La idea la tomé "prestada" de mercadillos de Foros temáticos y, en efecto, para poder acceder a ellos hay que tener un número mínimo de mensajes con contenidos, nada del tipo "Hola ¿qué tal?" o "¡Huy, sí qué interesante es esto!". Una vez demostrada una participación útil, se proporcionan las claves necesarias para poder empezar a realizar intercambios. Otra condición es que la simple lectura de los contenidos de dichos mercadillos es inaccesible a los que no reúnen los suficientes mensajes y, por supuesto, a quienes no están registrados. Es, por tanto, algo interno y muy limitado. Luego, para evitar posibles fraudes, cada oferta de venta se suele acompañar de fotografías de aquello que se vende.