Según un informe del Instituto de Estudios Fiscales, órgano dependiente del Ministerio de Economía, la Seguridad Social española arrojará cifras de saldo negativo a partir de 2015.

El estudio, explica que el desequilibrio en el sistema español se producirá por la mala situación entre gastos e ingresos en los que incurrirán ocho de las diecisiete comunidades españolas, que gastarán más en cubrir contingencias que lo que ingresen por afiliados. De hecho, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y País Vasco gastan ya en 2005 más dinero de lo que ingresan. En concreto, 3.926 millones de euros. Este déficit es compensado por comunidades como Madrid, Canarias y Baleares que cuentan con un aumento constante de cotizantes a la Seguridad Social y permite compensar el déficit de las otras regiones.

Este informe pone de manifiesto que la viabilidad del estado de bienestar y en concreto el sistema de Seguridad Social, precisa para su subsistencia de la solidaridad entre las diversas regiones de España.

Las pretensiones de partidos separatistas y nacionalistas, con su continua rapacidad económica y su profunda insolidaridad, unida a la connivencia del PSOE de Zapatero, empeñado en convertir España en un reino de taifas, no solo constituyen una amenaza para la unidad de España, sino que también ponen en peligro el estado de bienestar.

Baste recordar la pretensión del BNG de que se reconozca una deuda histórica de 21.000 millones de euros con Galicia, cuando esa comunidad tiene un déficit del 40,4% con la Seguridad Social, déficit que el resto de españoles contribuimos a compensar.

Igual ocurre con Vascongadas, que con un 37, 7 % de déficit en Seguridad Social precisa del resto de España para poder sufragar los gastos de sus pensionistas. La realidad es que en un Euskadi independiente los jubilados perderían sus pensiones porque en Vascongadas no hay afiliados a la Seguridad Social suficientes para hacer frente a dicho gasto.

Es hora de acabar con la aberración nacionalista, basada en la falsedad histórica, la manipulación educativa, lingüística y cultural, la ruindad económica y la mezquindad política. España esta formada por un conjunto de regiones íntimamente interrelacionas entre sí, que comparten, no solo una cultura e historia común, sino un proyecto de convivencia común, en el que todas las piezas son imprescindibles para que la maquinaria del progreso social pueda funcionar.