( Crónica realizada por Sergio P., disculpad el retraso del envio)



Este domingo decidimos una ascensión tranquila y encantadora, quedamos como de costumbre en Fabra i Puig sobre las 8:00 de la mañana de ahí tomamos el coche en dirección el Figaró. En esta ocasión éramos 5 personas las que participamos de la salida.
En poco tiempo llegamos al pueblo ya que no se encuentra demasiado lejos de la ciudad de Barcelona, una vez allí nos metimos entre pecho y espalda un buen almuerzo para tomar algo de fuerzas.
El camino fue impecable y no faltaron risas y buenas charlas con gente estupenda, sin percances importantes llegamos a la cima en el que se encuentra la pequeña ermita y restos de lo que fue un castillo. Pudimos disfrutar de una preciosa vista degustando unos pistachos, desde el lugar se veía los picos del pirineo oriental como el Canigó o Nuria, también se puede contemplar la plana de Vic o incluso Montserrat.
Tras pasar un buen rato en la cima decidimos proseguir nuestro camino dirección Aiguafreda donde llegamos para comer en la plaza del pueblo, tras unos potentes bocadillos tomamos el camino de regreso por donde habíamos venido, así pues ascendimos al Tagamanent y luego descendimos, mientras anochecía, a el Figaró.
Una vez en el pueblo de inicio tomamos una bebidas refrescantes y tras unos estiramientos tomamos carretera de regreso a casa. Esta vez la espera fue mayor, una semana nos separaba de nuestra siguiente excursión que sería la montaña de Puigsacalm en la Garrotxa .