Respuesta: Mitología Hispánica

Iniciado por
Josean Figueroa
Yo, como español americano, heredero legítimo de los conquistadores (y como Figueroa, descendiente de los reyes visigodos), y habiendo recibido la encomienda en discusión, por inspiración divina, considero que mi proyecto es una manera efectiva para lograr que la hispanidad se interese por su historia.
No estoy preguntando por tus supuestas preeminencias, que por aquí también abundan. No estoy hablando de que "toda" la Hispanidad conozca la Historia de España, estoy hablando de que "en España, geográficamente hablando, se conozca primero la propia Historia, se respete y admire y, con ello, podamos sentirnos orgullosos de nuestras raíces y nuestro ser. Porque al final, quienes decidimos lo que ha de pasar en España, somos los que aquí habitamos, por muy buenos deseos y propósitos tengan los demás hispanos.
Así que, como aquí se dice, "no mezclemos las churras con las merinas".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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