de edición 1999. La cita es prolija, pero creemos que merece la pena ser trasladada íntegramente.
“En los meses inmediatamente anteriores al 28 F [día que ha pasado a ser el "aberri eguna" andaluz], y también tras esa memorable fecha, el ambiente político estaban (sic) muy caldeado en ciertos círculos andaluces cercanos al nacionalismo andaluz, por lo que políticamente se había considerado una vejación, a saber: lo insólito del referendum y la postura del gobierno central y su partido la UCD. No hay más que echar una ojeada a los diarios y percatarse incluso del brote de ciertas posturas terroristas. No es deseo de este ponente entrar en citas detalladas, deseo sólo ofrecer “una visión general” y escribir sobre algún tema que otro, que se han obviado hasta el presente.
Al escribir sobre tema tan espinoso como es la violencia daré sólo tres datos:
a) Jóvenes y no tan jóvenes de alguna provincia andaluza pidieron entrenarse en algún país del norte de África, con el deseo de “aprender tácticas” terroristas, al modo que lo estaban haciendo los etarras en el sur de Francia, que luego aplicarían en Andalucía. (El dato lo guardo en mi memoria y es de primera mano. No deseo hacer más precisiones por el momento).
b) Así se leía en el título de una noticia en un periódico “Nueve militantes del FAL (Frente Andaluz de Liberación) pasan al juzgado hoy, detenidos anteanoche por asociación ilegal en Sevilla” (Correo de Andalucía de 16 de febrero de 1980). El presidente y fundador del FAL fue Antonio María Medina Molera. Personaje interesante de la Transición andaluza.
c) “Los Grupos Armados 28 de Febrero reivindican un atraco realizado en Córdoba”. Titular de “El País” de 14 de marzo de 1980."
Hasta aquí el autor andalucista.
Como podemos comprobar por testimonios personales que nos merecen todo crédito, dado que han sido emitidos desde el propio seno del Partido Andalucista, el andalucismo radical ensayaba en la década de los 80 del siglo XX líneas extremistas de acción armada. Los protagonistas de aquellas batallitas que, a Dios gracias, no llegaron a acarrear desgracias mayores son hogaño honestos padres de familia. Pero, ¿quién pone la mano en el fuego por lo que adeptos del andalucismo musulmán y panislamista puedan perpetrar en el futuro?
A fecha de hoy conocemos a muchos andalucistas que no tienen ni la más remota idea de los orígenes ocultos del andalucismo de Blas Infante. Ingenuos e incautos andaluces -y no andaluces, pero residentes en Andalucía- dan su voto al Partido Andalucista, por entender que esta formación nacionalista poco o nada tiene que ver con otros nacionalismos más furibundos y abiertamente separatistas. Los andalucistas se aúpan en los ayuntamientos andaluces, rebañando de los presupuestos de cultura de aquí y allá para subvencionar su labor metapolítica: configurar los temas de historia de Andalucía, previamente distorsionados y sesgados convenientemente, sería uno de los sueños que acarician. De esa forma podrían penetrar en la conciencia de un pueblo que hasta hoy apenas los escucha para preparar otra bomba de relojería, otro foco de separatismo.
La mayoría de los andaluces no saben a ciencia cierta quién es Blas Infante, prueba de ello es que muchos andaluces todavía confunden al notario Blas Infante con otro notario, D. Blas Piñar. Pero, lejos de constituir una moda efímera, el andalucismo echa raíces y acapara posiciones aventajadas en las administraciones públicas de la autonomía de la España meridional: sus votos son decisivos en los ayuntamientos presididos por el PSOE o el PP que no tienen ningún reparo en pactar con ellos. (¿Saben acaso nuestros socialistas y populares centrípetos lo que se cuece en los pucheros andalucistas?).
