Y tienes razón. El argumento es que dicho cambio no se dió lugar de manera legítima, pues las regiones de los antiguos reinos de España fueron sometidos a cambios, digamos bruscos, que alteraron y afectaron negativamente los territorios. Es curioso que esto no ocurrió a Catalunya, porque ellos jamás aceptarían ninguna pérdida de territorio como padeció Murcia por ejemplo o que no ocurrió una fusión entre Valencia y Cataluña.
Tu dices que provincias extensas y concentradas es mejor que pequeños municipios o señoríos dispersos. Por una parte, totalmente de acuerdo, pero hay ciertas cosas que hay que tener un cuenta. Por ejemplo, la comunidad de Madrid tiene tierras de Toledo, Guadalajara y Álava que nunca fueron madrileñas, eso sí, con algunas excepciones. La parte oeste que incluye El Escorial estaba siempre vinculado a Segovia pero dependían más de Madrid. Madrid se llevaría poco, pero en realidad se llevaron las zonas que más le favorecían por eso es así de grande. Extremadura hoy está partido en dos (sacado del plan de José I de Napoleón), cuando antes habían zonas que hoy podían ser provincias como Plasencia y Trujillo. ¿Y como nos podemos olvidar de la lógica que tiene Castilla y León? Castilla y León no estaban unidos desde dentro, estaban unidos desde afuera. Y lo mismo con Andalucía y Granada, ¿Que hace Granada dentro de Andalucía?
Es un tema bastante complejo, pero no deja de ser importante, aunque hayan pasado 184 años.
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