Tema: Nulidad de la excomunión de Monseñor Lefebvre y los obispos de la FSSPX

Principio,no fin

Como anticipábamos en nuestro anterior post (“Crastina die”, el día de mañana, un tanto críptico, pero que anticipaba las noticias que se venían encima) ya es oficial la revocación de las excomuniones sobre los Obispos de la Hermandad de San Pío X.
Realmente ha sido una intervención prodigiosa porque tanto este punto de las excomuniones, como otros que ulteriormente pudieran venir, han estado muy amenazados bien por la inacción de Monseñor Fellay o por un exceso de fuerza, injusta por lo demás, que Roma ha deseado aplicar en algún momento.
Justo es agradecer el trabajo de Su Eminencia y de la Comisión Ecclesia Dei para que esto se solucionase favorablemente y se pudieran evitar los escollos puestos tanto por Obispos y hasta Conferencias Episcopales, pasando por una serie de judíos a quienes ahora pareciera que tuviéramos que obedecer los católicos en cómo oramos y cómo celebramos nuestra Liturgia. Que cuente el Pueblo Elegido con que seguiremos rezando para que abracen de corazón y en libertad al Mesías, a Jesucristo Nuestro Salvador, verdadero Dios y verdadero Hombre, hijo nacido de María Santísima Inmaculada, siempre Virgen.
Ese enfant terrible que es Monseñor Williamson (cualquier grupo humano de cierto calibre que se precie ha de tener uno y nosotros tenemos uno, y de los mejores) ha estado por ahí con poca prudencia e inoportunidad, nada menos que en Alemania, sacando a colación temas del Holocausto. Esto ha servido para que los enemigos declarados de la Iglesia fabriquen munición de donde no la hay, pero con el intento último de no permitir que la Tradición y la Liturgia de siempre tengan curso abierto en la Iglesia de hoy. ¿Por qué será que estos enemigos odian tanto que se anulen las excomuniones? ¿Por qué será que estos enemigos odian tanto la Misa Tradicional?
El Santo Padre ha tenido una intervención decisiva en solucionar todo esto y cabe admirar el camino cada vez más tradicional de Su Santidad. Aquel Ratzinger, colaborador en la injusticia perpetrada por Juan Pablo II al excomulgar a estos Obispos contra el espíritu y la Ley del Código de Derecho Canónico vigente, no sólo se ha sacado una espina en lo personal que llevaba clavada, sino que hace un bien enorme a la Iglesia con este gesto, ¿por qué no decirlo?, también pleno de magnanimidad.
Honestamente, esto ya poco importa. Ahora queda ese otro tema de la regularización de la Hermandad de San Pío X. Monseñor Fellay, que algo habrá aprendido de los enormes peligros a que conduce la inacción en estos meses, tiene la misión ineludible en la que todos le apoyamos de conseguir un status canónico que garantice el Apostolado sin restricciones ni menoscabos por parte de la Hermandad de San Pío X y de sus Sacerdotes.
En actuar, y no meramente reaccionar, en este sentido está la solución al nudo gordiano. Si él quiere enredarse en cuestiones bizantinas doctrinales tendrá en la Roma actual una buena provisión de modernistas con los cuales enzarzarse en disputas hasta el día del Juicio Final. Insisto, mientras el Apostolado pueda continuar, buena gana de enredarse en cuestiones bizantinas. Nuestro hogar es Roma y somos tradicionalistas por y para ser más romanos, no para serlo menos. Nuestro hogar es Roma y a Roma debemos ser reintegrados … con todos los honores, pues nada malo y mucho bueno hemos hecho. En lo que hay que apretar ahora es en lo canónico y en el blindaje, porque de muchos Obispos poco o nada se puede esperar.
Finalmente, pero lo más importante de todo, y suponiendo que esta revocación de las excomuniones sea el precedente de un acuerdo de regularización: esto es sólo el principio. No por el acuerdo, sino porque esto es un regalo que Dios nos da para reagruparnos y hacer las últimas provisiones antes del Castigo anunciado por las Sagradas Escrituras que se nos viene encima de manera inminente. Son épocas que preceden al Anticristo las que vivimos. Estamos ya en la antesala mismísima del Juicio de las Naciones. Pero allí donde está el Cuerpo, el Cuerpo de Cristo, allí se agrupan las Aguilas, que decía el Apokaleta. Y ese Cuerpo de Cristo está en la Sagrada Eucaristía, lo mejor que existe sobre la faz de la tierra. Y esa Sagrada Eucaristía está, sin dudas, impurezas o debilidades, precisamente, en esa Lex Orandi de la Misa Tradicional. Lex Orandi que, a su vez, refleja una Lex Credendi de un Depósito de la Fe como lo recibimos de nuestros padres, de nuestros abuelos y así, hasta la mismísima Tradición Apostólica. Esta es nuestra lucha, no otra.
Y dejen a los vaticanosegundistas rabiosos, furibundos desertores de la Tradición y –por tanto- de la Iglesia, ocuparse en su tarea tan favorita como imposible: conciliar Catolicismo y Revolución.
Entretanto, oración y penitencia. Ya no hay otros remedios.
Post scriptum muy importante: mándenle –por favor, y con urgencia- correos electrónicos al Santo Padre pidiendo la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María y agradeciéndole la revocación de las excomuniones. El correo electrónico del Santo Padre es: benedictxvi@vatican.va

