El País Vasco goza de unas importantísimas competencias de nivel económico o de seguridad. Las cifras que constantemente nos vienen llegando desde el Gobierno vasco ilustran una "euskadi" ideal gracias a su gestión de los recursos, pero la realidad es otra bien distinta:
Más de 73.700 personas que residen en el País Vasco cuentan con unos ingresos económicos potencialmente insuficientes para hacer frente a la cobertura de las necesidades más elementales. Esto quiere decir que su grado de pobreza es gravísimo.
Pedro Martínez de Alegría, de la Federación de Cajas de Ahorro, adelantó ayer este dato durante la inauguración de un seminario sobre "Pobreza y solidaridad" que se celebra en San Sebastián dentro de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV).
Mientras tanto, el nacionalismo se empeña en la construcción del País Vasco para millonarios. Lejos de la propaganda de museos y gastronomía, las ciudades vascas se están convirtiendo en verdaderos paraísos para millonarios. Mientras los jóvenes tienen que intentar sobrevivir en barrios periféricos y en pisos miniatura, los centros de las capitales vascas han llegado a ser los más caros de España por metro cuadrado.
Por otro lado, las infraestructuras que se crean se nutren directamente del bolsillo de los ciudadanos: autopistas, museos, túneles...todo de pago y a precios desorbitados. Las únicas infraestructuras gratuítas son las financiadas por el Estado.
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