Re: Pido una oración
Os agradezco de veras vuestra respuesta. Hoy, muy temprano, salgo para San Sebastián ya que el entierro es el 5 y volveré el 6 o el 7. Después me quedan muchas gestiones y semanas para desmontar una casa, todo un panorama. Estas circunstancias me están permitiendo reflexionar sobre la vida y el papel de la muerte dentro de ella, o como parte de ella. Lo cierto es que la muerte es algo de lo que estamos seguros y la sociedad actual vive de espaldas a semejante realidad. Inexplicablemente tanto la enfermedad grave, como el acto de morir, se han convertido en algo que hay que ocultar. Y, sin embargo, la raya que separa este mundo del otro es tan fina y sutil que no se puede medir y está ahí mismo. El sábado a las 10 de la noche me despedía de mi madre que estaba hospitalizada, tenía hasta buen color, la encontraba animada y sonriente. Le estuve acariciando el pelo y nos cogíamos las manos. Me pidó que el domingo, por ayer, le llevase unas cositas, entre ellas un poco de colonia pues era coqueta. Once horas más tarde me avisaban de que había empeorado, cuando en realidad ya había fallecido. Pude despedirme de ella ya totalmente inerte, sin respuesta alguna y a continuación horas de gestiones burocráticas, que si bien los empleados de los servicios funerarios y del seguro de decesos intentaban disimular -están instruidos en ello-, reflejaban la presencia del totalitarismo del indecente Estado que tenemos, frío e inhumano, con plazos concretos, con documentos duplicados y hasta triplicados otros, firma aquí y firma allá. Apenas un poco de tiempo para el sentimiento y a través del cristal de la sala de la funeraria donde la dejaron expuesta. En eso hemos convertido el instante más importante de la vida.
Última edición por Valmadian; 04/03/2019 a las 02:46
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores