Ahhhhhh… voy entendiendo Ordóñez, me ha costado un poco también, pero es más simple de lo que pensé, Donoso, amigo, se trata solo de cambiar el nombre Hitler, por el nombre Marx.

Ummmmm… a ver, veamos Ordóñez, ¿así?:

“…Opcion 1: Hola amigos, gracias por la bienvenida… bla… bla.. bla… bla… bla.. bla… yo que no tengo tanta suerte como `vosotros´, me encuentro, como ya he dicho, en Venezuela, atrapada en un país que marcha a la merced de un dictador loco, y que está llevando a la miseria a un pueblo, que se ha dejado engañar con discursos populistas y con las migajas que le manda el nuevo Marx…”

Claro…entiendo Ordóñez, pero ese defectillo no lo puedo arreglar yo. Es interesante eso que dices, pero porqué es así, porqué sucede, ¿porqué esta gente “normal” de la “opción 1” no llama Hitler a sus máximos representantes, y “dignos” de estas comparaciones como… ¿Bush? y sí lo hace con Chávez?... ¿Porqué en los clubes, restaurantes, y en el sitio que sea, esta gente se concentra para formar interesantísimas conversaciones, horas y horas en torno a: “Chávez el nuevo Hitler” y no en torno a: “Chávez el nuevo mal imitador del marxismo heterodoxo y del APRA que surgió en el Perú”? ¿Será cuestión de sonoridad, o de capacidad de resumen, o de estrategia?...