Así es, y se ha quedado muy corto el autor. Me fastidia tener que ser tan simple (falta de tiempo y necesidad de conservar la salud) pero los ingleses nos desprecian y se creen con el derecho a hacerlo: de nada sirven razones fundamentadas ni hechos demostrados; se les inculca la superioridad desde niños y hasta el más gañán se cree con derecho a opinar sobre tu país y su Historia, aunque para él España no sea más que sol y sangría. Si a los niños españoles se les inculcase la mitad de la autoestima y el amor patrio que a los hijos de la Gran Bretaña seríamos los amos de Europa en dos generaciones. Y no se trata solo de lo que los deleznables (y aclamados en España) hispanistas de Albión digan, sino de los miles de pequeños comentarios y asunciones que debes escuchar a diario, leer en la prensa, etc. y que forman parte de su memoria nacional colectiva. Doña Elvira Roca Barea dice (cito de oídas) que el inglés medio basa su autoestima -y su mismo ser- en el desprecio a España, nación sin la cual Inglaterra no sería lo que ha sido.
No voy a negar que cuando me trasladé a este país era bastante anglófilo. Tras años viviendo entre ellos el odio por las afrentas sufridas por nuestros antepasados (y por nosotros mismos) se ha ido enquistando en mi alma y le pido a Dios que me dé la capacidad de perdonar o de vengarme, si tal cosa estuviera en la mano de alguien tan insignificante como yo.