Sensacional crítica de Rafael Gambra al cinismo subversivo de la Cáritas postconciliar; crítica que, aun con varias décadas por medio, puede servir perfectamente para hoy.
Revista FUERZA NUEVA, nº 438, 31-May-1975
“LO TUYO ¿ES TUYO? PIENSALO”
Por Rafael Gambra
Este es el slogan publicitario (año 1975) del Día Nacional de Caridad (antes Corpus Christi), que organiza Cáritas.
Dócil a los organismos diocesanos lo he “pensado”. Y tras serena reflexión, he llegado a esta conclusión:
Sí, lo mío es mío, siempre dando gracias a Dios. Producto en su mayor parte de la remuneración de un trabajo personal en el ejercicio de un puesto obtenido por oposición y que procuro cumplir. Producto en otra parte de la herencia de mis mayores, que legítimamente lo ganaron y legítimamente me lo dejaron.
Ahora bien, si yo, al acatar la consigna, no he aludido a la impertinencia de la pregunta, creo que nadie dudará de la pertinencia de una pregunta recíproca:
“Y lo vuestro, ¿es vuestro?” (Me refiero, con análogo tuteo, a quienes han inventado el slogan, a quienes gastan millones en difundirlo; es decir, a los organizadores y administradores del Día de Cáritas).
Y también, tras serena reflexión debo concluir:
No, no es vuestro.
No lo es, porque los sueldos para remunerar funciones benéficas o caritativas son incorrectos o inmorales, toda vez que habría muchas personas dispuestas a ejercerlas gratuitamente, si se les pide, como se pide dinero.
No lo es, porque los fondos se piden para obras asistenciales, y se oculta que parte de lo recaudado se destina a fondos de resistencia para huelgas y otros medios de subversión.
No lo es, porque el mismo eslogan y la publicidad que lo inserta no se dirige solo, como sería legítimo, a la finalidad de acrecentar la recaudación, sino que tiene también la de crear una “mala conciencia” o remordimiento sobre la propiedad privada en general y facilitar así la acción del socialismo.
Por todo lo cual -y lo creo bien explicado- “lo vuestro” es incorrecto en su asignación, engañoso en su recaudación y en su origen.
De aquí mi firme propósito de no dar ni una sola peseta a Cáritas, y de desaconsejar que den para ese fin a cuantos puedan recibir mi consejo.
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Última edición por ALACRAN; 09/05/2020 a las 17:44
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
Tengamos en cuenta además que ninguna ONG (ni siquiera Cáritas, que es en lo que se ha convertido) puede ser considerada como tal, ya que en la práctica sí son gubernamentales, recibiendo cuantiosas subvenciones por parte del Gobierno.
Saludos en Xto.
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘
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Última edición por ReynoDeGranada; 09/05/2020 a las 14:26 Razón: Repetido
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘
… Ya Cáritas lleva medio siglo jugando la carta del oportunismo:
Revista FUERZA NUEVA, nº 494, 26-Jun-1976
Cáritas
EL oportunismo nunca ha sido rentable. Hay quien se cree muy listo al utilizarlo, y luego ocurre lo que ocurre. Como lo de Caritas. Un año más ha hecho su cuestación el día del Corpus. Y un año más el católico que todavía se preocupa de las actividades eclesiales, que cada vez son menos, ha deshojado la margarita: «Caritas, sí; Caritas, no.» Hace unos años nadie dudaba. Hasta que unos dirigentes de Caritas se decidieron a emplear dinero de la organización de caridad en actividades distintas a la función inicial, en la que podíamos encontrarnos todos los cristianos sin distinción de ideas.
Yo, y lo digo con sentimiento, soy de los de «Caritas, no», desde que he visto, en su nombre y con su dinero, realizar acciones que se oponen a la libre opción que yo, como ciudadano de un país libre, tengo derecho a escoger en la vida política de mi nación. Ni debo dar dinero con la duda de que alguna parte de él pueda ir a sostener huelgas subversivas ni, menos, a elementos relacionados con bandas de asesinos que siguen matando sin que Caritas se haya molestado en mandar una nota de condena a los periódicos, como si la vida humana no mereciera el mismo interés para una organización de caridad que otras atenciones bastante más discutibles. Porque no creo que nadie se atreva a decir que condenar los crímenes de ETA y FRAP seria meterse en política, cuando no se ha temido realizar actividades más politizadas y menos justificadas que contribuir, al menos con una palabra de condena, a que no se siga asesinando a gente honrada, que con frecuencia daba su donativo en las cuestaciones de Caritas...
Si alguna duda quedara sobre la justificación de esta postura, la disipa la declaración publicada por la Comisión Episcopal del ramo, con ocasión de la cuestación del día del Corpus, en la que se dice:
«Duele constatar que todavía hay quienes quisieran que Caritas redujera su acción a lo puramente asistencial y cerrara los ojos a las causas de las injusticias que han de subsanar no comprometiéndose a la construcción de un mundo más justo.»
Añade que Caritas «cree, como el que más, que es necesaria la transformación y mejora de las estructuras».
Caritas puede creer lo que le dé la gana, pero la mejora y transformación de las estructuras de la sociedad civil entraña un abanico de opciones políticas, en las que una organización de la Iglesia para fines asistenciales no tiene mandato para sustituir la libre elección de los ciudadanos. Y si sus dirigentes creen otra cosa, que lo hagan con dinero de su bolsillo, no con dinero del bolsillo de los demás. Por lo menos, no con el mío, de eso pueden estar seguros.
Juan Nuevo
Última edición por ALACRAN; 10/10/2020 a las 18:38
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
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