Tuve el honor de conocer de cerca a Monseñor Marcel Lefebvre en los distintos viajes que hizo a nuestra patria.
En uno de los cuales coloco la piedra fundacional del actual seminario de la Reja.
Fue un obispo providencial, que se enfrento valiente y virilmente -en defensa de la Fe Tradicional- contra los "autodemoledores", herederos de la modernista pastoral del V-II.
Gracias a él se salvo el Culto Litúrgico de siempre.