Pocos son los que les prestan atención a los andalucistas en la misma Andalucía. Nadie les concede la menor atención en España. Hemos conocido algunos andalucistas que entienden su arabismo ‘andalusí’ como una mímesis meramente estética, pero otros muchos -más consecuentes y peligrosos- han dado el paso convirtiéndose al Islam. Unos y otros no cesan en divulgar su mensaje: Andalucía alcanzó su máximo apogeo en el Califato de Cordoba, hay que reconquistar Andalucía para el Islam. Una amenaza que cada día toma proporciones más reales.
Después del 11-S ha sonado la trompeta de lo que puede ser la guerra del siglo XXI, la que enfrentará a los musulmanes fundamentalistas del planeta, con Ben Laden a la cabeza, contra el mundo libre, en una de las mayores amenazas de la Historia.
España ocupa un lugar geoestratégico incuestionable. Andalucía se encuentra más vulnerable todavía. Ellos, las cabeza pensantes del andalucismo oculto que encubre las maniobras de la quintacolumna pro-islámica; ellos, los tontos útiles que un día se encandilaron con el señuelo del mítico pasado, supuestamente espléndido; ellos, los andalucistas, son los candidatos para hacer de Andalucía la cabeza de puente que conecte el África islámica y beligerante con la Europa secularizada, decadente y pacifista. Pero para nosotros, descendientes de los godos, Andalucía será parte indisociable de España o no será más que una “surrealidad nacional”.
Manuel Fernández EspinosaRAIGAMBRE
acerca del verdadero origen de la bandera andaluza y se sabe que pertenecía a la masonería. Sin embargo, algunas acusaciones no tienen fundamento histórico, de los cuales el principal es ser musulmán.
Blas Infante en las biografías de las redes
En todas las biografías de sitios en las redes oficiales,desde el centro de estudios andaluces hasta la mismísima Casa-Museo de Blas Infante, no hay ninguna anotación sobre la supuesta conversión de Blas Infante, ni incluso en la pro-separatistawww.andalucia.cc.
Algunas de ellas incluso omiten el hecho de que estuvo en Marruecos, implicando que esto tuvo poca importancia en su vida.
Donde sí encontramos biografías que afirman que Blas Infante es musulmán es en dos tipos: webs musulmanas –como web islam, musulmanes andaluces…- y sus detractores –una gran cantidad de periodistas y otros blogs multi temáticos-. La supuesta conversión está contada en la Wikipedia en un artículo sin referencias bibliográficas en las que las únicas referencias son webs online en las que la conversión entra en lo expuesto en la clasificación anterior. Sólo el blog cultura andalusí pone esto en duda, calificándolo de rumores muy extendidos en el imaginario andaluz.
Testimonios de la época
En una entrevista con el grupo Joly, María de los Ángeles Infante, tacha de tonteríasu filiación islámica y comenta: Admiraba a Santa Teresa y a San Juan de la Cruz, al que pintó él mismo en un cuadro. Era benefactor del convento de las Madres Dominicas de la calle San Vicente, de Sevilla. Tenía amistad con una monja llamada Madre San Miguel. Esa religiosa escribió una carta a Queipo de Llano, pidiendo que lo dejaran libre. Queipo le contestó que no se metiera en cosas que le podían ocasionar disgustos. Una vez, en Navidad, mi padre regaló al convento un Niño Jesús, que llenó de caramelos y bombones en la confitería de Rafael Ochoa, que perteneció a las Juntas Liberalistas.
El hecho de que el himno de Andalucía (1933) está inspirado en la canción de jornaleros Santo Dios parece dar la razón a la Infante.
Otros hechos también dificultan esa conversión: primero el hecho de que se encontrara con sus descendientes moriscos, pues aún en el hipotético caso de que tras la expulsión la familia de la que desciende Infante fuera morisca y se separa durante la expulsión, el parentesco sería tan lejano que es imposible que sean descendientes; segundo, el hecho de que tras renegar del cristianismo, Infante no escribiera nada atacándolo -como suele hacer la mayoría de los conversos-; y tercero, el hecho de que Blas Infante no hubiese intentado cambiar las tradiciones de su familia –se casó más de tres años antes de su presunta conversión-. Puesto que su hija dice en la misma entrevista: Yo soy católica, debo perdonar-sobre si perdonaba a los asesinos de su padre-.
