¿Sabéis qué les pasó a éstos?Nada, jamás.Y no me estoy refiriendo a que alguien les hiciera algo, por supuesto, sino a que, que yo sepa, nunca nadie les recriminó su actitud.Nunca nadie les afeó lo que hacían.Nunca, que yo sepa insisto, discutió con ellos por esto siquiera o les llamó la atención.Allí todo el mundo cerró el pico sólo para que luego no fueran hablando de los ogros de Madrid.
Si sucede esto que cuentas al reves, el que un madrileño hubiera aparecido por cualquier universidad vasca (pública o no) con una camiseta de la Falange (por decir algo...), te aseguro que hubiera tenido problemas. Evidentemente, no con la gente "normal", pero sí con los cuatro imbéciles de siempre.

Sobre lo que cuentas... pues viene a confirmar lo que antes decía, de que en Madrid se recibe muy bien a todo el mundo. Y en los casos que cuentas, quizás hasta demasiado de bien.

Un saludo!