Rafael Castela Santos


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Viva o Papa! Viva a Tradição Católica! Levantadas as excomunhões dos bispos da Fraternidade de São Pio X!



O Santo Padre Bento XVI, num gesto verdadeiramente magnânimo, decidiu corrigir a enorme injustiça cometida há vintes anos e ordenou o levantamento das excomunhões proferidas contra os bispos da Fraternidade de São Pio X! Viva o Papa! Viva a Tradição Católica!

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Iniciado por CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN

Estimados Contertulios:

Es una victoria magnífica, sobre todo en lo que respecta a la execrable actitud que para con la FSSPX han tenido todos los línea media y contemporizadores de Ecclesia Dei.
En primer lugar es un acto unilateral e incondicional, ninguna retractación ni pacto se le exige a los obispos. Sin duda que esto ultimo ha de tener que hierven a Campos, al IBP y que decir del Opus Judei y compañia. Les desautoriza todas las calumnias e infamias vertidas contra la verdadera Tradición.
En segundo lugar, y lo más importante, el poder del Rosario, es decir de Nuestra Señora, Martillo de Herejes y de Satanás.
Por descontado que es un Dia memorable, el Sumo Pontífice ha dado un paso determinante en su retorno a la comunión con la Iglesia Una Santa y Católica.

EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM

No me parece justo poner en pie de igualdad al IBP y a Campos con el Opus, la actual Compañía y ED.

Iniciado por CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN

el Sumo Pontífice ha dado un paso determinante en su retorno a la comunión con la Iglesia Una Santa y Católica.

Estimado, no entiendo bien esto. Es que antes, el Papa no estaba en la Iglesia, UNA, SANTA y CATÓLICA??

Un abrazo y es realmente una alegría para mi este hecho, ¡que grande Benedicto! Dios le de muchos años y sane a la Iglesia que está enferma.

Hermano Facon: a mi, a pesar de ser un reconocido neófito en el tema, me queda bastante claro el punto expuesto por el hermano Cristíán Yáñez Durán:La sagrada Tradición es esencial, vital e indefectible a la Iglesia Católica. Ésta, al ser el legado de cientos de años de costumbres,usos, enseñanzas,hábitos y prácticas sacratísimas, está sin duda alguna por encima de un Papa. Por lo cual, si un pontífice rechaza la Tradición, y a quienes la conservan viva, está rechazando a la Iglesia misma, se está desuniendo de ella, puesto que es imposible la existencia y validez de la Iglesia Católica sino intrínsecamente unida a la Sagrada Tradición.
Corregidme por favor si no fuera correcta mi interpretación.

Bueno, a todo esto:

¡ VIVA EL PAPA ! ¡ VIVA CRISTO REY !

Iniciado por Godofredo de Bouillo

Hermano Facon: a mi, a pesar de ser un reconocido neófito en el tema, me queda bastante claro el punto expuesto por el hermano Cristíán Yáñez Durán:La sagrada Tradición es esencial, vital e indefectible a la Iglesia Católica. Ésta, al ser el legado de cientos de años de costumbres,usos, enseñanzas,hábitos y prácticas sacratísimas, está sin duda alguna por encima de un Papa. Por lo cual, si un pontífice rechaza la Tradición, y a quienes la conservan viva, está rechazando a la Iglesia misma, se está desuniendo de ella, puesto que es imposible la existencia y validez de la Iglesia Católica sino intrínsecamente unida a la Sagrada Tradición.
Corregidme por favor si no fuera correcta mi interpretación.