El cristianismo de Infante y el Islam en El ideal andaluz
En sus prólogos de El Ideal andaluz (máxima obra de Blas Infante) dice en el que hace referencia al Ideal: Cristo resucitará siempre de entre los muertos. Su hábito sagrado en todo tiempo levantará la pesada losa del sepulcro, arrojándola entre sus asustados guardianes. Así mismo hará referencia a los apóstoles antes y más tarde hablará del “estoicismo creyente” de los andaluces.
La prueba que esgrime la Junta de Moriscos Españoles para “demostrar” que Blas Infante era musulmán es un manuscrito en el que llama a los musulmanes “hermanos” y se comporta hacia ellos como si fuese uno de ellos. Vamos a desmontar todos los bulos que levanta esta Junta mediante estas explicaciones que dejan de manifiesto las “malinterpretaciones” que hace la Junta:
1) Una de las características de Blas Infante fue el sentido de la humanidad que tenía, no debemos olvidar que dice mi nacionalismo antes que andaluz, es humano y que en El Ideal Andaluz hace referencia al Ideal Humano.
2) En el Ideal Andaluz (9 años antes de su viaje a Marrakesh donde fue supuestamente convertido en musulmán) ya hacía alarde de conocimiento de la cultura musulmana: hizo la siguiente cita del Corán toda doctrina nueva es un extravío y todo extravío conduce a la perdición, citando una vez a Mahoma como El Profeta y mencionando “el destino de las naciones escrito en el Corán”.
Algunas dudas sobre el secesionismo de Blas Infante. El ideal Andaluz
España se desangró en el rudo batallar de los siglos, tras los fantasmas desvanecidos del ideal equivocado. A pesar de cien derrotas viven en el alma española un ansia perenne de robusta idealidad. (..) He aquí la razón de la inmortalidad de nuestra raza. No sólo damos al mundo Quijotes locos, también damos al Ideal Quijotes cuerdos.
Este es un fragmento de uno de los primeros capítulos de El Ideal Andaluz, este en concreto se llama El Ideal de España. En este capítulo afirma que el ideal último del español es la batalla final por el Progreso para compararse a las mayores naciones –único motivo en el que el autor, activo antieuropeísta, reconoce que hay que “europeizar” España-.
A este capítulo le sucede Medio de cumplir el ideal español, el cual finaliza diciendocómo tender a la Normalidad, esto es, al imperio de la naturaleza, es tender los brazos a la vida, he aquí por qué España, para realizar su ideal próximo, ha de encontrar la fuerza necesaria para el fortalecimiento de las regiones.
De hecho, el siguiente capítulo es ideal de las regiones españolas, el cual empiezaPero ello no tendrá lugar si las regiones no aspiran al fin de fortalecer a España, en este capítulo se afirma que el alma española no será fuerte hasta que las regiones –como partes integrantes- lo sean con el principio Vivir, por sí, para España -antecedente directo del himno andaluz-. Diciendo que si una región quisiera convertirse en nación pronto languidicería, o sería incorporada a otra nación…poniendo ejemplo a Portugal, esclavo de un gran señor. Diciendo que a las regiones solo se les conocería como naciones conociendo a España como supernación.
¿Realmente decía Infante que Andalucía era una nación islámica?
En el mismo libro del apartado anterior, en el capítulo Existencia del pueblo andaluz, cita como origen de Andalucía, o demostración del reconocimiento de su existencia la creación romana de la provincia de Bética –nada raro, ya en el siglo XVIII se decía que la provincia de Andalucía, distinta a la de Granada, tenía su origen en la Bética- y la única referencia a Al-Andalus que hacía era que los árabes hicieron de Córdoba el centro de dominación de España.
