El problema no se encuentra en la consulta fritanga de estos patriotas de salón y canapé. El problema de España de los últimos treinta años, es la Monarquía Constitucional que nos desgobierna.

La Falange servirá, sin saberlo, una vez más de antagonista a un sainete tolerado por las más altas personalidades de la Nación. Esta patraña, en otros países más serios que el nuestro, no ocurre.