Efectivamente Marcelino Menéndez Pelayo no era Dios. Y seguramente erraría en muchas cosas, cómo lo hacemos todos. Pero es que su cita esta referida a su tiempo, es que no está hablando para nada del mundo prerromano o del siglo X, cuándo además España vive dibujada bajo un mapa artificioso que se sacó de la manga el mundillo liberal. El niega ese mapa en lo que a la identidad de Cantabria se refiere. Sino hay más que leerlo su texto. Está hablando en presente, de ayer por la tarde como quién dice a efectos históricos. No cabe duda, que en esos años mozos, - cuándo lo escribió tenía 20 años - , salía de él un montañesismo o cantabrismo bastante fuerte, al igual que su españolismo. Pero es que su amor a Cantabria no era en absoluto diferenciador, separador, etc. Al contrario. Efectivamente también era anticentralista, por eso quizás en Cataluña, al igual que Pereda, era muy apreciado. Hoy se llevaría las manos a la cabeza, lógicamente, con el tema catalán. ¿Alguien puede dudar del amor a España de Marcelino?. Basta decir que fue el referente intelectual de la España franquista. Hoy le han apartado por aquello, cúando era un hombre admirado y respetado. Aquí El Cantábrico, periódico liberal de izquierdas, le dedicó un esquelón el día de su muerte. Aquel periódico fue siempre antes montañés que de determinada tendencia política y ante un "elemento" de estos hay que quitarse el sombrero.
Por otro lado, me parece que en esa época del siglo XIX todavía era aún más notable la dicotomía Cantabria-Castilla. Me he acordado ahora de un ejemplo, de los cientos quizás que se podrían exponer, pero nótese la forma de hacer las cosas en Cantabria y en Castilla en cúanto a titular a una sociedad de crédito, vamos, la gente con pasta que se dedicaba a prestar:
Crédito Cántabro fundado en Santander en 1861 y Crédito Castellano de Valladolid creado también por ese año o el siguiente. Cada a uno a su manera; simplemente estilos diferentes de rotular las cosas. En Bilbao creo que se fundó el Crédito Vasco por la época. Se puso de moda eso de Crédito y nombrarla con el gentilicio regional. Después había otras sociedades que hacían lo mismo, cómo el Banco de Santander y otras del resto de España, pero estas llamadas Crédito en algunas ocasiones las nombraban con el apelativo regional. Igual que ocurría en otras actividades, cómo podían ser los periódicos por ejemplo. El objetor dirá que lo cántabro no niega a lo castellano, pero es que me parece que nada se rotuló aquí con Castilla o castellano. Si éramos castellanos desde luego lo escondíamos bastante. En el resto de Castilla (es un decir lo de resto) bien orgullosos que estaban de ello aplicando su gentilicio a multitud de actividades.
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