-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
Valmadian
Vuelvo a pedir al Administrador, pese a las protestas de algunos, que este hilo sea llevado al Purgatorio y cerrado definitivamente... ¡Menudo espectáculo estamos dando, menudo daño moral se está haciendo, ¡qué asco!
El verdadero "espectáculo y el daño moral" de besar JP II el Corán ante las cámaras no fue culpa nuestra. Claro, que a lo mejor si lo besáramos también nosotros eso no le escandalizaría a Vd. gran cosa. Si lo que quiere Vd es amedrentar a los disidentes poniendo negritas y aumento en las palabras de sus mensajes y pidiendo la censura a mí no me afecta nada.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
ALACRAN
El verdadero "espectáculo y el daño moral" de besar JP II el Corán ante las cámaras no fue culpa nuestra. Claro, que a lo mejor si lo besáramos también nosotros eso no le escandalizaría a Vd. gran cosa. Si lo que quiere Vd es amedrentar a los disidentes poniendo negritas y aumento en las palabras de sus mensajes y pidiendo la censura a mí no me afecta nada.
Ni yo pretendo amedrentarlo a usted, ni me parece bien que besara el Corán que, en efecto, no es culpa de nadie, pero como NO conocemos las intenciones que hubo en ello, lo mejor es proceder por la vía legal canónica, algo que se supone usted debería saber, en vez de estar aquí ladrando a la Luna. Por mi puede usted besar a quien le plazca, y si me apetece destacar en negrita ciertos términos es mi derecho pues para eso está la barra de herramientas.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
El espectaculo viene de aquellos que se oponen con argumentos disparatados a la beatificacion, el tema no tiene la culpa de que ciertas personas empiecen a insultar, si se cierra el tema habra ganado el mal.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
Jorge Zamora E.
Estimado Anorgi,
Leí su post. Le debo decir que de poco le vale a Karol Wojtyla, quien se hizo llamar JPII, ser proclamado beato por otro hereje (el Card. Ratzinger), ya que se está quemando - a esta hora, en este preciso momento - en uno de los infiernos más profundos, por:
1. Hereje
2. Idólatra
3. Comunista o al menos, sostén del comunismo
Mejor rece el Rosario para que cada vez más católicos reaccionen y se den cuenta de que JPII es un anti-cristo.
En Jesús y María
Jorge Zamora E.
Hay que estar loco como una cabra para poner algo como esto. Nadie sabe quién está en el infierno (aunque los sedevacantistas mandan a la gente allí con facilidad), lo que estás es deseando que esté allí, y no hay sentimiento más horrible que desearle el infierno a alguien. Es el grado máximo en el que un católico puede atentar contra la caridad. Si ese es el tipo de sentimientos que albergas, creo que vas a llegar allí mucho antes que Juan Pablo II. Creo que tienes cosas más importantes que mejorar contigo mismo antes que andar señalando la paja en el ojo ajeno.
Dicho esto, la verdad es que me apena el bajo nivel del foro en estos temas. En otros sitios de internet se pueden ver debates entre tradicionalistas y conservadores con bastante interés. Aquí rara vez se ve nada que no sea el bando de los obedientes cuasi-ciegos que viven en el mundo feliz donde la creencia en la infalibilidad universal del papa les exime de mirar más allá de nada, y luego está el de los que se consideran que tienen la autoridad de los concilios, de la inquisición y de los papas, toda ella concentrada en ellos mismos, y pueden atar y desatar lo que les de la gana. O eso, o que les dan un euro cada vez que escriben la palabra hereje, que manía con la palabrita. En cualquier caso al minuto 2 de juego todo el mundo ha perdido los nervios (bueno, alguno los ha perdido antes de empezar) y sólo se ven trastos volando y gente que no lee nada. Supongo que no hay nivel para conseguir nada mejor, tendremos que conformarnos con leer las cosas razonables que gente como Terzio o Sidney Silveira escribe y que de vez en cuando se copian aquí.
Imagino que también influye mucho que estamos hablando de una persona alrededor de la cual se construyó un fortísimo culto a la personalidad. La gente quería mucho a Juan Pablo II, a la Iglesia Católica no está claro que la quisieran tanto, al menos nunca se lo he oído gritar. Este culto a la personalidad ha llegado a niveles cercanos a la idolatría durante los últimos meses. He llegado a leer panegíricos absolutamente ridículos donde se afirmaba que JPII era el mejor de los papas nunca visto porque le gustaban los deportes. Una evidencia bastante buena de qué tipo de ortodoxia reunía a su alrededor Juan Pablo II, la religión de la explosión de los sentimientos y el buen rollo, todo girando alrededor de él. Asi que dado este caso, sólo pueden darse los que estaban encantados con su personalidad, y a todo le encontrarán explicación benigna, y los que la aborrecían, y en todo verán herejía. Y como sobre gustos no hay nada escrito...
En fin, es verdad que da una imagen algo triste ver divisiones entre católicos en temas donde no debería haberla, pero no es menos triste todo el circo de culto a la persona que se ha montado con la turbobeatificación, con un absoluto desprecio a todo lo que debería significar una beatificación. Asi que dejaré el hilo para que al menos seamos tristes de forma un poco más original.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Hola Nicus,
Sí, es para dudar al menos de todo lo que hizo este pérfido hombre. Pero me temo que, para complicar más las cosas, debe haber una mezcla de beatificaciones válidas y otras inválidas. Por ejemplo, canonizó a Santa Teresa de Los Andes (una tremenda santa!) y al masón izquierdista Alberto Hurtado (un desastre de cura). Esa fue siempre la escuela de JPII: mezclar la verdad y el error, la luz y las tinieblas. En mi opinión, me centraría más en toda su doctrina errada y perversa comparándola con el Magisterio siempre puro e inmaculado de la Santa Iglesia: con eso, toda la fetidez del error se hace evidente.
Un abrazo
Jorge
Gracias Jorge, pero quiero aclarar que yo no estoy de acuerdo con la posición sedevacantista, que la considero una opinión respetable pero errónea (tampoco la considero una herejía) y ni estoy de acuerdo con eso de mandar al infierno a las personas, porque eso es imposible de saberlo hasta que uno muera. Uno puede a lo sumo suponer que una determinada persona pueda estar en el infierno por los grandes males que haya hecho, pero de ahí a afirmar que un Papa como Juan Pablo II está en el infierno... No creo que seas un hereje y pienso que actúas de buena fe; tú denuncia me parece útil, pero deberías respetar la autoridad.
Por las dudas con respecto a Juan Pablo II, aclaro que lo que he dicho es que es sospechoso de herejía, pero no me compete a mi juzgarlo, porque no soy su superior; y es por ese motivo, que justamente pienso que no debió haber sido beatificado. Pero, ahora ya está. De última a Juan Pablo II no le rindo culto y chau, no es algo obligatorio.
Irmao de Cá:
Cita:
Es muy triste de ver como en este hilo se van contando rifles, y dos bandos de foreros se van formando en defensa de aquello que creen ser el "verdadero" catolicismo. No me preocupa que se debata sobre los errores de Juan Pablo II en cuanto hombre y en cuanto Papa y en como eses errores pueden haber condicionado el pasado reciente, el presiente y el futuro cercano del cristianismo católico, todo lo contrario: para eso también esta el hispanismo.org. Pero hacerlo públicamente, de una manera que induce el lector y el forero a participar en un nuevo cisma de la Iglesia, una división entre "buenos" y "malos", con insultos de promedio, creo que es dar el flanco a todos cuantos quieren lo mal y la muerte de nuestra fe. Además, será la también la manera de defender y promover los valores del tradicionalismo con peores resultados prácticos.
Estoy totalmente de acuerdo, no debemos pelearnos entre nosotros; pues estamos en el mismo bando: somos católicos; y nuestro verdadero enemigo es la Sinagoga de Satanás.
Francisco Rubio:
Cita:
Concuerdo plenamente en que hay gran division en este tema, pero para nada comparto la idea de que el tema sea llevado al purgatorio y mucho menos que sea cerrado, hay diferencias es cierto, pero esas diferencias no deben ser causantes para que cierre el tema, si se cierra el tema habra ganado la division y la cerrazon y habremos perdido los creyentes catolicos
De acuerdo.
Hyeronimus:
Cita:
El sedevacantismo es una posición, en efecto, muy peligrosa, y además errada. Ya se ha tratado bastante el tema en el foro. Yo mismo he puesto bastante artículos al respecto. Si un papa peca o se comporta indignamente (pensemos, por ejemplo, en algunos del renacimiento) no por ello deja de ser pontífice, del mismo modo que aunque un sacerdote esté en pecado mortal los sacramentos que administra siguen siendo válidos, ya que es Cristo quien actúa por medio de él. La Iglesia siempre ha condenado como herética la postura de que afirma que un sacramento es inválido si lo administra un sacerdote en pecado. Sus consagraciones siguen siendo válidas.