Ah perfecto, me lo has dejado clarisimo, ya entiendo cuál es la postura.

O fim de um injusto opróbrio

Carlos Nougué
Não é do desconhecimento de nenhum católico (que tenha olhos de ver) a crise em que está mergulhada a Igreja desde o Concílio Vaticano II. Note-se bem: não dizemos que nunca tivesse havido crise na Igreja antes desse Concílio, nem que imediatamente antes dele a Santa Madre vivesse um momento de esplendor. Não o dizemos, até porque dizê-lo seria ir contra a verdade.

Com efeito, muitas foram as crises desde que Nosso Senhor Jesus Cristo fundou sua Igreja sobre a rocha que é Pedro. Houve uma pouco depois da ascensão de Nosso Senhor: a da tendência à judaização, resolvida com a admoestação de São Paulo ao Papa São Pedro, cujo comportamento no caso implicava risco para a fé (cf. Gálatas, II, 11-14). A respeito desse episódio, diz Santo Tomás na Suma Teológica: “Aos prelados [foi dado exemplo] de humildade, para que não se recusem a aceitar repreensões da parte de seus inferiores e súditos; e aos súditos [foi dado] exemplo de zelo e liberdade, para que não receiem corrigir seus prelados, sobretudo quando o crime for público e redundar em perigo para muitos [...]. A repreensão foi justa e útil, e o seu motivo não foi leve [...]. O modo como se deu a repreensão foi conveniente, pois foi público e manifesto. Por isso escreve São Paulo: ‘Falei a Cefas’, isto é, a Pedro, ‘diante de todos’, porque a simulação praticada por São Pedro acarretava perigo para todos”. E muitas crises se seguiram a essa, e nelas, porque os Papas “não andavam retamente, conforme a verdade do Evangelho”, nunca deixou de haver quem “lhes resistisse cara a cara” (cf. Gálatas, ibid.): Santo Atanásio (iniquamente excomungado por isso) e Santo Hilário resistiram ao Papa Libério; São Columbano, ao Papa Bonifácio IV; São Sofrônio, ao Papa Honório I; São Bruno, ao Papa Pascoal II; a Universidade de Paris, ao Papa João XXII; Santa Catarina de Sena, a Gregório XI e Urbano VI...

Por outro lado, já desde o ocaso da Idade Média (e especialmente desde Felipe, o Belo), o humanismo, e depois o Renascimento, e depois o luteranismo, e depois o liberalismo e a revolução francesa, e depois o comunismo e o “é proibido proibir” vieram cercando e combatendo a Igreja, a Cristandade, a doutrina cristã. Era a revolta da carne e do amor-próprio contra a ordenação de toda a vida humana, incluindo as cidades e seus regimes políticos, ao Fim Último do homem, ao Bem Comum de todo o universo, ao reinado social de Cristo. Era a revolta contra o Reino de Deus. Era o retorno em escala ampliada do “non serviam” edênico. E, em face desse sítio cada vez mais maciço e agressivo, a própria Cristandade (e por vezes os próprios homens da Hierarquia, como, por exemplo, os Papas humanistas) veio fraquejando cada vez mais, quer cedendo ao subjetivismo crescente do pensamento moderno, quer cedendo à velha reivindicação de Dante (expressa em seu Sobre a Monarquia): a independência do poder temporal com relação ao poder espiritual.

Ora (e não aprofundamos esse tema aqui precisamente porque o faremos na série “Sedevacantismo, uma conclusão à procura de premissas”), a situação da Igreja imediatamente antes do Concílio Vaticano II era a de uma cidade gravemente sitiada e exausta, que tivera dificuldades até para cumprir efetivamente o programa antimodernista ordenado por São Pio X. Mas as resoluções daquele Concílio, que tenderam, todas, a negar o caráter magisterial e infalível do Papado e a transferi-lo, liberalmente, para o “povo de Deus”, lançaram a Igreja numa crise sem precedentes, justamente porque derivada tanto de uma rendição ao mundo quanto da renúncia da própria Hierarquia à sua autoridade suprema (e divinamente delegada). (E que não se argua a impossibilidade material de exercer essa autoridade por causa da negativa do mundo em aceitá-la: o fato de um governante ser deposto iniquamente lhe retira a autoridade de jure?) Poder-se-ia citar aqui, em apoio a essa conclusão, uma série de cifras, como as da queda súbita, acelerada e muito volumosa do número de vocações, do fim quase total das missões, da perda crescente de fiéis para as seitas protestantes, para o islã, etc., etc., etc. Mas basta citarmos ninguém menos que dois Papas conciliares: Paulo VI, que falou de uma infiltração da “fumaça de Satanás” na Igreja e de uma “autodemolição” dela; e João Paulo II, segundo o qual o catolicismo na Europa estava em situação de “apostasia silenciosa”.

