Amigo Valmadian, en estos penosos momentos me uno a ti y a toda tu familia en oraciones por tu madre Alicia, y te tengo muy presente, que el Buen Dios la guarde junto a los Bienaventurados.
Queda el enorme consuelo de saber que murió en gracia de Dios, confesada, comulgada y con el Santo Viatico.
Resulta conmovedor tu relato de la despedida de tu madre, sin duda un regalo de nuestra Madre del Cielo la Santísima Virgen María.
Verla de "buen color", "animada y sonriente", que te pidiera que le llevaras colonia lo que demuestra una delicada feminidad, y que "le acariciaras el pelo cogidos de la mano", pocas horas antes de su fallecimiento, resulta reconfortante y ayuda a sobrellevar la tristeza de su partida.
Un fuerte abrazo y que Dios te bendiga y conforte.
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