El tema es complicado, pero ciertamente las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia. Cristo lo ha prometido, e inevitablemente se tiene que cumplir. Y cristo tampoco va a dejar a su pueblo sin pastores durante tanto tiempo. Cuando ha habido antipapas, estos han coexistido con pontífices verdaderos (por ejemplo, cuando lo de Aviñón). ¿Dónde están los papas de los sedevacantistas? Hay unos pocos por ahí, pero apenas si tienen seguidores y nadie los conoce.
Padre Terzio dijo:
"En 1996, para conmemmorar el jubileo del 50º aniversario de su ordenación sacerdotal, Juan Pablo II publicó el libro Don y Misterio, una bella semblanza de su vocación, el seminario y primeros años de ministerio sacerdotal. En algunos pasajes aflora la emoción de aquella vocación recordada, fielmente perfeccionada y renovada.
de leer este interesante testimonio, no comprendí cómo el sacerdote que contemplaba la obra admirable de aquellos años de su juventud era el mismo que como Pontifice de la Iglesia impedía y negaba que los jovenes del siglo XXI pudieran formarse en seminarios, con la solidez doctrinal, espiritual y pastoral que el joven Karol Wojtyla disfrutó en su querida y añorada Cracovia. ¿No era una contradicción re-configurarse sacerdotalmente escribiendo y publicando aquellos recuerdos y a la vez impedir (por acción u omisión) que en la Iglesia del tercer milenio se recuperase aquel modelo tan fascinante, atractivo, válido y fructífero? Estando en sus manos el poder hacerlo, el poder haberlo hecho. Si no como iniciativa de aceptación general al menos como una positiva siembra particular de rica, necesaria y urgente regeneración."
"En la historia de la Iglesia hay un caso de un Papa calamitoso, que es santo, el bueno de San Pedro Celestino (Celestinus V), que fue un eremita y admirado asceta, pero un Papa lamentable. Dimitió, el único Papa que lo ha hecho (creando un anómalo precedente, una tentación que más de uno saca a relucir ahora como una alternativa bastante asumible). Todavía no me explico su inclusión en el Santoral. Pero ahí está, para quien quiera encomedarse a él. El año pasado estuvo Benedicto XVI venerando sus reliquias, en Sulmona, una localidad de los Abruzzos."
"Pues lo mismo, mutatis mutandis, ahí estará el nuevo beato, para sus devotos y entusiastas. Pero vuelvo al principio: Me parece un exceso. No sé si el proceso de canonización también correrá express. A ver en qué queda todo, porque a los Santos también los perfila el tiempo.Dios dirá."
Gracias por este aporte y me parecieron muy buenas las palabras del padre Terzio, a las cuales me adhiero y he recalcado algunas partes que me parecieron más relevantes.
Por último espero, que no canonicen a Juan Pablo II; ya con beato me parece "suficiente". Las jerarquías eclesiásticas debieron escuchar más a los fieles católicos y menos a los medios masivos de comunicación, que presionaron a que se llevara a cabo a lo loco esta beatificación. Reitero que la única solución que le veo a todos estos problemas, enfrentamientos y confusiones entre católicos es hacer lo antes posible un nuevo Concilio, pero esta es sólo mi humilde opinión. Los últimos Papas que hemos tenido han sido malos Papas; eso es un hecho, si han sido herejes o no, eso no me corresponde a mí juzgarlo.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
El entusiasmo y la precipitación
Un anónimo (no sé si amigo invisible o si enemigo emboscado) me ha avisado en un comentario que me han puesto en la picota; o en la 'caverna' de Infracatólica, mejor dicho. A parte de que las cavernas me fascinan (las geológicas, las platónicas y las admirables del Cuartenario), que te señalen los iraburritas y los mercenarios paniaguados de la pluma forzada, a estas alturas, es un honor que define muy bien. Gracias, gracias, muchas gracias. No merezco semejante distinción.
Pero para que vean los iraburritos que no andamos desnortados, vean Uds. lo que se dice y comenta por ahí un par de días después de la beatificación express de Juan Pablo II (para algunos 'magno'):
Sobra evidencia de que Juan Pablo “sabía que Maciel era un criminal”
Así de duro es el titular. Que tiene todas las probabilidades de estar en lo cierto, como Uds. mismos juzgarán cuando lean el articulete, nada sensacionalista, sino todo lo contrario: Muy aclarador, ponderado, bien informado y aportando datos.
Desde antes de 1956 sabían en Roma cosas de M. Maciel. Por eso quizá el poco relieve del personaje durante aquellos años y los pontificados siguientes. Fue justamente con Juan Pablo II cuando Maciel salió a escena, a bombo y platillo.
Me pillaron en Roma aquellos años dorados, cuando los Legionarios descollaban en todo y por todos sitios, brillantemente. No había punto clave romano donde no estuvieran (o se les esperara). Y muy bien, por cierto, con toda competencia, calidad y nivel. Quizá JPII soñara con hacer de la Legión la sustituta eficaz de la Compañía para su Tertio Millenio Adveniente. Y se comprende si tuvo o hubo esa intención. Lo que no se comprende ni se puede tapar con el repostero de la beatificación es la cobertura de JPII a Maciel.
El caso Maciel, por mucho que se repita y se diga, es una monstruosidad que no tiene parangón en la Historia de la Iglesia. De tal maginitud que pone tacha, da sombra y deja mancha en todo lo que tocó y a todos los que se arrimó. Y la proximidad de Maciel y Juan Pablo II fue mucha. Ahí están los hechos, que cantan.
Se podrá decir, como se dice, que la aceptación/promoción/espaldarazo fue a la obra (de Maciel), a la Legion, los Legionarios de Cristo y el Regnum Christi, independientemente del sórdido fundador. Pero es que el sórdido fundador estuvo todo ese tiempo en el candelero romano. Sólo al final, con un Juan Pablo II patéticamente valetudinario y las riendas del gobierno en manos de un par de Eminentísimos, ocurrió el retiro de Maciel. Y la pena canónica no vino sino después de muerto y sepultado Juan Pablo IIº.
Cuando estos últimos días se ha visto tantas veces en los esecenarios de la beatificación al Cardenal Stanislaw Dziwisz (en los años juanpablistas nada más y nada menos que Don Estanislao, un simple sacerdote-monseñor con más influencia y poder que los más conspicuos curiales vaticanos), me resultaba inquietante la reaparición del personaje, que tantos datos sobre tantas cosas supo en su día y calla ahora. Tantas cosas sobre tantos casos.
Pero un secretario debe callar, servir y guardar discreción. Es su oficio. Lo que me parece impropio es que se velen con cortinas cosas que van a salir a relucir con poco mérito para los protagonistas, directos o indirectos, y mucho descrédito para la Iglesia.
Supongo que me comprenderán Uds. si confieso que a mí me importa la Iglesia, no los personajes de la Iglesia, sean quienes sean y/o quienes hayan sido. Con adornos, con marco, pulidos o revestidos, con gestatoria o en papamovil, con tiara o con casco de bombero, un Papa tiene un valor tan relativo como el que le confiere el plazo de su pontificado. Y su valor mayor, una vez pasado, queda en su doctrina, su magisterio y su gobierno. Por eso es tan peligroso precipitarse y 'subitanear' lo que, por prudencia y discreción mínimas, debería tratarse con parsimonia y pies de plomo.
Vuelvo a comparar y reflexionar sobre una figura tan enorme como Pio XII, alabada universalmente en 1958 y en 1962 calumniada y pisoteada con saña irreverente; hoy todavía pesa sobre su recuerdo la venganza implacable del peor sionismo que ha hecho del Papa Pacelli un totem maléfico, con tal efectividad que en el mismo Vaticano pesa un tabú sobre su causa, tabú del que no fue ajeno el recien beatificado Juan Pablo II. Comparar la causa del Papa Pacelli con la de Wojtyla da mucho que pensar.
Pero así como los testimonios sobre Pio XII van esclareciendo el humo con el que oscurecieron su historia, lo que pueda pasar con la historia de los años juanpablistas es un dossier abierto que, por mucho que algunos quieran cerrar, permanecerá mucho tiempo con sus páginas preparadas para recoger lo que se vaya sabiendo y publicando. Hechos y conclusiones como las del articulete mexicano, tan tremendo.
