Jaime Guzmán y Vázquez de Mella
Señor Director:
Asisto atónito a una polémica en la que han intervenido diversos profesores, como Carlos Peña, Gonzalo Rojas y Erwin Robertson, sobre la influencia, o pretendida influencia del pensador tradicionalista español Juan Vázquez de Mella sobre Jaime Guzmán, político chileno asesinado del 1 de abril de 1991 por un comando terrorista del FPMR.
Carlos Peña, basándose en los mismos argumentos vertidos por Renato Cristi en diversos trabajos de su autoría, viene a afirmar que Jaime Guzmán en su origen debió ilusionarse con el citado pensador tradicionalista español, cuya obra debió de conocer a través del padre Osvaldo Lira y su
Nostalgia de Vázquez de Mella, cosa que realmente parece probable.
Gonzalo Rojas trata, mediante una selección de textos, de diferenciar el corporativismo del gremialismo. Para ello selecciona un texto de Jaime Guzmán en el que se afirma que el corporativismo conllevaría la politización de los cuerpos intermedios, como si el gremialismo no pudiera provocar el mismo efecto.
Por último, el profesor Erwin Robertson afirma que difícilmente Jaime Guzmán pudo verse influido por un personaje al que califica de político, periodista y orador. Tal vez el profesor Erwin Robertson haya olvidado que las obras completas de Vázquez de Mella abarcan 30 volúmenes, o que en los últimos años en España se han dedicado varias tesis doctorales a analizar no sólo su actividad política, sino sobre todo su pensamiento.
La verdad es que poco importa que Jaime Guzmán leyera o no alguna vez a Vázquez de Mella; lo único relevante es que en la poca obra que Jaime Guzmán nos legó, el insigne autor asturiano brilla por su ausencia.
Es probable, es más, creo que es acertado afirmar que un Jaime Guzmán con 14 años se vio deslumbrado por la España de Franco, por la muerte de José Antonio Primo de Rivera, o por el pensamiento del tradicionalismo hispánico, ya sea el de Vázquez de Mella o el de Donoso Cortés; pero lo cierto es que el legado de Jaime Guzmán se enmarca dentro del pensamiento del neoliberalismo, y éste, pese a algunas coincidencias, más bien casuales que heredadas, nada tiene que ver con la obra de un autor, o autores, que desde el tradicionalismo no dudaron en combatir el liberalismo.
No cabe duda de que Jaime Guzmán fue un católico militante, incluso se podría hablar de él como neotomista, y como tal, combatió algunos de los desvíos de la Democracia Cristiana; pero lo que realmente combatía era la tentación marxista de esa Democracia Cristiana, pero no esos planteamientos que intentan conciliar la tradición con la revolución (el liberalismo), y ahí tal vez ese intento por parte de algunos miembros de la UDI de recuperar el espíritu de la Falange Nacional.
Creo sinceramente que Jaime Guzmán nada tiene que ver con Juan Vázquez de Mella, y que su paso por los círculos del padre Lira no lograron que Guzmán mantuviera esos ideales de juventud, ideales que abandonó o transformó en una renacida adscripción al neoliberalismo.
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