Irlanda y su Carta Magna
Por Cruzado Negro el Sábado, 15 Mayo, 2010
La importancia del desarrollo de un país se encuentra en su Carta Magna, la Constitución. En el caso de Irlanda, Eamon de Valera procuró marcar la raíz católica indeleble de la identidad irlandesa en ella. Un país capaz de bloquear el Tratado de Lisboa hasta conseguir que sus señas de identidad fueran respetadas.
El Preámbulo de su Carta Magna es espectacular y refleja su propio ser. Sobran las palabras:
“En nombre de la Santísima Trinidad, de quien procede toda autoridad y a quien revierten como destino último todas las acciones tanto de los Estados como de los hombres, en humilde reconocimiento de todas nuestras obligaciones con Nuestro Señor Jesucristo”.
Destaco tres artículos. El artículo 60 trata sobre el origen de la soberanía y dice:
“Todos los poderes del Estado, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, emanan de Dios a través del pueblo, quien tiene derecho a designar a los gobernantes del Estado y, en última instancia, a pronunciarse sobre cualesquiera cuestiones de política nacional, conforme a las exigencias del bien común”.
El artículo 41 es sobre la familia y refleja lo siguiente:
“El Estado reconoce a la familia como el grupo unitario natural, primario y fundamental de la sociedad y como institución moral poseedora de derechos inalienables e imprescriptibles, anteriores y superiores a toda ley positiva. El Estado se compromete, por lo tanto, a proteger la familia en su Constitución y autoridad como base necesaria del orden social y como indispensable al bien de la Nación y del Estado”.
Y, por último, el 44:
“El Estado reconoce que se debe el tributo de culto público a Dios Todopoderoso, cuyo nombre reverenciará, y respeta y honra la religión. Dentro de las exigencias del orden publico y de la moral se garantizan a todos los ciudadanos la libertad de conciencia y la libre profesión y práctica de la religión”.
Fuente: La gaceta.
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