Repito que me importa la Iglesia; los personajes en tanto y en cuanto. Aunque sean beatos (de lo que me alegro tanto como se merecen, of course).
+T. (cavernícola, de la inmemorial y nobilísima tribu del bisonte rojo altamirano, honradísimo y complacidísimo de serlo, inmerecido y altísimo honor).
EX ORBE
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Dada la gravedad de estas cuestiones y para ayudar a la formación de las opiniones al respecto, he encontrado este enlace acerca de la "cuestión Maciel":
Juan Pablo II « Desmontando a Marcial Maciel
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
Valmadian
Gracias Valmadian.
Me quedo con el párrafo final
Cita:
Juan Pablo II murió pensando que Maciel era un hombre santo y que la Legión de Cristo era un oasis en el desierto vocacional y disciplinar por el que pasaba la Iglesia. Vio en ellos una réplica de los seminarios polacos que él conocía tan bien. Como tantos otros, el Papa no podía imaginar que todo ese fruto de vocaciones, instituciones educativas, casas religiosas y seglares comprometidos, llevaba en su interior el veneno de la serpiente, el más astuto de todos los animales. Maciel, como hijo primogénito del pecado, también encandiló a Juan Pablo II y le convenció de que era un hombre santo.
Que no se aparta mucho del enlace que nos proporciona Hyeronimus, pese a su título sensacionalista. (Sobra evidencia de que Juan Pablo sabía que Maciel era un criminal)
Cita:
¿Le creyó y no investigó?
Y en efecto, si no le dijo la verdad sobre Maciel –añade–, Juan Pablo II tampoco la buscó, y por eso se pretende pasarlo de cómplice a víctima.
Los tres resaltan un hecho: Marcial Maciel le juró delante de Dios a Juan Pablo II que no era cierto de lo que lo acusaban, y que todo era un complot.
Entonces –insiste Barba–, el papa Juan Pablo II ¿le creyó a Maciel? ¿Sólo tuvo una fuente, el propio legionario, para hacerse de un criterio? ¿No recurrió a nadie más? ¿No preguntó? ¿Nadie se le acercó para decirle nada? ¡No puede ser!
Si, como parece ser, Maciel era de su confianza, considero normal que aceptase su juramento ante Dios como la verdad absoluta. Yo, en su caso, ante un juramento así, tampoco buscaría más fuentes.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Estimados amigos, aprovecho de saludarlos, hace muchísimo tiempo que me ha sido prácticamente imposible postear algo, debido a que estoy completamente inmerso en el Curso de Estado Mayor en la Academia de Guerra de la Armada. Pero ante este tema no he podido permanecer pasivo.
Primeramente, aunque se tenga toda la razón respecto a la verdad de un determinado punto, nada justifica la imprudencia en el modo de tratarlo. Si somos católicos, nuestro primer distintivo ha de ser la mutua caridad (que no es blandura conceptual ni ser "buenitos"). Lo cortés no quita lo valiente.
La beatificación de Juan Pablo II constituye un hecho tristísimo y grave, pues viene a conferir una suerte de "consagración" a los muchos actos gravísimos que protagonizara. Y es por dichos actos que lo aplaude el mundo-enemigo jurado de Dios y de su única Iglesia-. El mundo no se alegra ni felicita por la Iglesia Católica, lo que ha aplaudido y sigue haciéndolo es todo lo que Juan Pablo II representa de ruptura con la Fe. Ruptura tan innegable que su negación lleva a dudar de la Fe (sea su integridad o el conocimiento relativo a ella) de quien pone en duda dicha ruptura.
Independientemente de los graves hechos que protagonizara Juan Pablo II, ha de respetarse la autoridad que invistiera, la más alta que pueda concebirse sobre la tierra. Y es en virtud de dichas investidura y autoridad que, al tratarse acerca de él deba hablarse con delicadeza y respeto. Por lo demás, a nadie puede deseársele el infierno. Cada condenado es un triunfo para el demonio; de tal suerte que si aún el hombre más perverso a último momento se arrepiente y logra salvarse, dicha salvación debe llenarnos de gozo, pues no se habrá derramado en vano la sangre de Nuestro Salvador.
Es obligación grave para todo católico rezar por el alma de Juan Pablo II, en la esperanza de que se encuentre en el Purgatorio y que pronto llegue a la gloria eterna. No podemos juzgar que pasaba al interior de su alma al llevar a cabo las aberraciones que cometió; sin embargo, podemos juzgarlas objetivamente-y es un deber hacerlo, por el hecho de ser racionales-, así como las consecuencias terribles que produjeron.
Besar el Corán es mucho peor que gravísimo, es un acto de apostasía; lo mismo, rezar junto a las "otras religiones", o pretender que exista salvación fuera de la Iglesia. Las contradicciones con la Fe de siempre son evidentes, intentar darle un significado positivo o quitarle importancia entraña ligereza doctrinal y de Fe; o simplemente, no tenerla. No obstante, si todos nos consideramos católicos intentemos demostrarlo, sin insultos y siendo rigurosos y severos en el orden de los argumentos.
EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Me has dejado como vulgarmente se dice con las patas colgando.
Yo aplaudo la beatificación de S.S. Juan Pablo II y no soy enemigo ni de Dios ni de su Iglesia. Son millones de personas los que han acogido la beatificación como una bendición de Dios. ¿Todos ellos son enemigos jurados de Dios?
El fanatismo y el sectarismo es algo más extendido de lo que yo creía en el seno de la Iglesia.
Te deseo de todo corazón que tu Curso de Estado Mayor te sea de gran utilidad, cuando lo termines deberías hacer uno de fidelidad a la Iglesia de la que Cristo es la cabeza.
Discúlpame por mi sinceridad, es la única virtud de la que puedo presumir.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
O eres fiel a Juan Pablo II y sus doctrinas personales o al papado y la Iglesia Católica. Ambas fidelidades son mutuamente excluyentes. El resto es puro sentimentalismo. Todo católico lo sabe.
LAUS DEO.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN
O eres fiel a Juan Pablo II y sus doctrinas personales o al papado y la Iglesia Católica. Ambas fidelidades son mutuamente excluyentes. El resto es puro sentimentalismo. Todo católico lo sabe.
LAUS DEO.
Podra o no estarse de acuerdo con algunos de los actos de SS el ahora felizmente Beato Juan Pablo II, pero hay que recordar que el fue Vicario de Cristo y por lo tanto cabeza de la Santa Iglesia.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Claro que lo fue. He ahí la profunda gravedad de sus actos públicos contra la Fe.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN
O eres fiel a Juan Pablo II y sus doctrinas personales o al papado y la Iglesia Católica. Ambas fidelidades son mutuamente excluyentes. El resto es puro sentimentalismo. Todo católico lo sabe.
LAUS DEO.
Yo solamente soy fiel a Jesucristo Nuestro Señor y su doctrina fue muy clara para aquellos que quieran entender lo evidente:
“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella.” (Mateo16, 18)
Aquí no sentimentalismo alguno, mi fidelidad a Cristo la hago presente en sus vicarios, el beatificado y el beatificador.
Lo que no hago ni nunca haré es politizar mis creencias religiosas.
Todos los católico lo que sí saben, o deberían saber, es que la rivalidad entre ellos no es grata a los ojos de Dios. Y hay grupos de católicos que parece ser se han impuesto por misión sembrar la cizaña entre nosotros.
“Nada hagáis por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo, buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás.” (Filipenses 2, 3-4)
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN
Claro que lo fue. He ahí la profunda gravedad de sus actos públicos contra la Fe.
Te ruego, encarecidamente, me indiques algún acto público contra la Fe del Beato Juan Pablo II.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN
Y es por dichos actos que lo aplaude el mundo-enemigo jurado de Dios y de su única Iglesia-. El mundo no se alegra ni felicita por la Iglesia Católica, lo que ha aplaudido y sigue haciéndolo es todo lo que Juan Pablo II representa de ruptura con la Fe.
Ahí te equivocas Cristián, el mundo-enemigo jurado de Dios, tampoco aplaude a SS Juan Pablo II...para la progresía atea SS JPII seguirá siendo un retrógrado ayer, hoy y siempre. Si hablamos del Islam, no pudo importarle menos aquel gesto, y así un largo etc...Los enemigos, ayer, hoy y siempre de la Iglesia, lo seguirán siendo hasta que ésta desaparezca, no hay mas.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
Reke_Ride
Ahí te equivocas Cristián, el mundo-enemigo jurado de Dios, tampoco aplaude a SS Juan Pablo II...para la progresía atea SS JPII seguirá siendo un retrógrado ayer, hoy y siempre. Si hablamos del Islam, no pudo importarle menos aquel gesto, y así un largo etc...Los enemigos, ayer, hoy y siempre de la Iglesia, lo seguirán siendo hasta que ésta desaparezca, no hay mas.
