Me da miedo Kasper, porque debe ser el mejor teólogo de ese grupo, y quizás no tenga mucha diferencia de altura con teólogos contemporáneos de la altura de Rahner, Welte, Lubac o Congar, a estos que nombre no los critico como modernistas ni nada, de hecho esta bien que salgan teologos que se hagan del pensamiento de su época, como lo hizo Santo Tomas. Pero mi temor con Kasper es que él es muy intencionado en lo que hace, como que algo quiere y en relación muy favorable a los judíos y al ecumenismo actual (de corte casi capitalista de "religiones de supermercado") y también unos temas con Cristo.
Ese Hombre es de poco confiar, pero muy inteligente, con una teología muy bien hecha. A esta época le falta un teólogo santo, que sea capaz de ir a la ofensiva y no ser políticamente correcto (como los actuales), no me refiero a que solo se dedique a ofender, sino que de verdad recurra a la distinción y saque lo bueno de cada teólogo, como lo hizo fue un Santo Tomas o un Duns Escoto, entre muchos otros. Ya que en estos tiempos, o se consume al teólogo entero o se rechaza, y prácticamente por este ambiente pos-concilio, todos tienen la razón (curiosamente menos los tradicionalistas) y todos dicen su verdad y ya no existe un verdadero espiritu critico de distinción, sino solo de absorber y absorber materia como dogma, sin cuestión.
Marcadores