Pois bem, sobretudo dois bispos, Monsenhor Lefebvre e D. Antônio de Castro Meyer, resistiram “cara a cara” a essa fumaça, a essa autodemolição, a essa apostasia silenciosa (não raro gritada). E, como Santo Atanásio, foram por isso excomungados, junto com os quatro bispos da Fraternidade São Pio X consagrados por M. Lefebvre precisamente para “manter íntegros os sacramentos e o sacerdócio”. Mas o Papa atual, Bento XVI, atendeu à Fraternidade São Pio X liberando primeiramente a tradicional Missa Tridentina, com o que dava fim a uma “ab-rogação” que em verdade não o foi: a Missa Tridentina não podia nem pode de modo algum ser ab-rogada (o que se explicará também na série “Sedevacantismo...”); e suspendendo agora, num “ato unilateral, bondoso e corajoso” segundo D. Bernard Fellay, superior da Fraternidade (cf. www.dici.org e www.statveritas.com.ar), a excomunhão que atingia os quatro bispos consagrados por D. Lefebvre (conquanto não, ou ainda não, a que atinge este e D. Antônio de Castro Meyer).

Agradeçamos ao Papa, e agradeçamos especialmente a Nossa Senhora (por cuja intercessão em favor deste ato de Bento XVI se rezaram um milhão e setecentos mil rosários), este fim (parcial, mas efetivo) de tão escura sombra na história da Igreja. Como diz ainda D. Fellay, graças a este gesto do Santo Padre dá-se “o fim do opróbrio que pesava, nas pessoas dos bispos da Fraternidade, sobre todos aqueles que estão unidos de perto ou de longe à Tradição”, os quais “já não serão injustamente estigmatizados e condenados por terem mantido a Fé de seus pais”.

De nossa parte, por nos incluirmos entre os que estão unidos à Tradição da Igreja, não podemos senão rejubilar-nos com D. Fellay e a Fraternidade. Mais que isso, porém: com eles reafirmamos

● nossas fervorosas orações pelo Papa;

● nosso apego à Igreja de N. S. Jesus Cristo, nossa aceitação de seu ensinamento e nossa Fé na primazia de Pedro;

● nossa adesão ao Credo, ao juramento antimodernista de São Pio X e à profissão de Fé de Pio IV;

● nossa esperança na efetiva e mais que devida reabilitação de D. Lefebvre e D. Antônio de Castro Meyer;

● a necessidade de superar doutrinas opostas ao magistério infalível, para que se superem as causas profundas da atual situação da Igreja e se alcance, assim, uma sólida restauração dela – contra o mundo, contra a carne e contra o demônio.
Adendo do Sidney: Não é demais lembrar, frisar, destacar, que, embora desde ontem oficialmente em "unidade visível" com a Santa Sé, a Fraternidade São Pio X não arredou-pé das questões doutrinais que são a razão de ser de sua firme posição desde o Concílio, conforme deixou claro ontem o seu superior, D. Bernard Fellay, em um comunicado da Fraternidade e também em uma carta aos fiéis. E, aos amantes da Tradição insatisfeitos com a decisão de ontem — pelo fato de o documento não citar nominalmente a D. Marcel Lefebvre —, vale dizer: cuidado, caros amigos, para não cair nalguma espécie de sedevacantismo. Confiem: a confiança, dizia Santo Tomás, é uma esperança fortalecida por inabalável convicção. Ademais, são inescrutáveis os desígnios da Providência e só nos cabe o abandono total, na certeza de que os males, quaisquer que sejam, são por Deus ordenados a bens infinitamente maiores para as almas que O amam. E, por fim, essa coisa de querer tudo o mais perfeitamente possível cheira a milenarismo, pois tem um quê da ânsia (nada católica) de buscar a felicidade plena neste mundo. Não nos esqueçamos de que a nossa luta tem em vista uma vitória cujo ingrediente é a derrota para o mundo, como mostram os Santos mártires de todos os tempos — alguns dos quais perseguidos ou condenados iniquamente com o beneplácito e, não raro, a ação efetiva de membros da própria Igreja. Em suma, a paciência é o aprendizado próprio do sofrimento; se não aprendemos a sofrer nela, é porque o caminho a percorrer ainda é longo e nem sequer estamos preparados para o combate, não obstante as boas intenções e a clara visão do cenário da batalha.