Suscribo tus palabras, ha sido uno de los Papas más odiados de los enemigos de la Iglesia de toda la Historia de ésta. Y, desde luego, cansa y aburre hasta la saciedad tanto desvarío. No soy "juanpablista", como algunos parecen creer y hasta afirmar, pero si soy un partidario y así he buscado dejarlo bien claro, -aunque a algunos les cueste entenderlo-, de esperar dentro de un prudente y adecuado silencio, y no dar pábulo a los enemigos de Dios y de la Iglesia, pero parece que abundan los oídos duros.
Tengo un especial interés en conocer las acreditaciones de la condición de "doctores de la Iglesia" y de "teólogos" que unos cuantos parecen parecen dar a entender. Lo que no es contrario en nada a que a mi también me produzcan perplejidad ciertos actos y situaciones protagonizadas por JPII.
Por cierto, la anterior lápida que cubría su sepulcro ha sido enviada a Cracovia provocando una natural alegría entre los fieles de Polonia. A ver si ahora se va a afirmar que los católicos polacos son unos herejes.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
La beatificación de Juan Pablo II es mucho más que “el suceso de la semana”, del mes o del año. No ha dejado indiferente a católicos, no católicos y anti-católicos. Es abrumadora la algarabía que este hecho suscita, sobre todo en las incontables personas que recuerdan el contacto –por breve que haya sido- que tuvieron con él: en efecto, puede decirse sin temor a errar que ha sido la persona que han visto directamente más personas en la historia de la humanidad; lo curioso es que bastantes de estas aseguran: “el Papa me vio a mí… el Papa me sonrió” cuando se encontraban rodeadas por la multitud. En efecto, Juan Pablo II tenía el don de tratar a cada persona como lo que es, un ser único e irrepetible.
Pero Juan Pablo II tenía una personalidad muy definida, la cual no se entiende si no se mira su riquísima interioridad. El postulador de la causa de beatificación dice someramente que “era un hombre de fe”. Por ello no puede dejar indiferentes a las personas, ni a todos ha de gustar: es lógico que no hayan faltado voces discordantes que se oponen a la beatificación, no podía ser de otra manera. Pero es interesante preguntarnos, ¿quiénes son y por qué?
Es obvio que para aquellos que miran con recelo, animadversión o incluso odio a la Iglesia, no les agrade el suceso: al fin y al cabo la beatificación ofrece notoriedad y cámaras a la institución que ellos rechazan. Sean masones, comunistas, laicistas, evangélicos de corte fundamentalista (las confesiones protestantes tradicionales suelen reconocer con respeto su figura y el papel que desempeñó como Papa, y agradecen el que las tomó en cuenta como interlocutores privilegiados, amantes de la Palabra de Dios), etc., no les interesa que se recuerde positivamente la figura de un Papa. Cuando murió no les quedó otra que callar, la conmoción mundial fue aplastante (baste pensar en la Misa de funerales), pero pasados los años, y sin posibilidad de defenderse, es más sencillo “echar tierrita al muerto” y sembrar duda y confusión: así lo hicieron los comunistas con Pio XII, un Papa que falleció gozando de un inmenso prestigio fuera de los muros de la Iglesia. Ya lo decía Voltaire: “calumnia, que algo queda”.
Sin embargo, es más doloroso constatar que algunas de las voces discordantes provienen de dentro de la Iglesia. Nada hay peor que “el fuego amigo”. Y es que Juan Pablo II no sólo se dedicó a poner orden en el mundo, primero se puso a ordenar la propia casa, y a muchos de los “ordenados” eso no les gustó. Algunos incluso abandonaron la Iglesia, al ver que no coincidía con la idea que ellos tenían de Ella; otros –no se sabe que sea mejor- permanecen dentro, pero con el poco claro afán de criticarla continuamente. Como siempre provienen de los extremos: ultraconservadores, que rechazan el Vaticano II y de izquierda, teólogos de la liberación trasnochados, que paradójicamente en esto sí son capaces de estar de acuerdo con sus antagonistas naturales: en “tirar piedras al propio tejado”.
Es muy fácil decir, “a toro pasado”: “es que no hizo”, “es que dejó hacer”, “no corrigió”, etc. Con el paso del tiempo, cuando las cosas se pueden ver con calma y se cuentan con todos los datos, resulta sencillo juzgar a los protagonistas del pasado; la pregunta es si es justo hacerlo. Sobra decir, ya es redundante recordarlo, que el proceso del Padre Maciel comenzó en su pontificado, y que probablemente la cruz más dolorosa del mismo, hayan sido los escándalos sacerdotales, que sufrió y supo afrontar.
Lo que está claro es que el proceso de beatificación no fue un mero trámite, ni una simulación: 35 cardenales, 20 obispos, 11 sacerdotes, 36 laicos, 3 monjas, 5 religiosos, 3 no católicos y un judío respondieron a un estricto cuestionario de 129 preguntas. Un grupo de 6 historiadores peinó toda su vida y la postulación presentó finalmente 3 tomos con las investigaciones. Pero, lo más importante, al final la “voz de Dios” cerró toda controversia con el milagro concedido –curación inmediata de un parkinson- a la monja Marie Simon-Pierre. La voz de Dios coincide con la de la Iglesia que aclama: santo súbito; a Benedicto XVI sólo le tocó levantar acta del hecho.
Church Forum
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
"Te ruego, encarecidamente, me indiques algún acto público contra la Fe del Beato Juan Pablo II"
El encuentro de Asís
Las visitas a sinagogas y templos protestantes.
Su elogio público a Lutero.
Son innumerables y es un tema tantas veces tratado en el foro que cansa repetirlo.
Ahora, si consideras que dichos actos no son contra la Fe, debes profundizar tus conocimientos doctrinales.
LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI:
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Insisto y la evidencia huelga en los medios. El mundo celebra a Juan Pablo II no por lo que tuvo de católico (el aspecto moral. Y la moral católica no es sino la moral conforme a la ley natural) sino lo mucho que tuvo de no católico: promotor de la paz (la paz falsa, la del mundo), defensor de los Derechos Humanos (condenados por la Iglesia) y de la Democracia (opuesta a radice al catolicismo). El etc. es casi infinito.
Resulta difícil imaginar un Pontífice que haya causado mayor daño a la Iglesia de Cristo.
¿Se imaginan ustedes las reacciones si se beatificara a Pío XII? Imagínenselo y comparen.
EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN
"Te ruego, encarecidamente, me indiques algún acto público contra la Fe del Beato Juan Pablo II"
El encuentro de Asís
Las visitas a sinagogas y templos protestantes.
Su elogio público a Lutero.
Son innumerables y es un tema tantas veces tratado en el foro que cansa repetirlo.
Ahora, si consideras que dichos actos no son contra la Fe, debes profundizar tus conocimientos doctrinales.
LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI:
Palabras de Benedicto XVI sobre el encuentro de Asís:
“Este año se celebra el vigésimo aniversario del Encuentro interreligioso de oración por la paz, convocado por mi venerado predecesor Juan Pablo II y que tuvo lugar el 27 de octubre de 1986 en esa ciudad de Asís. Como es sabido, no sólo invitó a aquel encuentro a los cristianos de las diversas confesiones, sino también a exponentes de las diferentes religiones. La iniciativa tuvo amplio eco en la opinión pública: fue un mensaje vibrante en favor de la paz y se convirtió en un acontecimiento que dejó huella en la historia de nuestro tiempo.”
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2006/documents/hf_ben-xvi_let_20060902_xx-incontro-assisi_sp.html
De lo demás no considero que valga la pena buscar documentación. Así que diré lo que se me ocurra.
Jesús visitó muchas sinagogas, el cristianismo tuvo su origen en el judaísmo. Jesús y su Santísima madre eran judíos de raza y de religión.
Los protestantes son tan cristianos como nosotros, hermanos que tuvimos la desgracia de perder. ¿Por qué no hacer un gesto de amor fraternal hacia ellos? ¿O es que vamos a seguir matándonos unos a otros como ya lo hicimos?
Lutero fue un bien intencionado, los avatares de la historia y los errores de unos y de otros acabaron con la unida de la Iglesia. Es preferible elogiar a demonizar.
Considero que nada de esto empaña mi fe. Quizás sí la tuya que te aparta de la obediencia debida al Santa Padre, al sucesor de Pedro. Mis conocimiento son mediocres, pero mi fidelidad al mandato de Cristo y mi obediencia al Papa es enorme. Profundiza tú, que quizás lo necesites más que yo.
