Catalanes en el Consejo de Castilla (2): Durante Carlos IV



Carlos IV

Carlos IV elige, de un total de 69 magistrados del Consejo de Castilla, a tres catalanes:

1. Gabriel de Achútegui Manrique, nacido en Cervera el 3 de abril de 1736. Era hijo de Juan Bautista Achútegui, natural de la anteiglesia de Lezama, y de María Ana Manrique, de Cervera. A los 23 años obtiene el bachillerato en Leyes por la Universidad de Valladolid. El 12 de diciembre de 1763 aprueba como abogado de la Chancillería de Valladolid y al año siguiente se incorpora al Colegio de la misma, donde fue abogado de pobres. Colegiado también en la Corte, llevaría los negocios jurídicos de la religión de San Juan de Caballeros y del señorío de Vizcaya; del marqués de Estepa; de los condes de Murillo y de Castillo; de los duques de Uceda, de Arcos y de la duquesa de Arión. El secretario de Estado y del Despacho de Hacienda Miguel de Múzquiz le nombró el 10 de marzo de 1779 asesor de la renta del tabaco. En este empleo permanece trece años, hasta que por un decreto de 25 de abril de 1792, en atención a los méritos que había contraído en los negocios del Banco Nacional, es elegido para ocupar la plaza de ministro togado del Consejo de Hacienda, vacante por fallecimiento del marqués de Casa Treviño Gótor. Por resolución de Carlos IV a una consulta del Consejo de la Cámara de 17 de abril de 1793 es nombrado fiscal del Consejo Real, importante puesto por el que percibiría la cantidad nada desdeñable de 55.000 reales anuales, idéntico sueldo al de consejero.

2. Domingo de Codina y Alaval, había nacido en Vic en 1747 en el seno de una familia noble. Estudia tres años de Filosofía tomística en el Seminario tridentino episcopal de su villa natal. Perteneció al gremio y claustro de la Universidad de Cervera, llegando a opositar a algunas de sus cátedras y también aspiró en 1771 a una cátedra de Derecho Natural y de Gentes en los Estudios Reales de San Isidro. En ésta oposición disertaría sobre De legibus Reipublicae fundamentalibus, en que defendía la clásica tesis de que el titular del poder público debe cumplir las leyes fundamentales. Por una resolución de Carlos IV a la consulta del Consejo de la Cámara de 6 de julio de 1791 fue elegido para una alcaldía de Casa y Corte, vacante por ascenso de Gonzalo José de Vilches al Consejo Real. Codina toma posesión de su nueva plaza el 30 del mismo mes. El año siguiente lleva a efecto en Hellín la detención de Floridablanca. Un decreto despachado en San Lorenzo el 4 de noviembre de 1792 le concede una consejería de Castilla, vacante por separación del servicio de Mariano Colón. El mismo mes es hecho caballero de la orden de Carlos III.

3. José Joaquín Colón de Larreátegui Ximénez de Embún. Pertenecía a un linaje que aportó muchos magistrados a la monarquía española. Nacido el 10 de abril de 1742 en Barcelona, donde su padre Pedro Isidro Colón de Larreátegui, natural de Madrid, era regente de la Audiencia. Su madre fue María Antonia Jiménez de Embún y Mateo, de la Almunia de Doña Godina. Tanto su padre como su abuelo Francisco fueron consejeros de Castilla. A los treinta años inició su carrera en la toga ocupando una judicatura mayor de Vizcaya, para la que fue nombrado por resolución real a la consulta del Consejo de la Cámara de 17 de julio de 1776. En 1781 asciende a oidor de la Chancillería de Valladolid, tomando posesión el primero de octubre. El año siguiente es destinado al corregimiento del señorío de Vizcaya. En 1789 ingresa en la orden de Carlos III.

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