http://contraimpugnantes.blogspot.com/

Sin lugar a dudas, S.S. Benedicto XVI es un valiente. ¡Dios lo bendiga por siempre!

Estimados Godofredo y Facón:

Godofredo ha explicado exactamente la entraña de mi comentario.

¡Que Dios Bendiga al Santo Padre por este acto de fortaleza heroica!


EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM

yo no dije que sea Verdad lo que hayan dicho, solo que he entendido la postura del tradicionalista católico, miembro de la FSSPX, o que siga a Lefevbre sobre todo por esto:

Iniciado por Godofredo de Bouillo

Ésta, al ser el legado de cientos de años de costumbres,usos, enseñanzas,hábitos y prácticas sacratísimas, está sin duda alguna por encima de un Papa.

Pero en fin, dejemos las discusiones sobre el tema, hay que alegrarse por la valentía como decía Cirujeda de nuestro Papa Benedicto XVI

Nuestro Señor, no nos ha dejado solos...
Nos ha dado uno mas, de sus Santos Vicarios... Su Santidad Benedicto XVI

Deo gratias!

Saludos, gabriell-a

Estimados foristas:

Alabado sea Dios!!! Se ha confirmado la buena nueva del levantamiento de las excomuniones. Como bien dice Donoso, en lo que toca a muchos de nosotros, no creíamos en la validez canónica de dichas sanciones; pero lo cierto es que costaba enormemente exponer los argumentos a nuestro favor; los que generalmente no eran aceptados. Con el levantamiento se evita aquello de “yo no voy a vuestras Misas porque están excomulgados; no asisto a charlas que dé alguno de ustedes porque están excomulgados; no participo de esto y de aquello, porque están excomulgados…”
En estos momentos de tanta alegría me acuerdo especialmente del incansable combate que en nombre de la Tradición dieron en estas tierras el Padre Raúl Sánchez Abelenda; Don Luis Francisco Gallardo y el entrañable amigo Don José Ramón García Llorente. Con relación a este último fue notable el abandono que sufrió de gran parte de su familia tanto la de sangre (con excepción de su mujer e hijos), como la política. Fui testigo de todo ello y en sentido agradecimiento honro su memoria y los tengo presentes como siempre!!
Dentro de pocos días iniciaremos la cabalgata de 200 km a caballo para concluir con la celebración de la Santa Misa en honor a los Mártires de la Tradición al pie de las Sierras de Lihue Calel, en la Pampa central argentina.
Esta vez, ciertos invitados, no podrán decir que no asisten porque estamos excomulgados…
Con relación a las inquietudes que leí en este hilo si el decreto alcanzaba a Monseñor Lefebvfre y Monseñor de Castro Mayer, es evidente que si. Por poco conocimiento que se tenga del derecho se advierte con meridiana claridad que abarca a la totalidad de los obispos afectados. Tal vez la no mención de Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer se deba a que la petición se hizo en nombre de los cuatro obispos; por otra parte ambos han fallecido y, finalmente se ha ponderar el manejo de la diplomacia vaticana; que sutilmente prefirió no mencionar a Monseñor Lefebvre.
Lo cierto es que se lograron las dos condiciones que puso la Fraternidad para poder comenzar a debatir sobre el fondo de la cuestión: La restauración sin más tapujos de la Misa de siempre y el levantamiento de las excomuniones.
Agradezco a Hyeronimus los aportes tan ilustrativos. No hay duda que el modernismo y, conciente o inconcientemente, muchos “tradicionalistas” de la línea media van a ser todo lo que esté a su alcance para destruirnos; pero bueno, la vida del cristiano es Milicia de modo que no debemos amilanarnos.
Alzo mi copa con el vino más añejo para celebrar junto a todos ustedes este acontecimiento extraordinario; del cual no son ajenos los sacrificios que han hecho en todos estos años los hombres y mujeres de la Tradición y por supuesto el rezo de tantos Rosarios.
Ave María y adelante! Dios lo quiere, así se hará! No parar hasta reconquistar!
Un abrazo,
Juan Vergara

Los enemigos externos e internos de la Iglesia no paran de retratarse.