Para terminar recordar estas palabras de Jesús, palabras que Juan Pablo II hizo suyas:
“No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.” (Juan 17, 20-21)
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
El mundo celebra a Juan Pablo II no por lo que tuvo de católico (el aspecto moral. Y la moral católica no es sino la moral conforme a la ley natural) sino lo mucho que tuvo de no católico: promotor de la paz (la paz falsa, la del mundo), defensor de los Derechos Humanos (condenados por la Iglesia) y de la Democracia (opuesta a radice al catolicismo). El etc. es casi infinito.
Resulta difícil imaginar un Pontífice que haya causado mayor daño a la Iglesia de Cristo.
¿Se imaginan ustedes las reacciones si se beatificara a Pío XII? Imagínenselo y comparen.
Cristián Yañez Durán:
Me imagino que las reacciones serían terribles: a la prensa sionista internacional no le iba a gustar nada de nada; los zurdos de todo el mundo estarían haciendo protestas y manifestaciones violentas; hordas de maricones, lesbianas y feministas estarían alzando sus eslóganes de "Iglesia=Fascismo", el "Papa es un nazi", etcétera, etcétera, etcétera...
¿Y qué pasaría entonces si canonizaran a Isabel la Católica o beatificaran a José Antonio Primo de Rivera?
Anorgi:
Cita:
Jesús visitó muchas sinagogas, el cristianismo tuvo su origen en el judaísmo. Jesús y su Santísima madre eran judíos de raza y de religión.
¿Y? El cristianismo es continuación verdadera del judaísmo verdadero; el judaísmo de hoy es el fariseico y demoníaco: el judaísmo deicida.
Cita:
Los protestantes son tan cristianos como nosotros, hermanos que tuvimos la desgracia de perder. ¿Por qué no hacer un gesto de amor fraternal hacia ellos? ¿O es que vamos a seguir matándonos unos a otros como ya lo hicimos?
Lutero fue un bien intencionado, los avatares de la historia y los errores de unos y de otros acabaron con la unida de la Iglesia. Es preferible elogiar a demonizar.
Creo que ya lo había dicho y demostrado; los protestantes NO son cristianos, NO son nuestros hermanos. Ellos son nuestros enemigos y sí que tenemos que hacer un gesto de amor hacia nuestros enemigos, sean protestantes, ortodoxos, judíos, etcétera: evangelizarlos y orar por su pronta conversión. Nosotros no matamos por matar, sino por legítima defensa.
Podría serlo al principio (cuando era católico), pero después se convirtió en el monje maldito, que faltó el respeto al Vicario de Cristo y a la Santa Iglesia, diciendo que era la ramera de Babilonia, que el Papa era malo, que era un corrupto, etcétera, etcétera, etcétera. Lutero fue un hereje y aquí están sus errores (Bula Exsurge Domine).
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Anorgi, por favor, ¿de adonde sacaste que los protestantes son cristianos? Tal*como enseña la Iglesia, para ser cristiano hay que seguir la Fe de Cristo, eso define a un cristiano. Y esa Fe es la Católica Romana. Nadie más puede ser cristiano.
Respecto de las sinagogas, tu confusión es enorme. Nada tiene que ver el actual judaísmo con el de la época de Nuestro Señor. Los judíos del Antiguo Testamento compartían implícitamente la misma Fe que nosotros y creían en el mismo Dios que nosotros. Los actuales judíos no creen en el Dios verdadero y odian a Cristo y a su iglesia. Cómo dice San Pablo-y es de fe-con la Nueva Ley el judaísmo se ha trocado en religión mortífera.
Por lo demás, tu cita está fuera de contexto y en el sentido que la empleas está condenada por la Iglesia. Porque el rebaño ya es uno y tiene un sólo*pastor.
No discuto que quieras ser fiel, pero objetivamente y a pesar tuyo no lo eres. privilegias tu sentimentalismo por sobre la Fe.
En Cristo y en María.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Algo más sobre Lutero:
http://hispanismo.org/cine-y-teatro/...-mentiras.html
http://hispanismo.org/historia-y-ant...-libertad.html
No seamos tan ingenuos con las "buenas" intenciones de Lutero. Además, si realmente hubiera sido tan espiritual como dicen, hace tiempo que sus obras estarían traducidas a otros idiomas, pero solo en los últimos años han aparecido traducciones, sin duda para llenar una laguna en lo que respecta a la literatura alemana. Esto se debía a que los propios protestantes se avergüenzan de los escritos de Lutero, que están repletos de odio y rencor al catolicismo y a la cultura, lenguaje soez, sensualidad grosera, racismo, belicismo, estaba a favor de la tortura y el exterminio de los católicos y de otros herejes (¿con qué derecho se atreven entonces los protestantes a hablar de las supuestas atrocidades de la Inquisición?).
Respecto a lo que de Jesús iba a las sinagogas, todavía estaba vigente el judaísmo, porque Él aún no había muerto por nosotros.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
"João Paulo II: o beato, o super-homem e o místico", interessante artigo do Pe. João Batista A. Prado Ferraz Costa.
"O estrondo publicitário, o espalhafato midiático, o grande sucesso de marketing em torno da beatificação de João Paulo II não conseguem esconder a realidade de que uma considerável parcela de católicos (entre os poucos que ainda conservam íntegra a fé e a sã doutrina) está perplexa ante a elevação à glória dos altares de um papa que, durante o seu longo pontificado, não levou em devida conta a tradição bimilenar da Igreja, mudando completamente o modo de agir da Igreja, principalmente no que concerne à sua relação com as religiões falsas.
A primeira coisa que nos escandaliza na beatificação de João Paulo II, como bem observou um jovem católico, é que a pressão da sinagoga contra a beatificação do grande Papa Pio XII teve mais força nos corredores do Vaticano do que os argumentos teológicos sólidos de tantos católicos contra a beatificação de João Paulo II, um papa que chocou os fiéis com atitudes como o beijo do Corão, o sinal dos adoradores da deusa Shiva que recebeu de uma sacerdotisa indiana. Realmente, esses dois pesos e duas medidas adotados pela alta burocracia vaticana, herdeira das benesses de João Paulo II, são de pasmar.
Além dos argumentos de ordem teológica contra a beatificação de João Paulo II, há graves manifestações de desconcerto da parte de católicos que se julgam afrontados por várias atitudes do neo beato. Houve reação não só dos cubanos mas também de católicos da Silésia, que foram no século passado deportados e tiveram suas casas invadidas e seus bens esbulhados pelos comunistas polacos. Trata-se de um dos maiores crimes da história do século XX. Por ocasião de sua visita àquela região, João Paulo II, que gostava de fazer discursos em reparação dos “pecados históricos”, não disse uma palavra sequer.
Todavia, cumpre reconhecer que João Paulo II demonstrava tanta desenvoltura, tanta segurança em seus atos, que constituía uma personalidade singular que merece acurado exame da parte de todas as pessoas que tenham interesse pela vida dos grandes personagens da história.
A mim João Paulo II sempre me fez lembrar dois ideais de homens traçados por dois pensadores modernos: o super-homem de Nietzsche e o místico de alma aberta, de Bergson.
Com efeito, ao contrário do que pensa muita gente, Nietzsche, embora fosse um inimigo do cristianismo, não era um niilista. É verdade que queria destruir o cristianismo, 'responsável pela ascensão da escoria', para dar lugar a uma nova aristocracia que, por meio do super-homem, produzisse uma cultura superior. Mas queria uma nova tábua de valores cunhada pelo homem forte. Não queria a negação de valores como o asqueroso Jean- Paul Sartre. Por exemplo, Nietzsche não era um defensor da libertinagem; Sartre, sim; em sua medonha vida privada bem o demonstrou.
Pois bem. João Paulo II, por um lado, assemelha-se muito ao super-homem de Nietzsche por ter promovido a religião do homem, por ter conseguido uma síntese entre o humanismo ateu moderno e a Igreja reformada pelo Vaticano II. Hoje, a Igreja, em diálogo com todas as correntes ideológicas e religiosas da humanidade, tem como preocupação maior o bem do homem, tanto assim que disse João Paulo II “o homem é o caminho da Igreja.”
Realmente, só um super-homem carismático como João Paulo II poderia ter realizado tal transmutação de valores e mentalidades. Antes, os católicos eram rígidos e intransigentes em sua convicção de que sua religião era a única verdadeira e a observância do decálogo era necessária para a salvação das almas. Hoje, a maioria dos católicos acha que o importante é a confraternização entre as religiões para a defesa dos direitos humanos e combate da homofobia. E não se fala mais em alma, conceito metafísico completamente esquecido e embolorado.
