Respuesta: Nuestros cazas de combate

Iniciado por
Ahari jokua
Bonitos cacharros
De todos modos, yo personalmente preferiria que se gastara menos dinero en el ejercito, y que ese dinero se invirtiera en causas sociales.
Saludos
Yo trabajo en la enseñanza pública hermano, ¿sabes cuántos millones de euros se tiran a la basura cada curso para "lograr" NADA, por que demasiados jóvenes lo único que saben hacer es usar el preservativo o aprenderse el camino de la "disco" ?
Un país como éste no puede permitirse el lujo de tener un sector importantísimo de su juventud entretenida en ser unos parásitos. El Ejército, en cambio, cumple con una labor social de primer orden. Este es un aspecto que quienes no habeis hecho ni la mili desconoceis por completo, bastante tenéis con aguantar la verborrea demagógica de los de siempre.
Una solución para que las Fuerzas Armadas dispusieran de medios sería que éstas tuvieran suficiencia industrial propia. El armamento lo pagarían los compradores, coste militar para los españoles = cero; Ejércitos dotadísmos del armamento más moderno y sofisticado. Pero para eso tiene que haber estadistas, no politicastros chupópteros inútiles y carísimos para nuestros bolsillos... ¡qué trabajen como los demás! ¡Hala, a sus casas! No son otra cosa que un enorme perjuicio para la Patria.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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