Y en cuanto a castigar a los gentiles por sus malas obras, me acabo de acordar del pasaje en que dijo el Señor que a los que conociendo su voluntad hacen cosas dignas de azotes los castigará con más severidad, mientras que a los que no la conocen les dará menos azotes . Más nos vale comportarnos, no sea que vayamos a salir peor parados nosotros. Porque nosotros sabemos más, mientras que un gentil que no conoce la doctrina cristiana o que no se ha criado al menos en la sociedad occidental, que está tan empapada de cristianismo, con lo que hasta cierto punto sería al menos culturalmente cristiano, tiene más disculpa. Pensemos por ejemplo en Hitler: era pagano pero conocía la doctrina católica aunque la rechazara. Merece mucho castigo. En cambio, un nativo de las selvas de Borneo que mata a un rival para vengarse, contraviene la ley natural escrita en su corazón y peca por tanto, mereciendo castigo; pero tiene atenuante.)

Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más (S. Lucas 12, 47-48).