Entonces está claro que hubo un bando bueno y un bando malo, independientemente de que de modo accidental hubiera algún bueno en el bando malo y viceversa. Por ese criterio hasta se podría decir que hubo nazis buenos. Alguno habría, pero eso no justifica el nazismo. La Cristiada fue una guerra justa y santa. De raíz buena, sí, y de fruto bueno. No había otra alternativa. Y no es que falte un balance. Es que el balance lo han hecho hasta ahora más que nada los vencedores, los masones y liberales, y por eso han presentado siempre a los cristeros como una especie de bandoleros, como hicieron con los pastusos en Colombia o con los Pincheira en Chile, o como han hecho en Italia con los que lucharon contra Garibaldi, y así podría poner muchos ejemplos más de damnatio memoriae. Por eso da alegría que se hagan películas así, aunque no estén ciento por ciento correctas en todos los detalles. Por fin se va conociendo la verdad.
Marcadores