Por outro lado, João Paulo II assemelha-se muito ao místico da teoria de Henri Bergson sobre a moral e a religião abertas. Como se sabe, Bergson dizia que os grandes místicos, não só os católicos e judeus do Antigo Testamento, mas também os pagãos, são os protagonistas das grandes transformações da humanidade.
Efetivamente, aquela religião estática e fechada da Contra-Reforma, que anatematizava com o syllabus toda modernidade, foi suplantada, graças à mística de João Paulo II, por uma religião aberta e dinâmica a serviço da humanidade. Daí ser ele comparável ao místico de Bergson.
Mas esse dinamismo de nova religião aberta e em evolução lembra não só a filosofia do élan vital de Bergson. Encerra, outrossim, inegavelmente, elementos do pensamento esotérico de Teilhard de Chardin, autor apreciado pelo novo beato. De fato, hoje vemos a Igreja, por meio do ecumenismo e diálogo inter-religioso, promovendo a unidade do gênero humano em direção a um patamar superior, o ponto ômega de Chardin, onde tudo e todos estariam unidos em uma síntese de puro amor!
Alguém poderia objetar – e eu concederia de bom grado – o papa João Paulo II era um homem piíssimo, devoto sincero de Nossa Senhora, arauto dos valores familiares católicos e denodado defensor da vida contra a cultura da morte e a lama da imoralidade da sociedade moderna. Tudo isso é verdade e o distingue com razão do seu sucessor. Certamente, tudo isso tem mérito diante de Deus e da história da Igreja. Mas resta saber qual foi seu legado maior. Infelizmente, estou convencido de que não será esse o seu legado. Se fosse, com certeza sua beatificação não teria tamanha repercussão. É muito mais festejado como um super-homem ou como um místico reformador da humanidade.
De modo que, diante de uma beatificação tão estrepitosa e controvertida e na expectativa de uma muito provável canonização de João Paulo II em breve impõe-se aos católicos a questão do valor de tal juízo da Igreja.
Creio que o teólogo Bernardo Bartmann é muito feliz na elucidação deste problema. Transcrevo a seguir trechos de sua Teologia Dogmática que explanam o tema.
“A questão da infalibilidade na canonização dos santos, pode-se considerar histórica e teologicamente. Os primeiros santos foram, além dos Apóstolos e Profetas, os mártires, cujos nomes eram escritos pelos bispos no elenco oficial dos reconhecidos pela Igreja. A inserção era feita depois de juízo maduro, acerca da vida anterior do mártir e não se aceitava qualquer um. A propósito dos três primeiros séculos, o protestante H. Achelis observa que os bispos exerciam um controle severo e recusavam os falsos mártires. Mais tarde, aos santos mártires acrescentaram-se os santos “confessores”: Antonio, Paulo, Atanásio, Efrém, Martinho de Tours. Era mais fácil constatar a realidade do martírio, do que a santidade dos confessores: para estes, o povo tomava parte no julgamento, mas ao bispo competia, em última instância, admiti-los nos catálogos.
(…)
Ao dealbar do ano 1000, a Igreja procurou, mediante fórmulas fixas, regular, pouco a pouco, o culto dos santos, mas só o conseguiu de modo definitivo em 1600. Na época pós-tridentina, surgiu a questão teológica. No tempo do Concílio de Trento, Tomás Badia (1483-1547), mestre dos Sacros Palácios, sustentou contra Ambrósio Catarino que a Igreja, ao honrar os santos, podia cair em erro. Afirmava dever crer-se na glória dos santos em geral, não porém na gloria de cada um em particular; afirmava, pois, que era preciso distinguir entre credere ex pietate e credere ex necessitate fidei. Nas canonizações, a Igreja não pode tomar por base a revelação, mas somente os testemunhos humanos, concernentes à vida e aos milagres, testemunhos sempre examinados com grande rigor. A quase totalidade dos teólogos, hoje, considera infalível esse juízo da Igreja mas a tese da infalibilidade da Igreja neste caso é julgada diversamente. Pesch diz que alguns a têm por uma “pia sententia”, ao passo que para outros, entre os quais Bento XIV, é de fé.
(…)
As dificuldades a se resolverem são as seguintes: antes de tudo, não está absolutamente claro se a Igreja quer definir o fato de que o santo em questão tenha chegado à visão de Deus. (…) Enfim – a principal dificuldade - deve-se acrescentar que é impossível, sem uma revelação divina, chegar a uma certeza de fé sobre o estado de graça de uma alma (Trid. S. 6, c. 12, Denz. 805). Acrescente-se que a Igreja, depois da morte dos Apóstolos, não recebe mais nenhuma revelação. A predestinação é um mistério imperscrutável. A Igreja, nas indagações sobre a vida dos santos, baseia-se não sobre testemunho divino, mas tão somente sobre informações humanas e elementos naturais que podem sempre ser subjetivos. Deus pode testemunhar em prol dos santos por meio de milagres. Mas também estes, como a mesma canonização, não têm relação íntima e direta com as verdades reveladas. Acrescente-se que esses milagres só podem reconhecidos por quem neles crê, mas essa fé não é obrigatória. A velha controvérsia sobre se é possível provar um dogma com um milagre que é notório na Igreja foi resolvida negativamente.
(…)
Sheid, tratando da infalibilidade do papa na canonização dos santos, escreve: “A dificuldade do problema está em se encontrar uma prova verdadeiramente satisfatória desta infalibilidade, cuja existência se afirma. (…) Não é por isso fácil estabelecer, de modo claro e probativo, que ela, em toda a sua extensão, entre também no âmbito da infalibilidade da Igreja.”
(…)
Em todo caso, os atos da canonização só podem ser aceitos por fé geral eclesiástica e não por fé divina. (…) Se no número dos santos encontramos algum “falso” santo, como Barlaam e Josafat, o culto relativo que lhes é prestado vai a Deus. Como um rei pode ser honrado num pseudo-embaixador, assim, Deus, num pseudo-santo.[1]”
Para remate, desejaria dizer que sei que corro o risco de ser tachado como antipático e presunçoso escrevendo estas linhas. Mas faço-o como o cumprimento de um dever de consciência, na esperança de que a Igreja, redescobrindo o caminho de sua tradição autêntica, condene o ecumenismo filantrópico maçônico, combata pelo Reinado Social de Nosso Senhor Jesus Cristo, volte a fecundar a sociedade civil pela constituição de sólidas famílias e tudo aquilo de bom que o papa João Paulo II fez possa ser celebrado e o que houve de mau esquecido e confiado à misericórdia divina, da qual todos temos suma necessidade".
Pe. João Batista de A. Prado Costa
Anápolis, 2 de maio de 2011.
Solenidade de São José Operário
[1] Bernardo Bartmann, Teologia Dogmatica, v. 1, p. 68-70, Paulinas, 1962.
Em tempo (Sidney): O texto original (que apenas reproduzimos no Contra Impugnantes), está no site da Associação Civil Santa Maria das Vitórias. Não conheço pessoalmente o P. João Batista — o Nougué, sim, o conhece —, mas parabenizo-o efusivamente por este corajoso artigo, sobretudo no que concerne às ações práticas do papa João Paulo II arroladas nos primeiros parágrafos, pois, acerca do modus da infalibilidade das canonizações, em linhas gerais, estudarei a partir de agora com todo o afinco a questão (pois ocorreu-me uma dúvida lendo o trecho de Bartmann)... De toda forma, sobre as canonizações pós-conciliares, estou com o que diz o Pe. Calderón em A Candeia Debaixo do Alqueire, após algumas páginas em que explica como foram "simplificados" os processos de canonização, que tinham um sentido prudencial profundo: "Ao retirar o fundamento de um rigoroso juízo de ortodoxia doutrinal, tudo o mais perde consistência: não há situação humana em que, com um pouco de imaginação, não se possam descobrir aspectos heróicos; nem há personalidade em que, com um pouco de publicidade, não se encontrem milagres. Depois da brutal simplificação dos processos sob João Paulo II, a Congregação para as Causas dos Santos transformou-se numa fábrica de santos em série para as necessidades pastorais do momento, sendo a principal de todas aureolar de santidade (...) a obra do Concílio".
