Manifestando mi cariño por esas nobles y hermanas tierras portuguesas, sí me gustaría argumentar con respecto a esa asertación que realiza del incumplimiento por parte de D.Felipe IV a las condiciones acordadas en las Cortes de Tomar, que salvo error por mi parte y aceptando que es verdad que en el Reino de Portugal los impuestos comenzaron a aumentar durante su reinado y hasta se vieron limitados en alguna manera los privilegios de que disfrutaba su nobleza... también es verdad que muchas de estas medidas fueron tomadas para paliar la penosa situación de agotamiento económico en que vivía sumida Castilla (único territorio que colaboraba con sus impuestos a los gastos de las diversas campañas organizadas por la Monarquía). Sencillamente... de Castilla no había ya nada mas que exprimir, razón por la cual, el valido Conde Duque de Olivares, se vió en la obligación de exigirles también al resto de los territorios realizar una contribución equivalente a la que desde hacía muchos años ya venía realizando Castilla (medida que, como ya todos sabemos, generó también la sublevación de Cataluña, Andalucía y otros reinos).
Cataluña, tras la "revuelta" (vamos a llamarla así) llegó a proclamarse "república independiente", como dicen los chicos de IKEA en su publicidad (al menos, ellos también la llamaron así, "república"). Una república muy suigéneris desde luego... que estuvo controlada por su propia oligarquía y que se entregó voluntariamente en manos del rey de Francia (y todo para no tener que pagar los mismos impuestos que ya, desde hacía años, venía pagando la muy leal tierra de Castilla). Aunque terminó regresando, tan solo unos pocos años mas tarde, nuevamente al lugar del cual jamás debiera haber salido, España, con el reconocimiento expreso de Felipe IV como su único soberano.
Mientras que en el caso de Portugal, y a partir de la firma del Tratado de Lisboa, España le reconoció oficial y plenamente su independencia. Pero todo comenzó, como le digo, por una cuestión económica surgida a raíz de la situación de injusticia en la que vivía sumida Castilla con respecto al resto de los territorios, que no contribuían económicamente en la misma medida en que lo venía haciendo ella (no a una voluntad expresa de incumplimiento). Situación tras la cual, y a raíz de las medidas expuestas, comenzaron como ya he dicho, las "trifulcas" (trifulcas económicas que aquí, en España, tenemos que seguir soportando día a día, todavía... con las actuales autonomías periféricas, como si nada pareciera haber cambiado todavía; pero esa es otra historia que no viene a cuento en este "hilo").
Solo era una puntualización a su comentario que deseo realizar desde estas tierras castellanas en las que he nacido y sigo aún viviendo, y escrita en base a los pocos conocimientos que aprendí, de niño, en la escuela de mi época. Por lo cual, le ruego humildemente que si estuviera equivocado me corrija, si considera inacertado alguno de los datos que he dicho.
Mis respetos y afecto por las tierras portuguesas.
Un abrazo en Xto.
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