Mientras Gibraltar siga siendo británica, seguiremos avergonzados. Hay que educar a los nuestros en que es traición comerciar en esta villa e incluso en el trabajar allí. Para ello hay que crear opciones para los habitantes de la Línea.
La estrategia debe ser la de ser duros y agotarlos y dejar claro que ese trozo de tierra no tiene aguas juridisccionales. La manera de actuar de los insufribles llanitos, es un cachondeo contínuo y un desprecio a nuestro honor irreparable.
Sólo un pirata inglés (u holandés) te roba la cartera mientras se supone que te está ayudando.