POR UN VOCABULARIO RESUCITADO


Don Quijote en la jaula

POR NUESTRA DELIBRANZA

En el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua actualizado, la palabra "delibranza" no figura por ningún lado. En el Diccionario de la RAE de 1984 se la encuentra como sinónimo desusado de "delibración" que, a su vez, es forma antigua también para decir lo mismo que dice "deliberación". Sin embargo, en la séptima edición del Diccionario de la Lengua Castellana, publicado por la Academia Española (la misma RAE), el año 1832 se dice que DELIBRANZA es forma antigua de "libertad, rescate". La palabra "delibranza" se la puede encontrar en antiguas crónicas medievales.

¿Por qué esta breve nota sobre una palabra que ya nadie usa?

En los tiempos que corren, cuando la libertad verdadera está amenazada desde tantos frentes, incluso en su propio nombre, delibrar una palabra como "delibranza" lo creemos muy oportuno y conveniente. Queremos resucitar esta palabra, pues la tradición nunca muere. Puede desaparecer y aparecer, como la isla de San Barandán, como el Guadalete, pero siempre está ahí para que con amor le insuflemos nuevo espíritu. Y nuestra tradición está en nuestra lengua. No es, por lo tanto, por esteticismo estúpido, ni por estéril gusto anticuario que traemos a colación esta palabra, que la invocamos, que la conjuramos para que vuelva a hacer su morada entre nosotros y para que nosotros moremos en su querencia.

La carencia de léxico es uno de los principales problemas de nuestra sociedad. Y, como el patriotismo no es ajeno a los males contemporáneos, el patriotismo también tiene esta deficiencia léxica que hay que paliar. Volviéndose a los poetas, volviéndose a los grandes maestros de la Lengua, recuperaremos las palabras y, a nuestro conjuro, las palabras combatirán contra el enemigo.

En las palabras se juega mucho más de lo que los profanos suponen. Muchas palabras -"libertad" y "liberación" son buenos ejemplos- se han pervertido. Se han desustanciado. Decirlas, escribirlas es, en muchos casos, decir lo contrario de lo que quisiéramos decir (¿qué tiene que ver nuestra libertad con la "liberté" de los jacobinos?). Decir algunas palabras, de esas que el uso tiene gastadas, es como quien no dice nada. Las emplearon otros que se las apropiaron para sus perversos fines demagógicos, las mancillaron, las viciaron y las vaciaron.

Contra la "liberación", delibranza. Por la "reconquista", delibranza. Por la libertad verdadera, "delibranza".

LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS