Re: El retorno de los lobos
EL PRESBÍTERO ARREMETIÓ CONTRA LO SACRAMENTOS
Mons. Rico Pavés condena un artículo herético del sacerdote Pablo D´Ors en Vida Nueva
Mons. José Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe, ha publicado en la Revista Vida Nueva un artículo que supone una réplica al que escribió en el mismo medio el sacerdote Pablo D´Ors, recientemente nombrado consejero del Pontificio Consejo de la Cultura (PCC). Según el obispo, el texto del sacerdote contenía en poco espacio un elenco abultado de «errores doctrinales cuyas consecuencias son dramáticas para la vida cristiana». Con ello se suma a la condena que ya hizo Mons. Munilla, obispo de San Sebastián, en su programa en Radio Maria.
Dios hecho pequeño
Siendo seminarista visité en cierta ocasión la Capilla Real de Granada junto a un compañero del seminario. Mientras mirábamos algunas piezas del museo, una turista extranjera nos preguntó qué era aquello que señalaba. El objeto era un espejo de Isabel la Católica, convertido en custodia para exponer el Santísimo Sacramento. Con palabras sencillas intentamos explicarle que ahí se colocaba el Cuerpo del Señor. Después de escucharnos, dijo: «¡Qué Dios tan pequeño!»; se dio media vuelta y nos dejó.
Pasados los años, en muchas ocasiones he traído a la memoria esta vivencia. Unas veces para intentar ilustrar el misterio inefable de la salvación y la «locura inigualable» del amor de Dios por los hombres. No faltaba algo de verdad a aquella turista: el Hijo de Dios, que siendo rico se hizo pobre, llevó el amor hasta el extremo y nos dejó el memorial de su Pascua haciéndose pequeño en la Eucaristía.
Otras veces lo he recordado para agradecer a Dios el don inmerecido de la fe, por la cual puedo confesar lo que los ojos no ven. Sin fe, los sacramentos no se entienden, como bien se lee en los escritos atribuidos a Dionisio el Areopagita: «Si una persona que no cree entrara en nuestras celebraciones y viera lo que hacemos, se reiría a carcajadas. Lo cual no nos debe sorprender, pues como dice el profeta Isaías: si no creéis, no entenderéis».
¿Y qué impresión se llevó consigo la turista atea seguramente muy satisfecha de la "genialidad" de su afirmación? Probablemente pensaría algo así como "¡je,je,je,! los he dejado planchados en sus falsas creencias" Y también es posible que esa absurda y patética impresión sea la que habrá determinado su vida, y todo por la falta de agilidad en la respuesta, en la ausencia de madurez personal, en la escasez de conocimientos, o cualquiera sabe qué, aunque posiblemente un poco de todo de ambos seminaristas. Y eso que una buena respuesta hubiera sido:
-"Pues fíjese usted qué Universo más pequeño, en el que usted y la Humanidad entera viven, que al principio toda la energía, materia e información cabían en una singularidad matemática, en un único punto infinitesimal.
Considero que una respuesta así hubiese dejado completamente descolocada a la osada materialista atea, más aún si:
-"Y ese Dios al que usted conceptúa de pequeño, porque ni entiende ni es capaz de entender su trascendencia, no sólo se hace así para que usted pueda llegar a Él, sino que, además, creó todo ese infinitesimalmente pequeño Universo."
El actual obispo auxiliar de Getafe se quedó muy corto y al parecer de sus reflexiones se puede deducir que nunca fue capaz de encontrar una respuesta válida a aquella agresión de la turista, porque lo fue, sólo reflexiones válidas para quienes tenemos fe, pero no para quienes odian a Dios y a todo lo que representa.
Quizás de esta anécdota se pueda sacar alguna enseñanza acerca de nuestra ignorancia y también de nuestra incapacidad de entender rectamente las cosas. En cualquier caso, hasta es posible que se pueda comprender mi empeño en tener una base de formación en ciencia. El ateísmo y sus acólitos creen que la ciencia es "su" terreno, aquél en el que pueden destrozar todo lo sublime para convertirlo en un yermo de partículas. Pues no, no sólo no lo es, sino que ese yermo tampoco lo es por ser obra creada de Dios. O sea, que los yermos son esos ateos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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