Dado que las preguntas, en plural siempre, siguen dirigidas a los "tradicionalistas", esta creo yo es la mejor respuesta:
¡Mártires de la Tradición!
Mártires porque lucharon y murieron sin ninguna mira de interés. Lo dieron todo por la Religión, la Patria y la Dinastía Legítima.
Mártires nuestros Reyes, legítimos de origen y de ejercicio, cuyos restos todavía cubren tierras extrañas.
Mártir es el Rey Carlos V de Borbón que supo levantar la Bandera, defender sus legítimos derechos frente a la usurpación liberal y las Legiones extranjeras, anuncio de las Brigadas Internacionales.
Mártires los heroicos generales Zumalacárregui y Ollo, que murieron cara al enemigo, o los fusilados en León como Balanzategui, en la ciudadela de Pamplona como D. Santos Ladrón, o el Puy de Estella por el traidor Maroto.
Mártires los voluntarios de las cuatro guerras, cuya entrega, desinterés y heroísmo sólo conoce Dios.
Mártires las madres que ofrendaban con orgullo los hijos para soldados de la Causa, mártires las esposas, las novias.
Mártires quienes sufrieron destierro, deportación, persecución en cárceles o checas, o fueron asesinados en Paracuellos, en los barcos de Bilbao.
Porque nada material buscaron, un premio humano a su generosidad hubiese sido indigno. Y como sería injusto que su sacrificio quedara sin premio, piadosamente creemos que Dios, para quien no hay héroes anónimos, les habrá resarcido de la muerte, de la ingratitud, con la máxima recompensa que es ÉL mismo. Y Dios, que con su mano omnipotente conduce recta la Historia hacia la implantación del Reino de Cristo, a pesar de los renglones torcidos con que los hombres pretendan desviarla de su ineludible destino, hará que el sacrificio de los mártires de la Tradición no resulte estéril. Sólo así se explica el misterio, histórica y humanamente incomprensible, de la pervivencia durante más de siglo y medio del siempre derrotado, pero jamás vencido, Carlismo.
Por más que no entiendan los que más obligación tendrían de comprenderlo, todavía quedamos quienes así lo creemos y sentimos. Para nosotros, el ejemplo de los Mártires de la Tradición, los Mártires de España, es exigencia de emulación irrenunciable. Carlismo Otra Vez. pp 94-95
Escrito hace ya 20 años, en 1988, hay que modificar algún dato y decir que el Carlismo tiene ya 172 años de venerable edad. Muchos años para las personas, entre 8 y 9 generaciones han pasado ya, pero joven para ser parte esencial de la Tradición, ésta nunca, jamás pasa.
Pues en todo este tiempo, nunca los Carlistas de la Tradición han tenido fama de odiar, de guardar rencor, de no poner la otra mejilla, entre los mártires los hubo que perdonaron a sus verdugos, mientras eran torturados y a punto de ser asesinados.
MARTIR: Persona que padece el martirio en defensa de la Fé y de sus convicciones. Aunque hoy tiene acepciones, el sentido original se aplicaba a los cristianos primitivos que sufrieron las persecuciones del paganismo en Roma.
MARTIRIO: conjunto de tormentos y torturas aplicados al mártir para provocar que reniegue de la Fé.
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