10) Todo esto dentro de un contexto de inmigración masiva, tambaleamiento de la seguridad social, delincuencia e inseguridad, aumento de las tasas de paro, inflación superior a las alzas salariales, desaparición de los contratos laborales “sólidos”, estancamiento del mercado inmobiliario con el consiguiente parón económico que será acentuado por el alza continuada del precio del petróleo y la creciente carestía energética.
Y se le olvida lo peor de todo: la extinción progresiva de esta decadente nación de ancianos que vamos a ser en dos días...