Re: Los sistemas de referencia y la ideología racionalista-matematicista

Iniciado por
Martin Ant
Esto podría ser cierto en el modelo ptolemaico. Lo cierto es que Ptolomeo no podía saber las distancias reales de las órbitas planetarias.
Pero huelga decir que con las consiguientes correcciones llevadas a cabo en el modelo por Tycho Brahe, este detalle técnico quedó subsanado, pudiendo ya dar cuenta también de las fases de Venus. Recuérdese que en el modelo geocéntrico de Tycho Brahe, siguiendo una descripción general o básica, los planetas, en lugar de girar alrededor de la Tierra, giran alrededor del Sol (el cual, a su vez, gira alrededor de la Tierra).
Ergo, las fases de Venus no son prueba concluyente en favor de uno u otro sistema de referencia.
Y en el copernicano o heliocéntrico. La realidad es que sólo los planetas interiores (Mercurio y Venus) de la órbita terrestre con respecto al Sol presentan fases, pues éstas no son sino sombras, mientras que los planetas exteriores (de Marte a Neptuno) no las tienen por recibir plenamente la luz solar respecto de nosotros. Y, en efecto, el ejemplo expuesto por Ennego Ximenis es perfectamente válido para desechar el modelo geocéntrico, aunque como bien se especifica en el enlace, no es suficiente. Por cierto, el modelo corregido de Tycho-Brahe es igualmente erróneo.
Ignoro la causa por la cual el sistema me indica que la siguiente web no está disponible, pero estas son las referencias:
www.ObservatoriodeLaPlata.edu.ar/contenidos
y dentro de ella:
fcaglp.fcaglp.unlp.edu.ar/extension/preguntas/venus.html
Se puede acceder a través de Google preguntando: ¿Por que Venus tiene fases?
[B]Categoría: Astronomía --> Sistema Solar [/B]
pregunta formulada en la web por: viviana bianchi (viviana_bianchi@hotmail.com) el Domingo, Mayo 5, 2002 a las 17:56:23
edad: 43
Pregunta: Porque la observacion de las fases en Venus confirma la teoria de Copernico?
Las fases de Venus fueron observadas por primera vez por Galileo Galilei a principios del 1600. El observó que el planeta presentaba una serie completa de fases muy similares a las de la Luna, viéndose en un momento como un disco completamente iluminado hasta llegar a verse solo como una delgada hoz. Este y otros descubrimientos realizados por Galileo constituyeron importantes argumentos a favor de la teoría Copernicana.
La serie de fases que mostraba Venus era totalmente incompatible con el modelo geocéntrico de Tolomeo (que había estado vigente por casi 1500 años) y en cambio se explicaba fácilmente con el modelo heliocéntrico de Copérnico. Esto no implica que en el modelo de Tolomeo Venus no presentara fases, sino que dichas fases no se correspondían con las observadas. Veamos porque:
El modelo de Tolomeo consideraba que la luna, los planetas y el Sol giraban en torno de la Tierra. Para explicar los movimientos retrógrados observados para los planetas, Tolomeo introdujo los llamados epiciclos. Es decir, el planeta gira alrededor de un círculo, el epiciclo, cuyo centro a su vez se mueve alrededor de la Tierra.
Los planetas interiores, Venus y Mercurio, se ven siempre cerca del Sol, o sea en el crepúsculo o el amanecer, a diferencia de los planetas exteriores (Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón) que se pueden ver en el cielo a cualquier hora de la noche. Para explicar este hecho observacional en sus modelos, Tolomeo propuso que el centro del epiciclo de Venus y el de Mercurio tenían el mismo periodo que el Sol, es decir que daban una vuelta alrededor de la Tierra en el mismo tiempo. Así el centro del epiciclo y el Sol estaban siempre alineados. Un esquema del modelo de Tolomeo para Venus, la Tierra y el Sol se ve en la fig.1. Observando dicha figura queda claro que bajo esta geometría seria imposible ver un Venus "lleno" o casi lleno, pero las observaciones indican que dichas fases existen.
En un modelo en el que Venus y la Tierra giran alrededor del Sol, como el propuesto por Copernico, las fases resultantes son iguales a las observadas (ver fig.2).
La observación de las fases de Venus es prueba suficiente para desechar la teoría geocéntrica pero no bastaría por si sola para demostrar la teoría de Copérnico ya que, por ejemplo, la configuración de Venus, la Tierra y el Sol propuesta por Tycho Brahe también produciría el mismo conjunto de fases que el sistema de Copérnico.
Fig.1: Fases de Venus para el modelo geocéntrico de Tolomeo: la cruz roja representa el centro del epiciclo, las líneas negras punteadas representan las órbitas del Sol y de Venus en torno de la Tierra. Al lado de cada posición de Venus sobre su órbita se muestra la fase tal como se vería desde la Tierra, la parte negra es la iluminada por el Sol. Como en este modelo Venus esta situado siempre entre la Tierra y el Sol nunca presentaría la fase "llena", ni fases próximas a ella sino que siempre se vería como una hoz.
Fig.2: Fases de Venus de acuerdo al modelo de heliocéntrico de Copérnico: las líneas negras punteadas representan la órbita de la Tierra y de Venus alrededor del Sol. Al lado de cada posición de Venus sobre su órbita se muestra su fase tal como se vería desde la Tierra, la parte negra es la iluminada por el Sol. Esta geometría para el Sol, Venus y la Tierra representa bien las observaciones de las fases de Venus.
María Laura Arias
Finalmente he optado por copiar y pegar, aunque no se disponga de la representación de las figuras explicativas.
Última edición por Valmadian; 12/10/2014 a las 00:41
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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