En mi opinión, y de acuerdo con lo que dice Pasiego, creo que debemos empezar una lucha titánica, y ya mismo, porque la gravedad de la situación no nos permite demora alguna. Y esa lucha debe empezar en nuestra propia casa, y con con las personas que más cerca tenemos, haciéndoles ver la incoherencia de la sociedad en la que vivimos, del sistema político que padecemos y de que solo es viable una sociedad en la que el Bien Común prevalezca sobre los intereses particulares de las clases o los partidos.
Tenemos que contar LA VERDAD sobre la Historia de España, y concienciar a la gente que España no es un mapa o una bandera, que España somos todos nosotros, los que nos precedieron y los que nos seguirán. Que España no es nuestra, sino que la disfrutamos porque la hicieron otras generaciones de españoles, y nosotros, aunque ahora la disfrutemos, tenemos la obligación moral de mantenerla para los que nos sigan, y si es posible, debemos dejarles una España mejor.
Luchemos con LA VERDAD, y expliquemos, a las personas que parece que este tema no les interesa, que nada de lo que le suceda a España les será indiferente a los españoles, que si un territorio se independiza nos afectará a todos, a los que se van, y a los que nos quedamos, y que más allá de las consecuencias económicas (para mí, precisamente, las menos importantes de todas), sufriremos todos las consecuencias vitales, porque viviremos en unos países que, en lugar de ser más grandes, serán cada vez más pequeños y menos importantes.
Y digamos claramente que un separatista catalán, vasco o castellano, no solo es un antiespañol, sino que precisamente es un anticatalán, antivasco o anticastellano, porque quieren hacer de esas tierras tan españolas algo totalmente antinatural porque Cataluña, Vascongadas y Castilla son, esencialmente, españolas, y así lo han sido siempre. Igual que alguien que se consideré español no puede nunca despreciar, humillar o insultar a ninguna de las tierras que forman España porque España es el conjunto de sus tierras y no hay ningún nivel que mida la españolidad, nada es más o menos español, simplemente algo es español o no lo es. Esto, aunque nosotros lo tenemos muy claro, hay millones de españoles que no lo ven porque, entre otras cosas, nunca se han parado a pensarlo.
Tenemos que conseguir que España vuelva a estar por encima de todas las cosas (intereses partidistas, de clase, territoriales, incluso individuales) y por encima de España, solo debemos poner a Dios.
¡Arriba España¡ y ¡VIVA CRISTO REY¡
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