Los tradicional era permanecer arrodillado desde la Consagración en adelante, así viene marcado en cualquier misal antiguo.
Con la reforma de Juan XXIII se quita ese punto y se indica ponerse de pie después de la Consagración.
A partir de la misa de Pablo VI ya es todo un misterio porque lo que diga la norma pasa a ser secundario, pero en misas tradicionales verás con frecuencia gente que aplica ambas formas. En cualquier caso, el que se arrodilla en presencia del Señor consagrado no se equivoca.
La comunión se recibe de rodillas y en la boca, todo lo demás es un abuso, incluso en misa nueva, donde técnicamente es un abuso tolerado donde hubiera "costumbre local" (por influencia protestante), generalizado luego a abuso universal.
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