Cita Iniciado por ALACRAN Ver mensaje
Lo anterior que escribí es un ejemplo de lógica... forzada... sobre cómo desentenderse del problema de la culpabilidad de la Iglesia actual de que hablaba el artículo.

En la denuncia de hechos (supuestamente) heréticos de los últimos papas hay dos problemas preliminares que paralizan toda crítica hacia ellos:

Los denunciantes de los hechos y escritos de tal Papa NO tienen autoridad por ellos mismos, y frente a un Papa – dotado, como está, de “garantía de catolicidad 100%”- todo lo que se diga en su contra va al traste, por bien documentado que esté con el Magisterio tradicional.
Y qué decir si, encima, “las puertas del infierno nunca prevalecerán contra él".
(Cosa que antes se entendía como preservativo de barbaridades papales, pero desde hace algunas décadas, es al revés: como que las mayores barbaridades imaginables no son realmente tales barbaridades, ...SI las hace o dice el papa)
Además, “ser obediente” es una condición religiosa del católico, sine qua non, recompensada con un fondo algo egoísta de “ir al Cielo”, prometido por obedecer.
En cambio la pureza doctrinal como tal nunca ha regido entre católicos, y un cierto sentido común (aunque rudo) impele a los fieles a “obedecer al papa cueste lo que cueste”; “es una prueba de obediencia que manda Dios”,) etc

La segunda es que el lado amable de los actos y escritos papales –aunque casi siempre mezclado con errores - impide al católico medio discernir las herejías que contienen.
El católico siempre tiende a ver en los mensajes o actos papales la botella medio llena de verdad y no medio vacía.
Y máxime cuando estos últimos papas, (...ellos dirán que “armoniosamente”) camuflan los errores (...ellos dirán: “las nuevas verdades del Vaticano II”) con palabras ambiguas y amables a los oídos católicos.
Tanto es así que ningún católico medio distinguiría textos protestantes clásicos de una encíclica papal de estos últimos años: con que lo escrito "suene bien" a los oídos católicos, con que se siga "hablando con respeto" de Cristo, la Virgen etc... ya sería católico (¡¡!!) Hablar con repeto y sonar bien, son cosa muy corta para un católico.

El papado, por su poder absoluto, que fue garantía de veracidad y firmeza en siglos pasados, una vez ya dañado, ha pasado a ser la peor forma de corrupción del catolicismo.
Duro es decirlo, pero envidia da ver como el Islam y el Judaísmo se mantienen incólumes a herejías internas gracias a la ausencia de cabezas visibles con poder absoluto sobre sus fieles y sus dogmas.

Lo primero es agradecerle una respuesta razonada y razonable, en lugar de invectivas de las que no se obtiene nada positivo. En este mensaje voy a dejar de lado ex-profesamente la cuestión papal y centrarme únicamente en la parte relativa al "creyente común". Entiendo muy bien lo que usted dice, es más, sólo hay una conclusión lógica: ausencia o insuficiencia de catequesis para católicos adultos. No obstante, y aún así, no podríamos analizar caso a caso basándonos en un único rasero: capacidad de abstracción, grado de desarrollo cognitivo, adquisición de destrezas --lectura, escritura...-- en la formación académica, nivel obtenido en la misma, edad..., etc. Es decir, aplicando la razón orteguiana del "yo soy yo, y mi circunstancia", cada cristiano es un mundo. De ahí que Dios sea Transcendente y a la par Personal.

Por todo ello, y disculpe que no me extienda más pues considero que para usted no es necesario, le propongo un ejercicio de meditación personal. Consiste en algo que estoy seguro no le va a costar ningún esfuerzo. El próximo día en el que usted asista a misa, sea a su parroquia habitual o sea en cualquier otra, observe los rostros de los asistentes, incluso sus actitudes, su atención al oficiante, y dígase para sus adentros: "estáis todos condenados". Y, luego, añada mentalmente, "pero yo no, porque conozco la Doctrina y la sigo".

Quizás le suene fuerte, hasta le parezca una provocación por mi parte, pero le aseguro que no hay tal intención en mi. Sólo le pido que lo haga como ejercicio de reflexión, y después saque usted sus conclusiones. Usted conoce sobradamente Las Escrituras y piense ¿aceptaría Cristo esa sentencia?

Saludos.