Contra Impugnantes
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Existe varios límites con los que no se va dejar pasar, y uno de ellos son los mínimos de calidad. Aportaciones basadas en delirios de curas errantes emboscados en su propia capacidad para predecir el apocalispsis todos los dias, como los del padre B.M., no interesan. "Estudios" teológicos de baja estofa y llenos de errores casi peores que los otros que pretenden denunciar, de blogueros obsesionados con la conspiración permanente, cuya falta de ética permite poner el insulto, el rumor, la suposición y hasta la propia ignorancia de los temas tratados al servicio de una línea editorial autoconsiderada infalible, no interesan. O lo que es lo mismo, los contenidos de RC y similares, simplemente no cumplen el nivel para leerse aquí. El que quiera consumir teología de andar por casa y darse la razón sobre las tesis más inverosímiles con los otros 4 que las sostienen, que lo haga si quiere y tiene tiempo, pero que no lo comparta aquí. Esto es un sitio serio.
No voy a dejar que contenido de calidad como los de los blogs ExOrbe o ContraImpugnantes, o foreros como Cristián o Alacrán estén al mismo nivel que cualquier frikada de internet.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Título: ¿Beatificación de un hombre o de un Concilio?
Autor: Fr. Arnaud Rostand, Superior de la FSSPX Distrito EEUU
Traducción: Alejandro Villarreal -mayo de 2011-
Traducido y publicado sin el permiso expreso del autor
.
.
Estimados Amigos y Benefactores,
El 1° de mayo de 2011, el Papa Benedicto XVI declaró beato a su predecesor, Juan Pablo II, a sólo seis meses de su muerte. Esta beatificación provocó muchas preguntas y preocupaciones en los católicos.
.
i. ¿Infalibilidad papal?
Recordemos que las beatificaciones no entran dentro del carisma de la infalibilidad, éste es un acto por el cual el papa da su permiso para venerar al beato, en algunas partes de la Iglesia y no establece ningún culto obligatorio.
Por el contrario, en el caso de las canonizaciones, el juicio del papa, sin ser un artículo de fe, es considerado infalible por los teólogos. Sería imprudente el negar una canonización.
Uno podría, sin embargo, legítimamente dudar de que las canonizaciones modernas caigan dentro del carisma de infalibilidad, debido a las recientes reformas con las que las canonizaciones son preparadas. Según Fr. Gleize [1], tres aspectos pueden causar tales dudas:
.
1. Nuevas políticas y la escrupulosidad.
La infalibilidad papal es dada por la asistencia del Espíritu Santo, no por inspiración. Las canonizaciones así, requieren de la mayor preparación y labor diligente. La reducción del número de milagros requeridos tanto para la beatificación como para la canonización, el acortamiento del tiempo para declarar las virtudes heroicas y la influencia de las emociones populares son todos nuevos elementos, los cuales disminuyen la necesidad de la escrupulosidad.
.
2. La decisión colegiada.
La nueva política otorga al obispo diocesano el derecho de instruir en el caso y de juzgar. Esto tiene su antecedente en la regla ya existente desde el siglo doce. El papa retiene el poder de confirmar el juicio del obispo, como órgano del magisterio colegiado. Sin embargo, al hacer esto, “tales canonizaciones no cuentan con la garantía de la infalibilidad personal atribuible al solemne magisterio del Papa” [2].
.
3. Un nuevo concepto de santidad.
Hasta el II Concilio Vaticano, antes de la reforma al proceso de canonización, la Iglesia declaró como santos a quienes mostraron un grado heroico de santidad y no simplemente por el primer grado que es común, el cual consiste en el estado de gracia. Este grado especial y eminente es llamado estado de perfección, cuando el alma está movida totalmente por el Espíritu Santo. Hoy, esta noción de perfección heroica ya no se requiere:
“Esto (la falta del grado especial de virtud) no es algo infrecuente, por el contrario, es universal. Esto viene de la presentación de la santidad del II Concilio Vaticano como un estado en común. La idea de la vocación universal a la santidad es el centro del Capítulo cinco de Lumen Gentium.” [3]
.
iii. ¿Beatificación de un hombre o de un Concilio?
Existe una pregunta mucho más importante que la correspondiente a la infalibilidad: ¿Cuál es el significado de esta beatificación?
Como en el caso de Juan XXIII, la beatificación de Juan Pablo II está relacionada con el II Concilio Vaticano y la nueva era introducida por este Concilio. Juan XXIII fue beatificado debido a que él lo inauguró, y así, fue considerado el profeta de un nuevo Pentecostés. Aún hemos de temer que el motivo oculto detrás de la beatificación de Juan Pablo II sea declarar santo al Concilio en sí.
Dejando a un lado los sentimientos personales, uno está obligado a reconocer que la herencia del pontificado de Juan Pablo II, lejos de haber sido una primavera para la Iglesia, es un enorme campo de ruinas. La Fe ya no es más la luz del mundo, ya sea dentro o fuera de la Iglesia, debido a que quienes están en el cargo de mantenerla prendida ¡la han ocultado bajo una cesta!
Siendo justos, la devastación actual no sólo es consecuencia de los actos de Juan Pablo II, sino que, tienen que ver también con los errores y los lobos rapaces, ¿qué hizo él a favor de Dios, Su Iglesia y sus hijos, con las otras ovejas quienes aún no están dentro del redil? ¿Qué tan heroicamente, por sobre la fuerza común y natural del hombre, él ejercitó su oficio como papa? ¿Satisfizo él su labor de estado como Santo Padre? [4].
.
1. Un campo de ruinas en vez de una nueva primavera.
Fue el entonces Cardenal Ratzinger mismo quien juzgó el pontificado de Juan Pablo II como “un continuo proceso de decadencia” [5]. También fue descrito como “una apostasía silenciosa” [5] y finalmente como “un proceso de secularización” que “ha producido una grave crisis del sentido de la fe cristiana perteneciente a la Iglesia” [7], de tal dimensión que se ha creado una nueva comisión pontificia para la reevangelización en países que hoy experimentan un “eclipse en su comprensión de Dios” [8].
Justo antes de ser elegido Papa (el Card. Ratzinger), el describió a la Iglesia como una nave “haciendo agua por todos lados” [9]. Podríamos preguntar: ¿Quién era el capitán a cargo de la nave?
Actualmente en Estados Unidos, once millones de católicos bautizados han abandonado la Iglesia, antes del Concilio, las conversiones a la Fe católica se daban a una tasa de 170 mil anuales [10].
El entonces Cardenal Ratzinger creyó que la razón principal de la crisis era el colapso en la liturgia: “Estoy convencido de que la crisis en Iglesia, en la cual nos encontramos hoy, depende en gran parte del colapso de la liturgia.” [11]
Durante veintisiete años, ¿quién dio ejemplos “ecuménicos” de liturgias centradas en el hombre y donde la adoración a Dios desaparecía para dar paso a espectáculos populares? Sin mencionar las consecuencias del colapso de la liturgia sobre la vida sacerdotal de los ministros. ¿No fue durante el anterior pontificado que vimos tantos escándalos encubiertos? ¿No fue cuando vimos perderse a tantos sacerdotes, a los cuales el Card. Ratzinger aludió cuando dijo “cuánta suciedad hay en la Iglesia, incluso entre quienes, desde el sacerdocio, debieran entregarse completamente a Él”? [12]
La crisis de la liturgia y del sacerdocio, sin embargo, tienen en su problemática una raíz más profunda: la crisis de la Fe. Esto fue lo que el Arzobispo Lefebvre tan frecuentemente demostró. La regla de oración es la regla de Fe, ¿qué hizo el Papa Juan Pablo II para defender, preservar y promover la Fe católica?
.
2. La Fe escondida bajo una cesta.
Cuarenta años después del Vaticano II y Roma todavía está tratando de dar la correcta interpretación al Concilio [13]. Pero ¿dónde ha estado el magisterio durante estas cuatro décadas? ¿No es el magisterio el responsable de dar la correcta interpretación? Juan Pablo II, por lo tanto, no proveyó la correcta interpretación del Concilio, ¿no era su obligación hacerlo?
De hecho, el Papa pasó todo su pontificado esparciendo por todo el mundo los principios de la Revolución Francesa, enseñando sobre los derechos del hombre basado en textos del Concilio: libertad religiosa y ecumenismo.
Después de la reforma litúrgica, de la cual tenemos numerosos ejemplos de perpetua evolución e inculturización, él adaptó la Ley Canónica al espíritu del Concilio (1983). Entonces vino el Catecismo de la Iglesia Católica, el cual se publicó bajo muchas traducciones, antes que incluso el texto original fuese oficialmente aprobado.
Uno podría fácilmente hacer una lista de todos los actos espectaculares de ecumenismo con los herejes, cismáticos, judíos, musulmanes y paganos. El más espectacular fue el correspondiente a los dos encuentros en Asís, los cuales escandalizaron a tantas almas dentro y fuera de la Iglesia. Fue una lección concreta sobre la ausencia de necesidad de pertenencia a la Iglesia fundada por Jesucristo con el fin de ser salvado.
