Creo, hermanos foristas, que el martirio al cual refiere el hermano Cristián Yáñez Durán es el martirio a que fue sometido Monseñor Lefebvre hasta su muerte: vilipendiado, perseguido, desautorizado, burlado, proscripto.
Además, creo que el martirio más cruel que soportó Monseñor Lefebvre en su cuerpo y alma fue tener que ver el estado de su amadísima iglesia, y ser desoído sistemáticamente cada vez que advertía acerca de los innumerables abusos que nos pusieron dónde y cómo hoy estamos.
Esos mismos que pedían a gritos la cabeza de Monseñor Lefevbre, son los mismos que una y otra vez recibían amorosamente a Monseñor Milingo en el Vaticano, cada vez que esta "oveja" volvía al rebaño.
Y si no fuera a ese martirio al que se refería el hermano Cristián, yo afirmo que este fue el que padeció.
Vaya mi oración para que Monseñor ya esté entre los justos del Buen Señor.
Marcadores