En el capítulo el genio andaluz hizo referencia al Gran Capitán y al episodio de la orden del saqueo de su propia casa y afirma más tarde en esa Andalucía (medieval) más griega que árabe…, citando a los musulmanes como uno más de los pueblos que han influenciado a Andalucía. Más tarde incluso dirá que sin los andaluces –por su deserción por las tropas extranjeras islámicas- no se habría ganado Las Navas, Sevilla ni Granada. Otra prueba es que cuando se refiere a los andalusíes nunca dice los andaluces sino los árabes andaluces.
Una reinterpretación de un trabajo posterior, el Manifiesto de Córdoba y los primeros secesionistas
Se da generalmente por definitivamente mostrado el independentismo de Infante en el Manifiesto de Córdoba (1939). Sin embargo, este manifiesto hay que leerlo cuidadosamente y teniendo en nota el contexto histórico.
A continuación voy a hacer varias observaciones sobre los puntos más conflictivos de este Manifiesto:
Sentimos llegar la hora suprema en que ha de consumarse el definitivo acabamiento de la vieja España…, esta “vieja España” es probablemente la España centralista, tal y como nos muestra la parte siguiente de este manifiesto (Abolición de los poderes centralistas). Declarémonos separatistas de este Estado; ojo, Estado, no España. Debemos tener en cuenta el carácter federalista del regionalismo español. Asimismo acusa al centralismo forjar para la España y los españoles de hoy la prevención y el desprecio universales y acusará más tarde de provocar la secesión de Portugal, América del Sur y Cuba, además de atacar a Vasconia y Cataluña. (Este capítulo se llama Andalucía libre). En la parte la federación hispánica, dirá que con ello ganaránAndalucía e Hispania, (…) incluso Portugal y mencionará el acabamiento de la España centralista y el surgimiento de la España federal (la nueva España).
En 1931, a causa del fracaso a las elecciones con la República, Infante escribe la verdad sobre el complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía, en la que relata el boicot sufrido por su candidatura, critica la manera de actuar de la República y radicaliza sus posiciones andalucistas.
De esto –no he sido capaz de acceder a la obra- podemos distinguir tres opciones en la interpretación del “Estado Libre”: por enfado hacia la República, que aquí surgiera la vena separatista, o que fuese una radicalización de la postura federal.
La inexistencia de una edición de “el Ideal Andaluz” actualizado con la ideología secesionista hace improbable la segunda opción, por lo tanto, es más probable que sea una combinación de las dos.
Otro de los aspectos de la vida más polémicos de Blas Infante fue su visita a los representantes del galleguismo e incluso llegando a participar en la revista galleguista Nós. En realidad ha surgido una especie de “leyenda negra” en torno al galleguismo. Uno de sus ideólogos, Vicente Martínez Risco y Agüero –quién puso las bases del nacionalismo-, con quién se reunió Infante, participó durante el exilio en el periódico el español, aparentemente sin sentirse molesto por el nombre. Además durante el exilio había varias corrientes: una apolítica, una que no quería juntarse con la izquierda y otra que quería la independencia total de España. Esta última nos indica que el verdadero nacionalismo de aquella época, al igual que el de Infante, quería, en la práctica, un Estado federal en una federación española –como declararía el catalanista Lluis Companys en 1934-.
Asimismo, la revista galleguista Nós era en la práctica una revista cultural sobre la cultura gallega. Como curiosidad en el artículo el paisaje de la pintura en Galicia,afirma que si España se dividiera en dos –quedándose Portugal con una de esas mitades y quedándose Castilla con Gibraltar- no perdería ninguna de sus glorias pictóricas.
Blas Infante, burgués, elemento subversivo y finalmente musulmán.
Cópialo o compártelo.
http://nodulo.org/ec/2007/n060p02.htm
Última edición por SignaSuperVestes; 26/12/2016 a las 08:58 Razón: El acento de la Historia
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