ESPAÑA ENCULADA


“Todo forma parte de un espectáculo, y nosotros también”
Jean Baudrillard


El drama de esta España invertebrada es, precisamente, que ante la ausencia de los mejores, el destino de esta nación se encuentra a merced de los mediocres, las mentes calenturientas de los tarados de manual y los incapaces con carné del partido. La celebración en Madrid del Día del Orgullo Freak, nos alecciona de cómo Sodoma y Gomilla -capital del diálogo entre civilizaciones-, es el modelo de sociedad al que aspira la izquierda postmoderna, que asume sin complejos, que el final de la historia no es un holograma, sino una realidad tangible a la que nadie, y mucho menos ellos, están dispuestos a enfrentarse. ¡Con el Fondo Monetario hemos topado, querido Boris!

Las imágenes que los medios de intoxicación han mostrado hasta revolver los estómagos de millones de ciudadanos a la hora de su ágape dominical, no aportaban nada nuevo a lo ya visto en otras latitudes: el lumpe aberro-sexual irrumpiendo de su inframundo acostumbrado, para convencernos que lo progresista es hurgarse con un plástico de colores allí donde se acaba la espalda. A tal evento, anunciado con bombo y platillo durante meses por los canales habituales del petardeo de terraza y la prensa seria, no faltaron a su cita los mancebos-gogos pegándose el lote en carroza esponsorizada, las folklóricas del after hours con más tiros pegados que la metralleta de Rambo, la nutrida representación de las plumas radio-televisivas mejor cotizadas del tomateo capitalino y, como no, el desfile patético de monstruos remendados con más silicona que una balconera.

La alegre comitiva -que habría hecho las delicias del mismísimo Tod Browning-, lució con desparpajo paquete congestionado y hormona de importación, bailando frenéticamente al ritmo de una treintena de pinchadiscos de la ruta chumba-chumba que impedían cualquier conversación a tres quilómetros a la redonda. Pero como a lo que se iba era a exhibirse, los asistentes y las asistentas se lo pasaron estupendamente, en un gigantesco cuarto oscuro al aire libre en dónde por unas horas, nada estaba prohibido. Bueno, la dignidad sí, pues ante semejante aquelarre serotoninérgico, el buen gusto y las buenas maneras siempre cotizan a la baja, y más cuando los participantes se asemejan tanto a una banda de monos en celo de una selva de Borneo.

Esta es la gran paradoja de la España gobernada por ZP, y el lobby narcisista-leninista del mamporrero Zerolo. Mientras las locas en tanga exhiben por toda la Castellana su orgullo, miles de trabajadores hace tiempo que lo perdieron, traicionados por unos sindicatos de clase que les arrojan sin contemplaciones a la precariedad y le explotación con la complicidad de la izquierda descamisada. Para todos ellos, la izquierda costumbrista en el poder, simplemente, ya no tiene ningún proyecto que no sea casar a marimachos entre sí y recuperar memorias histéricas.

Como veis, todo muy loco.


Arnau Jara