El País lleva ya varios "reportajes especiales" de este tenor:

El Papa reabre la herida judía
http://www.elpais.com/articulo/socie...lpepisoc_3/Tes

El diario Público, hace dos días feroz antisionista (de fachada), se suma a la quema:

Un obispo inglés, nuevo héroe neonazi
El Papa indigna a la Iglesia alemana al rehabilitar a un prelado negacionista
http://www.publico.es/internacional/.../heroe/neonazi

Algunos obispos y "teólogos" parece ser que también andan revueltos y los periódicos progres, en un arrebato de "nobleza", sacan la cara por ellos:

El guiño de Ratzinger al lefebvrismo saca de quicio a teólogos y obispos
http://www.elperiodico.com/default.a...seccio_PK=1021

No podía ser de otro modo.

"No está el discípulo por encima del maestro. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros".

¿Alguien puede pretender ser cristiano y no ser perseguido en el actual contexto pagano?

¿Acaso El País, Público o El Periódico pueden decir otra cosa? ¿Acaso sus lectores pueden hacer comentarios más atinados, si su única formación religiosa son un montón de tópicos sembrados a través de televisiones, revistas, cine, escuelas, "literatura", ...?

"...de la misma manera trataron a los profetas anteriores a vosotros".

Iniciado por Cirujeda

¿Acaso El País, Público o El Periódico pueden decir otra cosa? ¿Acaso sus lectores pueden hacer comentarios más atinados, si su única formación religiosa son un montón de tópicos sembrados a través de televisiones, revistas, cine, escuelas, "literatura", ...?

¿Y la formación de estos "cuates": Forum libertas?

¿Y las notas del pie de las misma noticia?

¿Y poner una frase de Ghandi para "defender el cristianismo" (sic)?

¿Y que el "capo" de esta payasada sea un tal Miró i Ardèvol, que se dió de baja de Unión Democrática un par de días antes de ser nombrado no sé que del Consejo Pontificio de los Laicos?

Si es que el enemigo está dentro, como en Simancas.

Lizcano:

Si es que el enemigo está dentro, como en Simancas.

Ese dicho no me lo sabia, que significa?

Iniciado por Lizcano de la Rosa

¿Y la formación de estos "cuates": Forum libertas?

¿Y las notas del pie de las misma noticia?

¿Y poner una frase de Ghandi para "defender el cristianismo" (sic)?

¿Y que el "capo" de esta payasada sea un tal Miró i Ardèvol, que se dió de baja de Unión Democrática un par de días antes de ser nombrado no sé que del Consejo Pontificio de los Laicos?

Si es que el enemigo está dentro, como en Simancas.

Hombre, no es lo mismo. El tono del artículo de Forum Libertas no es ni muchísimo menos tan agresivo y tendencioso como el de esas otras publicaciones. Y la formación de Miró i Ardévol no tiene nada que ver con la de los columnistas de El País, Público y El Periódico.

He visto a Miró en TV defendiendo a la Iglesia de ataques furibundos de Marina, Castillo y Miret Magdalena, que parecen auténticos comunistas con barniz cristiano.

Con Miró se podría discutir sobre el levantamiento de la excomunión, pero con muchísima gente no sería posible, porque son todo visceralidad y dogmatismo de izquierdas.

Y, naturalmente, no coincido con él en muchas cosas.

Por supuesto, me parece una chorrada recurrir a Gandhi para "defender el cristianismo", cuando es tantísima la riqueza que tenemos en la Escritura, la Tradición y el Magisterio. Es como si un médico pidiera consejo a un churrero sobre cómo vendar una herida.

Al comparar los lectores habituales de los medios inicialmente citados y Forum Libertas, tenemos que distinguir entre mala fe e ignorancia. El ignorante, en muchos casos, no es culpable.

Y, por supuesto, hay enemigos dentro. Una auténtica quinta columna. Pero las puertas del infierno no prevalecerán.