Valmadian, no sé, a mi no me parece que esté siendo sarcástico y quiera decir justo lo contrario de lo que piensa; más bien creo que apuesta por unas celebraciones prácticamente sin signos ni símbolos de ninguna clase, más allá de compartir pan y vino como muestra de "generosidad" entre los hombres, y que además emocione a todo el mundo incluidos los no creyentes. Ya hay que ser torpe para pensar que metiendo la Sagrada Hostia en el Sagrario, se enclaustra a Dios "en una cajita", que en realidad es lo mismo que se imaginaba la impía señora extranjera.
Yo en cambio, con la mejor de las sonrisas, le hubiera espetado a la pequeña hereje lo siguiente:
- "Señora, Dios está en lo más grande y en lo más pequeño, porque está en todas partes".
Ante la cara de divertida incomprensión, o quizá de sacrílego escepticismo (si por ventura fuere una verdadera bruja de Satanás, de visita por territorio enemigo) añadiría con cariño:
- "Y no se olvide que en la vieja España, todavía quedamos algunos con gusto por las llamas que purifican". Todo de muy buen rollo claro.
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