Encíclica tras encíclica, Juan Pablo II sepultó la Fe y moral católica [14] bajo el término profano del humanitarismo, predicando frecuentemente los derechos del hombre en lugar de los derechos de Dios.
.
iii. Un nuevo libro.
En unas cuantas semanas, Angelus Press publicará un libro de gran interés sobre la beatificación del Papa Juan Pablo II. El autor, Fr. Patrick de La Rocque (FSSPX) explica cómo este humanismo es la idea central del pontificado de Juan Pablo II. A través de sus prolíficas enseñanzas papales, este Padre nos muestra, cita tras cita, que este falso amor de hombre llevó a Juan Pablo II a actuar en contra de la fe, la esperanza y la caridad, virtudes esenciales para alcanzar la santidad, así como contra la virtud de la prudencia, especialmente necesaria en aquellos quienes deben gobernar.
El Obispo Fellay, en el prefacio del libro, explica cómo la Fraternidad de San Pío X intentó tres veces, a través de diferentes medios, poner a la disposición de Roma este trabajo de exposición de dudas, pero nunca fue recibido por quienes estaban a cargo del estudio diligente de la causa y de las virtudes heroicas del beato, así que el Superior General de la FSSPX decidió publicar el libro.
.
iv. ¡Mi Corazón Inmaculado triunfará!
Una vez más, y en esta ocasión más que nunca, debemos voltear la mirada con confianza a Nuestra Señora. Ella, quien denunció los “pozos de impureza” en el clero y anunció que “Roma perderá la Fe” [15], quien mostró su preocupación por las almas cayendo al infierno y nos mostró los caminos para santificarnos: el sacrificio y el rosario. Ella también nos hizo saber la condición y el remedio para la restauración de la Iglesia: la consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado.
¿No es sorprendente que aquel quien es celebrado por ser uno de los principales demoledores del Muro de Berlín, símbolo del fin de la era Comunista, haya sido calificado por el Arzobispo Lefebvre como un filo-comunista? [16] La verdad es que con o sin Muro, “Rusia esparcirá sus errores a través del mundo, provocando guerras y persecuciones en contra de la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre sufrirá mucho, y muchas naciones serán aniquiladas” [17].
Finalmente, este futuro cierto sólo puede ser evitado con nuestras súplicas: “Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre consagrará Rusia y se convertirá, y se le concederá un periodo de paz al mundo” [18].
El mes de mayo comienza, seamos mejores fieles y con nuestro rosario en mano y el deseo de perfeccionar nuestros corazones, ¡alistémonos para una nueva y más ferviente Cruzada de rosarios!
.
Notas:
1 Fr. Jan-Michel Gleize, “Beatifications and Canonizations since Vatican II” French Courrier de Rome, February 2011.
2 Ibíd.
3 Ibíd.
4 For some examples, see “A Statement of Reservations Concerning the Impending Beatification of Pope John Paul II,” The Remnant, March 31, 2011.
5 L’Osservatore Romano, Nov. 9, 1984.
6 Ecclesia in Europa (2003), §9.
7 Vespers homily, June 28, 2010.
8 Ibíd.
9 Way of the Cross, 2005.
10 Open Letter to Confused Catholics (Angelus Press, 1986), p. 86.
11 Milestones (1997).
12 Homily on Good Friday, 2005.
13 Discourse of Benedict XVI about the hermeneutic of continuity.
14 As an example, in Splendor Veritatis, the main reason for being good is found in the dignity of the human person. [Como ejemplo, en S. P., la principal razón para ser buenos puede encontrarse en la dignidad de la persona humana.]
15 Apparitions of Our Lady at La Salette.
16 “John Paul II is above all a communist-loving politician at the service of a world communism retaining a hint of religion. He openly attacks all of the anti-communist governments and does not bring, by his travels, any Catholic revival.” Spiritual Journey (Angelus Press, 1991), Prologue, p. viii.]
17 Our Lady of Fatima, July 13, 1917.
18 Ibíd.
.
.
Traducción de Alejandro Villarreal de bibliaytradicion.wordpress.com
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Cita:
Iniciado por
Donoso
Existe varios límites con los que no se va dejar pasar, y uno de ellos son los mínimos de calidad. Aportaciones basadas en delirios de curas errantes emboscados en su propia capacidad para predecir el apocalispsis todos los dias, como los del padre B.M., no interesan. "Estudios" teológicos de baja estofa y llenos de errores casi peores que los otros que pretenden denunciar, de blogueros obsesionados con la conspiración permanente, cuya falta de ética permite poner el insulto, el rumor, la suposición y hasta la propia ignorancia de los temas tratados al servicio de una línea editorial autoconsiderada infalible, no interesan. O lo que es lo mismo, los contenidos de RC y similares, simplemente no cumplen el nivel para leerse aquí. El que quiera consumir teología de andar por casa y darse la razón sobre las tesis más inverosímiles con los otros 4 que las sostienen, que lo haga si quiere y tiene tiempo, pero que no lo comparta aquí. Esto es un sitio serio.
No voy a dejar que contenido de calidad como los de los blogs ExOrbe o ContraImpugnantes, o foreros como Cristián o Alacrán estén al mismo nivel que cualquier frikada de internet.
Disculpe Sr. Administrador si ofendí de algún modo a los foristas con mis últimas entradas; no tenía idea que las cosas de Basilio Méramo o de Radio Cristiandad no eran bienvenidas aquí. Igualmente aclaro que no necesariamente estoy de acuerdo con lo que allí exponía, sólo lo puse aquí para ver la opinión de los foristas y en especial del video sobre el "espíritu de Asís". Sólo me limité a denunciar los errores del Conciliábulo Vaticano II, seguramente no como debía y pido disculpas si me equivoqué.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
No hay problema, solo queria que quedara claro cual es el limite por ese lado.
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
¿Por qué no les gusta?
Un marmolillo-bolardo de cabeza y una garita torcida de cuerpo: Eso es resumiendo, la mega estatua que le han dedicado en Roma, frente a la Stazione Términi, al beato Giovanni Paolo-2º. Una creación muy moderna para un Papa modernísimo. Muy adecuado. ¿Por qué entonces no les gusta la estatua si les gustaba el personaje?
¿Acaso esperaban una formidable y estupenda imagen de bronce, con el Papa sentado en la sedia gestatoria, o en el trono, con tiara y manto pontificio? ¿No representa mejor el pontificado wojtyliano esa estatua de Términi, no es más acertada?
Alegórica, diría yo, concordando con el autor (no, no diré artista): La tenacidad voluntariosa (la bola-cabeza) y el pan-aperturismo indiscriminado (la garita-cuerpo). Esa es la alegoría, la inspiración sobre el sujeto traducida en objeto. Que a mí, repito, me parece muy lograda, con bastante aproximación personaje-concepto formato-espacial-figurativo.
También podría sugerir el sólido búnker estructural del carácter y el vacío sustancial-axial indeterminadamente sensible a la acogida en vocación culminantemente global. O algo por el estilo. ¿No?
Desde luego, a mí no me gusta, no tendré que decirlo. Pero mi disgusto es integral: No me gusta el personaje/no me gusta la escultura. Sin contradicción.
Lo que no entiendo es que no guste a los que les gusta. ¿Me explico?
¿O son ellos los que no se auto-explican?
¿Por un error de identificación-conceptos no adecuados a la realidad, poco conocida, poco examinada, poco reflexionada, quizá?
Quizá.
Pero que no se quejen: Que contemplen la estatua y saquen conclusiones y corrijan impresiones.
p.s. Un detalle más, que se me olvidaba: Sin duda, esa iconografía minimalista (que no renuncia a los mega-volúmenes) traduce proporcionalmente el valor de las neo-beatificaciones y neo-canonizaciones juanpablistas. Opino.
+T.
EX ORBE
-
Re: Beatificación de Juan Pablo II
Pues se podran decir muchas cosas del feliz beato, he aqui la que considero la mejor estatua de SS y el ahora beato Juan Pablo II
http://mw2.google.com/mw-panoramio/p...m/22767478.jpg por blenzco
Esta fotos ha sido seleccionada para Google Earth [?] - ID: 2276747
[IMG]file:///C:/Users/User/AppData/Local/Temp/moz-screenshot-9.png[/IMG][IMG]file:///C:/Users/User/AppData/Local/Temp/moz-screenshot-10.png[/IMG][IMG]file:///C:/Users/User/AppData/Local/Temp/moz-screenshot-11.png[/IMG]