Esta canción es una de las más bellas que se han compuesto hacia Castilla. Tiene una letra de características suficientes como para que hubiera sido un himno, pero le falta solemnidad. En cualquier caso sí puede considerarse un himno popular.
Aún así, lo primero que hace falta para que Castilla tenga un himno es que la dejen existir. Borrada del mapa político español desde 1978, la clase política y la gran burguesía decidió sepultarla en los libros de historia planeando una unión de Castilla la Vieja con León que inmediatamente espantó a montañeses y riojanos. En el caso del PRC Revilla ha confesado en múltiples ocasiones que la secesión de Cantabria recibió financiación del nacionalismo vasco, cuyo interés máximo se encontraba en debilitar todo lo posible el poder y la presencia de lo castellano en el nuevo mapa autonómico, bien dividiéndolo, bien borrando su identidad, bien ambas cosas.
La autonomía de CyL que se formó ni es Castilla, ni es León, ni es nada. Bravo. Primer objetivo logrado.
En el sur de Castilla hicieron lo propio entre socialistas y ucedeos: en vez de haber unido ambas Castillas (Vieja y Nueva) en una región fuerte y poblada capaz de tener peso en el tablero político desgajaron a Madrid de Castilla la Nueva, convirtiéndola en una suerte de distrito federal encubierto que anda por el mapa regional español como pollo sin cabeza, a la que le han borrado sistemáticamente su identidad castellana para convertirla únicamente en una especie de Washington DC, sede del Gobierno, sin ningún tipo de cultura propia y arraigo. Y lo peor es que en ese pastiche dejaron a la Tierra de Alcalá, los valles del Manzanares y Lozoya, la vega baja del Henares, el granítico Guadarrama... todas esas comarcas que son esencia y solera del centro de Castilla y a las que han borrado totalmente su identidad.
Lo que quedó de Castilla la Nueva... tuvo incluso peor destino. Sin la presencia de Madrid, la evidente descompensación entre las serranas y despobladas Guadalajara y Cuenca (que pese a tener esta última una parte de la Mancha jamás habrían permitido un cambio de nombre como el Bono y los caciques de UCD perpetraron) y las llanas y pobladas Toledo, Ciudad Real y Albacete fue la excusa perfecta para el cambio. La nueva autonomía que surgió cometió la barbaridad de elevar una comarca a la categoría de región, y "federarla" nominalmente con la región histórica a la que pertenecía.
¿Se imaginan ustedes un Estado que se llame España-Cataluña? (esto es que la segunda parte, siendo integrante históricamente de la primera, se eleve a la categoría de ésta y se cree un nombre empalmado entre ambas).
Pues esa aberración histórica es Castilla-La Mancha.
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