“Nuestras Armas son las vuestras,
nuestra fuerza es la unidad,
nuestra fuerza es la hermandad”.
La hermandad nos une, y la unión hace la fuerza.
Tenemos la Ordenanza del Requeté y el Devocionario, además del antiguo código del caballero:
"Un caballero ha jurado su valor.
Su corazón conoce sólo la virtud.
Su arma defiende a los desvalidos.
Su poder sostiene a los débiles.
Su palabra dice sólo la verdad.
Su ira acaba con los malvados (dícese: marxistas, masones, progres, liberales, herejes y demás ralea )
La justicia nunca morirá
si queda un hombre para recordarla.
Las palabras no se olvidan
si una voz las pronuncia claramente.
El Código siempre resplandecerá
si un corazón lo mantiene brillante.
No mostréis temor, al enfrentaros al enemigo:
sed valientes y rectos para que Dios os ame;
decid la verdad, aunque os conduzca a la muerte
y proteged a los indefensos…(se entiende que hoy día son los no-natos)
Este es vuestro juramento”
También hay puntos muy buenos del Credo Legionario.
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